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Exhibición de la Guerra Civil

La historias de los predecesores de PNC
Medidas de necesidad: los banqueros responden a la Guerra Civil

Ningún hecho en la historia estadounidense se compara con el drama de la Guerra Civil: 617,000 murieron en cumplimiento de su deber, 4 millones de estadounidenses de origen africano aseguraron su libertad y la nación ratificó su compromiso por la democracia. No sorprende, por lo tanto, que su impacto sobre el sistema financiero sea a menudo pasado por alto. Ante la incapacidad de pagar la guerra, el Congreso estableció una moneda centralizada que dio a la Unión una ventaja decisiva sobre la Confederación y sirvió como base para la creación de la Reserva Federal medio siglo después.

En medio del caos de la guerra y de la incertidumbre del naciente sistema financiero de la época, los banqueros trataron de mantener el comercio y de preservar sus comunidades. El Proyecto Legacy de PNC le invita a explorar los esfuerzos heroicos de los banqueros que salvaron una ciudad en el centro de Maryland, protegieron de manera innovadora las inversiones de sus clientes y crearon nuevas instituciones para ayudar a la reconstrucción de sus ciudades.

Acerca del Proyecto Legacy

Línea de tiempo de la Guerra Civil

La insatisfacción con el gobierno de Lincoln aumentó en el depósito comercial de Baltimore durante la guerra. La mayoría de sus financiadores e inversionistas simpatizaron con los sembradores y comerciantes del sur, cuyo comercio aseguró la prosperidad de la ciudad. A pesar de sus simpatías, mantuvieron la ventaja competitiva de la ciudad invirtiendo en empresas de fabricación y bonos del gobierno que apoyaron a la Unión.

Varios de los lideres financieros de la ciudad establecieron la Compañía de Depósitos Seguros en 1864 para proporcionar un lugar seguro para guardar bienes valiosos, especialmente bonos y títulos. En un período de tres años, la compañía expandió esta misión y recibió autorización para administrar fideicomisos que administraron patrimonios de personas.

Washington, que era la capital federal y estaba separada solo por un río de la Confederación, se encontró en una posición precaria durante la Guerra Civil. En la misma situación se encontró su banquero preeminente George Washington Riggs, quien como muchos financieros simpatizaba personalmente con la causa del sur. Como propietario principal de Riggs &; Co. (anteriormente conocida como Corcoran & Riggs), una entidad bancaria exitosa que cultivó relaciones rentables con miembros del Congreso, presidentes y otros funcionarios, Riggs fue capaz de conservar a su clientela en gran medida gracias al respeto que se ganó a lo largo de los años con su servicio confiable para la ciudad. 

Las tropas confederadas avanzaron hacia Frederick y las granjas de los alrededores durante las campañas que culminaron en las batallas de Antietam y Gettysburg. Bajo la orden del general Robert E. Lee a fines de junio de 1864 de atacar Washington primero penetrando en el Valle Shenandoah, el general Jubal Early y sus tropas ocuparon Frederick por última vez.

El 9 de julio de 1864, el general Early dio un ultimátum a los ciudadanos de Frederick que ningún general de la Unión hubiera dado en el sur: amenazó con saquear la ciudad si no recibía $200,000. En cuestión de horas, los bancos de Frederick proporcionaron ese rescate y salvaron la propiedad dentro de la ciudad. Las medidas federales que proporcionaron un medio de intercambio estable, al menos en contraste con la moneda confederada hiperinflada, ciertamente beneficiaron a la ciudad de Frederick.

La Guerra Civil puso a prueba el coraje del reducto de los confederados de Fredericksburg, que cambió de manos siete veces. Si bien la defensa heroica de los ciudadanos de esa ciudad contra las invasiones de la Unión en diciembre de 1862 es particularmente bien conocida, las medidas extraordinarias, aunque a la larga inútiles, tomadas por sus banqueros no son famosas. Después de que la mayoría de los empleados del importante Farmers Bank se alistaron en el ejército confederado, el cajero trasladó sus activos y registros a Danville, una decisión especialmente prudente ya que la entidad bancaria funcionó como sede principal de la Unión durante su ocupación de la ciudad. Los banqueros no pudieron superar el estado caótico de las finanzas de los confederados y la destrucción de las empresas de la ciudad, por lo que Farmers Bank entregó su acta constitutiva al final de la guerra.

Solo unos meses después de la rendición de los confederados, los inversionistas aprovecharon el orden financiero nacional emergente y recibieron un acta constitutiva para el National Bank of Fredericksburg. Este banco ayudó a reconstruir la ciudad a partir de las cenizas de la Guerra Civil.

Mientras llegaban las noticias a Gettysburg con respecto al avance de la Confederación hacia Pensilvania a finales de mayo de 1863, los directores del Bank of Gettysburg transfirieron sus activos al Bank of Philadelphia. El banco cerró en los días que duró la sangrienta batalla entre el 1ro de julio y el 3 de julio. Unas semanas después, el Adams Sentinel destacó que el banco “no había sufrido pérdidas pecuniarias más allá de las inconveniencias ocasionadas por el retiro apresurado de sus objetos de valor”. Sus accionistas aceptaron el sistema bancario nacional y obtuvieron un acta constitutiva nacional en diciembre de 1864 para el Gettysburg National Bank.

La Guerra Civil transformó a Pittsburgh de un pequeño aunque próspero centro manufacturero a una ciudad industrial emergente. Aunque su población jamás se sintió segura ante la posibilidad de una invasión, su proximidad a la zona de combate demostró ser una ventaja comercial. La ciudad sirvió como depósito para la Unión, sus fabricantes suministraban el carbón, el petróleo y el hierro para el esfuerzo de guerra, y sus empresas ferroviarias y de transporte experimentaron un auge. En medio de dicho crecimiento, Pittsburgh Trust Company se reconstituyó para establecer el First National Bank of Pittsburgh, uno de los primeros bancos del país. James Laughlin, uno de los socios principales de Jones & Laughlin Steel Company, fue el dirigente destacado que impulsó la empresa.