Aunque eres padre o madre, una vez que tu hijo cumpla 18 años, ya no tendrás acceso a sus registros médicos y perderás la capacidad de dirigir su atención de manera significativa. Tampoco tienes derecho a sus teléfonos móviles, computadoras, otros dispositivos electrónicos y cuentas de redes sociales protegidos por contraseña.
Esas limitaciones pueden causar confusión y dolor en tiempos de crisis. Sin embargo, un poco de planificación puede ayudarte a mantenerte involucrado y cuidar de tu hijo(a) en caso de que tenga un problema médico grave.
Una emergencia médica puede ocurrir en cualquier lugar: en el campus de la universidad, mientras estudia en el extranjero o durante las vacaciones de primavera. Antes de que tus hijos salgan de casa, crea un plan de emergencia, uno que esperes que nunca necesites pero que te alegrará tener en una emergencia. El plan debe incluir tres documentos legales: un plan de contraseñas para la familia, una lista de contactos y un claro entendimiento de los deseos de tu hijo.
Medidas de acción que te pueden ayudar a estar tranquilo
Tener un plan de contraseñas
Debes saber cómo acceder a los dispositivos electrónicos y cuentas de redes sociales de tu hijo en caso de que tu hijo ya no pueda hacerlo. Desarrolla un método con los miembros de la familia para compartir contraseñas, nombres de usuario y demás información crítica. Un plan familiar de contraseñas te permite salvar fotos memorables y contactos clave que podrían de otro modo perderse. Recomendamos que las familias lleven un registro de estas contraseñas y cuentas con toda la información necesaria y colocarlas en un lugar seguro en donde todos los miembros de la familia lo puedan encontrar.
En este caso resulta necesaria una advertencia. Es un delito federal “acceder intencionadamente... sin autorización a una instalación a través de la cual se presta un servicio de comunicación electrónica” o “sobrepasar intencionadamente... una autorización de acceso a dicha instalación; y así obtener..., alterar..., o impedir... el acceso autorizado a una transferencia de dinero o comunicación electrónica mientras está almacenada electrónicamente en dicho sistema”. 18 U.S.C. § 2701(a).
Algunos estados tienen leyes que permiten que un fiduciario acceda a las cuentas digitales del usuario. Un agente que cuente con un poder notarial es un fiduciario, por lo que debes considerar incluir un poder para acceder a las cuentas digitales de tu hijo(a) mediante un poder notarial que te sea otorgado por tu hijo(a) (ver abajo).
Revisa los términos de servicio
El punto de partida para entender el acceso a los activos digitales de tu hijo(a) se encuentra en el Acuerdo de Términos de Servicio (TOSA) que tu hijo(a) ha firmado con el proveedor del servicio o de la cuenta. El TOSA es un contrato entre el titular de la cuenta y el custodio del activo digital o el proveedor de servicio. Rige la relación entre el titular de la cuenta, el proveedor y los activos digitales en poder del proveedor.
El TOSA puede tener normas sobre quién puede acceder a los activos digitales de tu hijo(a). Puede (y probablemente lo hace) impedir que se compartan las contraseñas. Puede permitir que el proveedor de servicios elimine la cuenta si hay un acceso no autorizado. Puede permitir (o exigir) al proveedor de servicio que elimine la cuenta tras el fallecimiento del titular. Algunos TOSA permiten al titular de la cuenta designar un gestor con autoridad para actuar en caso de que el titular no pueda gestionar la cuenta o fallezca. Desafortunadamente, cada TOSA es independiente y cada proveedor tendrá sus propias normas. Además, los proveedores modifican constantemente los TOSA.
Es muy importante entender cada TOSA correspondiente a las cuentas digitales de tu hijo(a) y designar a los gestores adecuados u otros agentes que puedan acceder a la cuenta si tu hijo(a) no puede hacerlo.
Conserva una lista de amigos y compañeros de habitación
Las leyes de privacidad pueden impedir que un instituto o universidad comparta contigo la información de contacto de otros estudiantes. Sin embargo, saber cómo ponerse en contacto con los amigos más cercanos de tu hijo podría ser crítico en caso de una emergencia. Animamos a los padres a intercambiar la información de contacto con los amigos y compañeros de habitación del estudiante.
Tener una exención de privacidad de la HIPAA
Revisa la exención de privacidad de la Ley de Portabilidad y Responsabilidad del Seguro Médico (HIPAA, por sus siglas en inglés) con tu hijo(a) y pídele que la firme. Este formulario permite a los proveedores de atención médica compartir información contigo o incluirte en conversaciones sobre la condición médica de tu hijo. La exención de privacidad de HIPAA con frecuencia se incluye en un poder notarial para atención médica (ver abajo).
Cómo iniciar una conversación
Por difícil que sea, es necesario tener una conversación franca con tus hijos sobre lo que quieren si fallecen inesperadamente. Por ejemplo, asegúrate de conocer los deseos de tu joven adulto con respecto a la donación de órganos, a pesar de la opción que haya seleccionado en su licencia de conducir. Recomendamos que los padres tengan conversaciones abiertas y sinceras sobre los deseos de sus hijos una vez que estos se conviertan en mayores de edad. Aunque es posible que el estado de donador de órganos se incluya en el reverso de la licencia de conducir, los deseos específicos referentes a la donación de órganos con frecuencia se incluyen en los poderes notariales para atención médica y en los documentos de voluntades anticipadas (ver abajo).
Los adultos jóvenes deberían tener un plan de bienes básico
Todo adulto, sin importar la edad, debe tener documentos de atención médica actualizados y un plan patrimonial actualizado. Entre otras cosas, dichos planes pueden proporcionar una dirección muy necesaria durante la confusión emocional de una crisis de salud. Lamentablemente, las catástrofes médicas pueden ocurrir a cualquier edad, por lo que incluso los estudiantes universitarios deberían preparar los siguientes documentos básicos:
- Última voluntad y testamento: incluso los estudiantes universitarios pueden ser propietarios de activos o mascotas. Un testamento podría especificar quién heredará estas cosas en el caso poco probable de su muerte.
- Directivas médicas anticipadas: Con unos pocos formularios sencillos, tus hijos podrán indicar el tratamiento médico que querrían, o designarte a ti para que tomes las decisiones médicas por ellos si no pueden hablar por sí mismos. Tres tipos de directivas de atención médica avanzada pueden ayudar a proteger sus deseos:
- Poder notarial para atención médica: Tu hijo(a) puede darte a ti (o a otro adulto) el poder para tomar decisiones médicas en su nombre si llega a quedar incapacitado(a). Un poder notarial para atención médica normalmente contiene una exención de privacidad de HIPAA, lo que permitiría al proveedor de atención médica de tu hijo(a) que te proporcione la información referente a la condición y el tratamiento de tu hijo(a). Incluso si tu hijo(a) no está incapacitado(a), este documento te permitirá involucrarte en la atención de tu hijo(a).
- Voluntad anticipada: Este documento permite que tu hijo(a) apruebe o rechace ciertos tipos de atención médica, incluso si esa elección tiene un resultado fatal. En la mayoría de los estados, las voluntades anticipadas solo entran en vigor en el caso de una lesión o enfermedad terminal. En dichos estados, tu hijo(a) necesitaría tanto un poder notarial para atención médica como un documento de voluntades anticipadas.
- Orden de no resucitar (DNR, por sus siglas en inglés): Este documento le informa al personal médico que no debe realizar la reanimación cardiopulmonar (CPR, por sus siglas en inglés) si el paciente sufre un paro cardíaco o deja de respirar.
No dejes las decisiones importantes a la suerte
Tener un plan para tu joven adulto que está lejos de casa puede ayudar a proporcionarte paz mental y un mayor sentido de control en caso de una emergencia, dejando la menor cantidad posible al azar.
Estos mismos pasos de planificación también aplican para un padre mayor o un hermano mayor que está soltero.
Para obtener más información, por favor, consulta con tu asesor de PNC o comunícate con PNC Private Bank.