- El seguro contra riesgos protege a los propietarios de vivienda contra los daños provocados por los riesgos como el viento, los rayos y el hielo.
- Es posible que los prestamistas hipotecarios exijan que los prestatarios mantengan cobertura contra riesgos mediante una póliza de seguro para propietarios de vivienda.
- Las pólizas de seguro contra riesgos estándar tal vez no cubran todos los riesgos. Es posible que los propietarios de vivienda que viven en zonas propensas al desastre necesiten cobertura separada para determinados riesgos, como inundaciones, terremotos o derrumbes.
Es posible que su vivienda sea su activo más valioso. Por lo tanto, naturalmente le convenga proteger esta inversión contra los daños provocados por los riesgos como rayos, incendios, viento, nieve, humo y robo.
El seguro contra riesgos, que también se conoce como seguro contra desastres, puede brindar protección financiera contra estos peligros. Por cuestiones de simplicidad, las pólizas de seguro para propietarios de vivienda normalmente contienen una póliza de seguro básica contra riesgos.[1]
Sin embargo, hay varias ideas equivocadas sobre el seguro contra riesgos. Por ello, es importante que comprenda cómo funciona el seguro contra riesgos, qué es lo que cubre y cómo asegurarse de que su vivienda esté asegurada correctamente.
¿Qué es el seguro contra riesgos?
El seguro contra riesgos es una póliza que ofrece protección financiera contra determinados riesgos que podrían causar daños a una vivienda. Este tipo de seguro ayuda a cubrir el costo de reparar o reconstruir una estructura dañada por muchos desastres naturales, que incluyen incendios, granizo o vendavales. También puede brindar protección contra las amenazas como vandalismo, robo y explosiones.[2]
Esta cobertura crucial puede evitar que los propietarios de vivienda asuman la carga financiera total de los daños provocados por eventos imprevistos.
Cómo funciona el seguro contra riesgos
Si una propiedad se daña debido a los riesgos cubiertos en virtud de una póliza de seguro, el propietario de la vivienda puede presentar un reclamo para recibir asistencia financiera para reparar o reconstruir la estructura dañada. Además de la estructura principal, el seguro contra riesgos normalmente cubre las construcciones anexas como garajes y cobertizos. Cuando se presenta un reclamo, la aseguradora envía a un profesional para que evalúe los daños y determine el costo de las reparaciones o del reemplazo en función de los términos de la póliza.
Siempre y cuando el evento específico que provocó los daños sea cubierto por la póliza de seguro contra riesgos, el propietario de la vivienda recibe una compensación para ayudar a cubrir el costo de las reparaciones o del reemplazo.[3] Sin embargo, puede haber un deducible predeterminado que el propietario de la vivienda tendría que pagar antes de que la cobertura del seguro entre en vigencia para cubrir el resto. Es posible que la póliza también tenga límites que establecen un tope en cuanto a la cantidad que el proveedor de seguro puede pagar.
La cobertura se aplica únicamente a los peligros que se enumeran expresamente en la póliza. Es posible que algunos eventos requieran pólizas de seguro separadas, como las inundaciones, los terremotos o los derrumbes.
¿Qué cubre el seguro contra riesgos?
La cobertura puede variar entre una póliza y otra. Algunas pólizas cubren daños para “riesgos indeterminados” o “todos los riesgos”, lo que significa que la póliza cubre cualquier causa de daños que no se haya excluido específicamente. Otras pólizas limitan la cobertura a “riesgos específicos”, lo que significa que el evento específico debe ser mencionado para contar con cobertura.[2]
Los propietarios de vivienda deben revisar su póliza detenidamente para comprender lo que dicha póliza cubre y lo que no.
Los siguientes peligros normalmente son cubiertos por el seguro contra riesgos:[2],[4]
- Incendios
- Granizo
- Rayos
- Viento
- Humo
- Daños repentinos provocados por un sobrevoltaje
- El peso del hielo, la nieve o la aguanieve
- Objetos que caen
- Explosiones
- Robo
- Vandalismo
- Motines
- Erupciones volcánicas
- Socavones
- Daños por el agua provocados por el malfuncionamiento de los sistemas del hogar, como los sistemas de plomería y aire acondicionado
- Congelación de dichos sistemas del hogar
- Daños provocados por vehículos o aeronaves
¿Qué no cubre el seguro contra riesgos?
Los siguientes peligros a menudo no son cubiertos por el seguro contra riesgos y es posible que requieran una póliza separada:[2],[4]
- Inundaciones debido a lluvias torrenciales
- Terremotos
- Derrumbes
- Inundación por obstrucción de alcantarillas
- Guerras
Seguro contra riesgos vs seguro para propietarios de vivienda
Los seguros contra riesgos y los seguros para propietarios de vivienda están estrechamente relacionados, pero no son lo mismo. El seguro contra riesgos es un componente de una póliza de seguro más amplia para propietarios de vivienda, que se centra específicamente en proteger el valor de las estructuras contra los peligros que se abordan en este artículo.
Por otro lado, el seguro para propietarios de vivienda es una póliza más completa que no solo incluye el seguro contra riesgos, sino que además incluye cobertura de responsabilidad civil, la cual brinda protección en casos de demandas por lesiones que puedan ocurrir en su propiedad, así como cobertura para pertenencias personales, que ofrece protección para los artículos que se encuentran en el interior de la vivienda, como muebles y electrodomésticos.
El seguro contra riesgos y las hipotecas
El seguro contra riesgos se relaciona con los préstamos hipotecarios a través del seguro para propietarios de vivienda. Para comprender la relación entre el seguro contra riesgos y las hipotecas, considere las siguientes preguntas frecuentes sobre el tema.
¿Los prestamistas hipotecarios exigen seguro contra riesgos?
Los prestamistas por lo general exigen el seguro para propietarios de vivienda. Debido a que el seguro contra riesgos forma parte del seguro para propietarios de vivienda, se podría decir que los prestamistas sí exigen el seguro contra riesgos.[1]
El motivo de este requisito es que los prestamistas necesitan proteger la inversión que realizaron en la propiedad. Por ejemplo, si una vivienda llegase a sufrir daños considerables debido a una tormenta, los propietarios de vivienda que no cuenten con el seguro contra riesgos quizás no tengan los medios para reconstruir la vivienda. Si eso llegase a suceder, sería menos probable que el propietario de la vivienda continúe pagando la hipoteca de la propiedad. Esto pone al prestamista en la desafortunada posición de tener que realizar una ejecución hipotecaria y embargar la propiedad.
¿Cómo se pagan las primas del seguro contra riesgos?
Las primas del seguro contra riesgos se incluyen en la prima del seguro para propietarios de vivienda. En muchos casos, dichas primas se integran en el pago de la hipoteca. Los propietarios de vivienda hacen pagos de hipoteca mensuales al prestamista y el prestamista retiene en una cuenta de depósito en garantía la parte del pago que se destina al seguro. Después, cuando vencen las primas del seguro, el prestamista (o el administrador del préstamo) paga la factura usando los fondos de la cuenta de depósito en garantía.[1] Los impuestos sobre la propiedad a menudo se manejan de la misma manera, y es por ello que se dice que los pagos de hipoteca se conforman del capital, el interés, los impuestos y el seguro (principal, interest, taxes, insurance, PITI).
Si le preocupa el costo del seguro para propietarios de vivienda, por favor, tenga en cuenta que hay varias maneras de ahorrar en el seguro para propietarios de vivienda, que incluyen la agrupación de productos de seguro, buscar descuentos y aumentar el deducible.
¿Puede un propietario de vivienda eliminar el seguro contra riesgos de su hipoteca?
Debido a que los prestamistas hipotecarios dependen de la protección financiera que los propietarios de vivienda reciben del seguro para propietarios de vivienda que cuente con un seguro contra riesgos adecuado, normalmente no permiten que los propietarios de vivienda eliminen el seguro contra riesgos de su hipoteca.[4] Si el propietario de una vivienda no mantiene cobertura, el prestamista puede adquirir el seguro en nombre del propietario, normalmente a un costo más alto. Esto se conoce como “seguro forzoso”.[5]
Cómo elegir la cobertura adecuada
Como sucede con todas las pólizas de seguro, elegir la cobertura adecuada depende de sus necesidades particulares.
Estas son algunas consideraciones comunes al momento de seleccionar los planes de seguro:
- Confirme los requisitos del prestamista. Además del seguro básico contra riesgos, es posible que los prestamistas exijan pólizas adicionales, como el seguro contra inundaciones, para quienes viven en zonas propensas a desastres.
- Equilibre las primas con el deducible. Las primas más bajas, por lo general, significan un deducible más alto y viceversa. Cuanto más altas sean las primas mensuales, probablemente pagará menos en el deducible cuando se presente un reclamo.[6]
- Haga un comparativo de tarifas. Obtenga cotizaciones de varios proveedores y compare las coberturas con los costos.
- Adquiera cobertura adicional según sea necesario. Si tiene inquietudes con respecto a los peligros que no son cubiertos, como los terremotos o derrumbes, analice las pólizas de seguro especializadas. Compare el costo de la póliza con la probabilidad de un evento y los posibles daños.
Si tiene preguntas sobre el seguro contra riesgos o los requisitos de los préstamos hipotecarios, consulte con un oficial de préstamos hipotecarios local para recibir asistencia personalizada.