1. Úselo o lo perderá

Para 2025, el monto de exclusión del impuesto de sucesión o del impuesto sobre donaciones es de $13.99 millones. A menos que el Congreso promulgue una legislación para prorrogar la ley actual, el monto de exclusión será aproximadamente el 50 % de dicho monto (indexado según la inflación) el 1ro de enero de 2026. Las estimaciones sugieren que el monto de exclusión para 2026 será de aproximadamente $7 millones. En 2012, la última vez que se estableció una disminución del monto de exclusión, los abogados consideraron que era difícil atender todas las solicitudes de documentos del plan nuevo. Por lo tanto, si intenta aprovechar el mayor monto de exclusión, considere evitar la prisa del final de año en 2025. Tome las medidas ahora que le permitirán usar el mayor monto de exclusión. Elabore los documentos hoy para recibir donaciones en el futuro, luego monitoree las acciones del Congreso. Si parece que el monto de exclusión disminuirá, usted estará preparado para realizar las transferencias necesarias sin tener que competir por la atención de su abogado en 2025.

2. Donaciones anuales

Para 2025, el monto de exclusión anual del impuesto sobre donaciones es de $19,000. Usted puede donar este monto a cualquier cantidad de personas y la donación estará excluida completamente del impuesto sobre donaciones. En conjunto, usted y su cónyuge pueden donar $38,000 a cada persona en 2025. Ambos cónyuges pueden aplicar sus montos de exclusión anual, incluso si solo uno de los cónyuges realiza la donación, aunque para hacerlo los cónyuges deben presentar declaraciones del impuesto sobre donaciones en las que indiquen que han optado por hacer eso. Las donaciones de exclusión anual eliminan completamente los activos (no solo la apreciación sobre estos) de su patrimonio bruto (y el impuesto de sucesión federal). Haga estas donaciones a principios del año porque, para indicar lo obvio, ya no podrá hacerlas después de su fallecimiento. Recuerde, para calificar para las dos exclusiones anuales, la donación debe estar disponible de inmediato para el beneficiario. Para realizar las donaciones en fideicomiso, asegúrese de que el beneficiario pueda acceder a la donación de inmediato (por ejemplo, usando un poder de Crummey). Además de las donaciones de exclusión anual, también considere pagar la matrícula de sus hijos y nietos directamente a las instituciones educativas, así como pagar los gastos médicos directamente a los proveedores de atención médica. No existe un límite con respecto al monto de dichos pagos, ya que no se toman en cuenta para su monto de exclusión anual y también se excluyen del impuesto sobre donaciones y de su patrimonio bruto.

3. Revisión de la póliza de seguro de vida

Al igual que con cualquier bien financiero, usted debe revisar sus políticas de seguro de vida regularmente para ver si se están cumpliendo según lo esperado. Esto es particularmente cierto en las pólizas que invierten su valor interno en inversiones de tipo fondo mutuo o inversiones de tipo fondo indexado. También debe revisar las pólizas tradicionales de seguro de vida entera, ya que se puede generar una cantidad de dinero en efectivo considerable en la póliza que no se usa de manera eficiente. Para las pólizas de bajo rendimiento o las pólizas de vida entera con excedente de generación de dinero en efectivo, considere intercambiar la póliza por una nueva usando un intercambio libre de impuestos. Además, revise las pólizas de seguro de vida a término para saber cuándo finaliza el plazo y cuándo vencen los derechos de conversión (si los hubiere). Un estratega de seguros de PNC Private Bank® puede ayudarle a revisar sus pólizas.

4. Planificación con tasas de interés

Ciertas técnicas de planificación funcionan mejor en un entorno de tasas de interés altas, mientras que otras funcionan mejor en un entorno de tasas de interés bajas. Al momento de elaborar un plan de sucesión, considere que los fideicomisos benéficos de bienes remanentes y los fideicomisos personales de residencia calificados tienen un mejor rendimiento cuando las tasas de interés son altas, mientras que los fideicomisos de anualidades retenidas por el otorgante (GRAT), los fideicomisos benéficos principales y las ventas a fideicomisos defectuosos tienen mejor rendimiento cuando las tasas de interés son bajas.

5. Planificación de base

En general, salvo excepciones, la base de un activo propiedad del difunto o incluido en el valor del patrimonio bruto del difunto para fines del impuesto de sucesión federal (y sujeto al impuesto de sucesión federal) recibe una nueva base igual al valor justo de mercado del activo que tiene en la fecha del fallecimiento o la fecha de valuación alternativa. (Los ingresos en relación con un difunto, como las cuentas individuales para la jubilación y los planes que califican, no reciben una nueva base). En cuanto a los activos que son propiedad de un fideicomiso irrevocable, cuyo valor no está incluido en el patrimonio bruto del difunto, en general, no reciben una nueva base. Los activos que han sido conservados en el fideicomiso durante cierto tiempo pueden tener bases muy bajas en comparación con sus valores de mercado, lo que resulta en grandes ganancias de capital no realizadas. Si el beneficiario de un fideicomiso no ha usado la exclusión del impuesto de sucesión, considere modificar el fideicomiso para que su valor hasta el monto de exclusión no utilizado del beneficiario se incluya en el patrimonio bruto de ese beneficiario cuando este fallezca (también, seleccione los activos con menor base para esta inclusión).

Se puede aplicar un principio similar a los fideicomisos de otorgante. El otorgante de un fideicomiso de intencionalmente defectuoso paga el impuesto federal (y posiblemente el estatal) sobre la renta del fideicomiso, pero el valor del fideicomiso se excluye del patrimonio bruto del otorgante (y no está sujeto al impuesto sobre sucesiones). Con frecuencia, para crear un fideicomiso de otorgante, la persona que creó y financió el fideicomiso conserva el poder de intercambiar los activos en el fideicomiso por otros activos de valor equivalente. Si un fideicomiso de otorgante tiene activos apreciados antes del fallecimiento del otorgante, considere intercambiar los activos apreciados del fideicomiso por dinero en efectivo del otorgante u otros activos de base alta. Al momento del fallecimiento del otorgante, debido a que el otorgante ahora es dueño de los activos de base baja, las ganancias de capital no realizadas de los activos se eliminarán, ya que los activos reciben una nueva base equivalente a su valor de mercado. Si el otorgante no tiene suficiente dinero en efectivo para el intercambio de activos, se debe considerar pedir un préstamo para financiar el intercambio.

6. Planificación del impuesto sobre los ingresos

Los fideicomisos simples tienen la obligación de distribuir sus ingresos cada año y no distribuir el capital. Por otro lado, los fideicomisos complejos pueden o no distribuir los ingresos y el capital cada año (ganancias de capital, aunque se gravan como ingresos, normalmente se asignan al capital del fideicomiso). Los ingresos distribuidos de un fideicomiso como ingresos netos distribuibles (DNI, por sus siglas en inglés) se incluyen en los ingresos brutos de los beneficiarios del fideicomiso que reciben dichos ingresos, y tales beneficiarios pagan el impuesto sobre los ingresos correspondiente. Un fideicomiso paga el impuesto sobre los ingresos correspondiente a los ingresos que retiene. Los fideicomisos, por lo general, alcanzan las tasas marginales superiores del impuesto sobre los ingresos federal con niveles de ingresos más bajos que los de las personas físicas. Por ejemplo, en 2025, un fideicomiso pagará el impuesto sobre los ingresos ordinarios según la tasa marginal máxima del 37 % de los ingresos gravables que superen los $15,650. Compárelo con una persona casada que presenta una declaración conjunta del impuesto sobre los ingresos quien paga dicho impuesto según la tasa marginal máxima del 37 % sobre los ingresos gravables que superen los $751,600. Con respecto al impuesto sobre ganancias de capital, los fideicomisos alcanzan la tasa del 20 % cuando los ingresos superan los $15,900, mientras que una persona casada que presenta una declaración de impuestos conjunta alcanza la tasa del 20 % cuando los ingresos gravables superan los $600,050. (Algunos estados también imponen impuestos sobre los ingresos, pero no se describen aquí).

Al considerar la carga combinada del impuestos sobre los ingresos de un fideicomiso y sus beneficiarios, el hecho de distribuir los ingresos cada año a los beneficiarios del fideicomiso (en lugar de acumular los ingresos en el fideicomiso) puede generar una menor obligación del impuesto sobre los ingresos en general. Desde luego, no siempre es posible ni aconsejable distribuir los ingresos a los beneficiarios del fideicomiso. Por ejemplo, un fideicomisario (a menos que los términos del fideicomiso se lo exijan) no debería distribuir los ingresos del fideicomiso a un beneficiario que sea menor de edad, o que sufre una adicción o enfrenta reclamos considerables de sus acreedores. Además, un fideicomisario tal vez prefiera acumular los ingresos en un fideicomiso que esté exento del impuesto de transferencia intergeneracional, asumiendo hoy el impuesto sobre los ingresos a cambio de los posibles ahorros futuros en el impuesto de sucesión.

7. Aproveche los poderes de designación

Las circunstancias familiares pueden cambiar con el tiempo. Hay personas que nacen y otras que mueren. Los hijos crecen, se casan y tienen sus propios hijos. Se obtiene riqueza, la cual es gastada o despilfarrada. Las circunstancias familiares no son las únicas que cambian, las leyes también pueden cambiar. Considere cómo las leyes fiscales han cambiado con los años. Aunque en algunos estados se ha vuelto posible modificar un fideicomiso irrevocable mediante resoluciones extrajudiciales y la transferencia de bienes de un fideicomiso a otro, lo que incluye un poder de designación conforme a los términos de un fideicomiso al momento de su creación, lo que puede permitir que un beneficiario (u otro titular del poder) altere un fideicomiso según lo permitido en el poder. Un poder de designación es un derecho que el creador de un fideicomiso confiere a otra persona (el titular del poder) para que dirija la enajenación de los bienes especificados. El creador de un poder de designación establece los términos con respecto a cómo se puede ejercer el poder y los pasos que el titular del poder debe seguir para ejercerlo. Si el titular del poder no cumple con los requerimientos del poder de nombramiento, su ejercicio podría ser anulado.

Cuando revise sus planes, debe asegurarse de revisar los fideicomisos para los cuales usted posea un poder de designación. Quizás le convenga ejercer el poder para cambiar el fideicomiso para que se ajuste a las circunstancias nuevas o modificadas. Crear un poder de designación en un fideicomiso nuevo, o bien, ejercer (o no ejercer) el poder de designación de un fideicomiso existente puede tener consecuencias fiscales y afectar la forma en que los beneficiarios reciben los bienes del fideicomiso. Asegúrese de consultar a un abogado con experiencia cuando considere crear, ejercer o no ejercer un poder de designación.

8. Revise sus documentos

El cambio es lo único constante en la vida. Por ende, es prudente revisar sus documentos del plan de tanto en tanto para ver si las circunstancias han cambiado de modo que afectarían su plan. Quizás ha nacido un integrante en la familia o uno ha fallecido. Tal vez un hijo o nieto ha contraído un problema de salud o de otro tipo. Quizás, la persona a la que nombró como albacea o fiduciario se ha mudado o perdió la capacidad de hacer dicho trabajo. Estos y otros cambios de circunstancias, que son demasiados para enumerarlos aquí, deben hacer que considere actualizar sus documentos del plan. Incluso si ha creado un fideicomiso irrevocable, algunas leyes estatales permiten que se modifique. Asegúrese de que sus documentos estén al día para que se cumplan sus deseos.

9. La ley estatal importa

Las leyes pueden variar en gran medida de un estado a otro. Por ejemplo, algunos estados tienen un alto impuesto sobre los ingresos personales, mientras que otros no tienen un impuesto sobre los ingresos personales. Algunos estados exigen que los fideicomisos tengan una fecha de finalización, mientras que otros permiten que los fideicomisos duren para “siempre”. Al momento de planificar, considere qué ley estatal ayudaría a cumplir mejor sus metas. Por ejemplo, incluso si usted vive en un estado con una tasa de impuestos alta, puede ser posible reducir el impuesto sobre los ingresos estatal al crear y financiar fideicomisos en un estado con leyes de fideicomisos favorables, como Delaware. Asegúrese de buscar asesoramiento legal, tanto en su estado de residencia como en el estado donde intenta crear el fideicomiso, para comprender cómo las leyes estatales de cada estado se pueden aplicar a sus circunstancias específicas.

10. No lo haga solo

Las personas exitosas tienen redes de apoyo, grupos de profesionales, amigos, asociados comerciales y otras personas con quienes analizar sus ideas, planes y metas. La planificación de sucesión y la planificación financiera no son diferentes. PNC Private Bank tiene profesionales que pueden trabajar con su asesor legal, de impuestos y otros asesores para ayudarle a lograr sus metas personales y financieras. Para acceder a cualquier recurso de PNC, comuníquese con cualquier miembro de su equipo de PNC.