¿Importa dónde los inversionistas ahorran su dinero? ¿Importa si su dinero se encuentra en la cuenta de un plan 401(k), una cuenta individual para la jubilación (IRA), una cuenta IRA Roth o una cuenta de inversión gravable? Dónde se invierten los activos importa más de lo que uno se imagina. Según el Código de Impuestos Internos (IRC), ninguno de esos tipos de cuentas es creada igual. 

Hay tres categorías fiscales principales en las que se pueden invertir los ahorros: con impuestos diferidos, sujetos a impuestos y libre de impuestos. La categoría de inversión con impuestos diferidos incluye instrumentos de ahorro como las cuentas IRA, los planes 401(k), las pensiones, los planes 457(b) y los planes 403(b), entre otros.

En estas cuentas, las contribuciones por lo general se realizan en dólares antes de impuestos. Esto significa que el dinero contribuido aún no ha sido gravado por ningún organismo de gobierno estatal, local o federal. Los inversionistas no pagan impuesto alguno sobre las ganancias o las contribuciones sino hasta el momento en que realizan retiros de la cuenta. En general, las distribuciones realizadas de estas cuentas se gravan a manera de ingresos ordinarios. 

La categoría gravable incluye las cuentas en las que los inversionistas realizan contribuciones después de impuestos. A diferencia de las cuentas con impuestos diferidos, estas contribuciones han sido gravadas por el gobierno estatal, local y federal. En una cuenta de inversión gravable, los inversionistas pagan el impuesto sobre la renta correspondiente a los intereses, dividendos y ganancias de capital que la cuenta realiza cada año. Los dividendos calificados y las ganancias de capital a largo plazo se gravan conforme a tasas preferenciales, con un máximo del 20 % (en 2023). Los intereses, los dividendos no calificados y las ganancias de capital a corto plazo se gravan como ingresos ordinarios mediante la aplicación de tasas que pueden llegar hasta un 37 % en 2023.

La categoría final es la de inversiones libres de impuestos. Estos instrumentos de inversión incluyen las cuentas IRA Roth, los planes Roth 401(k) y (en general) las pólizas de seguro. De manera similar a las cuentas de inversión gravable, las contribuciones realizadas a estas cuentas se hacen en dólares después de impuestos. Sin embargo, a diferencia de la cuenta de inversión gravable, el crecimiento de la cuenta está protegido de los impuestos sobre ingresos ordinarios y los impuestos sobre ganancias de capital. Además, si se siguen las reglas adecuadas, el crecimiento y las distribuciones de estas cuentas de inversión libres de impuestos pueden permanecer sin gravamen.

¿Por qué hay tantas opciones? ¿Por qué esto es importante? Trabajar con un asesor para identificar una combinación de inversiones entre las tres opciones diferentes es un esfuerzo que vale la pena. 

La situación de cada persona es diferente y se debe evaluar de forma separada. Sin embargo, a continuación se describen algunas de las ventajas y desventajas de cada tipo de cuenta. 

Cuenta con impuestos diferidos

Ventajas 

  • Puede haber una deducción o un aplazamiento del impuesto sobre la renta durante el año de la contribución.
  • Las ganancias de capital y los ingresos generados en la cuenta por lo general no se gravan sino hasta que se distribuyen los fondos.
  • Existen algunos límites de ingresos con respecto a las contribuciones realizadas a los planes 401(k), 403(b) y 457(b).
  • La cuenta puede estar protegida contra las demandas de los acreedores.

Desventajas

  • Todas las distribuciones se gravan como ingresos ordinarios, y la tasa puede ser de hasta un 37 % (en 2023).
  • El IRC requiere distribuciones mínimas cuando el titular de la cuenta cumple los 73 años edad en el caso de las personas que cumplieron 72 años después del 31 de diciembre de 2022. En el caso de los titulares de cuentas que nacieron después del 30 de junio de 1949 y cumplan 70 años y medio de edad después de 2019, se requieren distribuciones mínimas a la edad de 72 años. En el caso de los titulares de cuentas que nacieron antes del 1ro de julio de 1949, se requieren distribuciones mínimas a la edad de 70 años y medio. 
  • La base del costo de impuestos de los activos de la cuenta con impuestos diferidos, como los planes de jubilación y las cuentas IRA, no reciben un ajuste conforme al valor justo de mercado tras el fallecimiento del titular de la cuenta y, en el caso de las cuentas cuyos titulares fallezcan después del 31 de diciembre de 2019, la mayoría de los herederos (que no sean el cónyuge) deben realizar la distribución completa (y pagar los impuestos correspondientes) de dichas cuentas a más tardar el 31 de diciembre del décimo año posterior al fallecimiento del titular.[1]
  • Existe un umbral límite de ingresos correspondiente a la deducibilidad de las contribuciones realizadas a cuentas IRA.
  • Existen límites de contribución para los planes IRA, 401(k), 403(b) y 457(b).

Cuenta gravable

Ventajas

  • Los dividendos calificados y las ganancias de capital a largo plazo de la cuenta tienen tasas de impuestos preferenciales cuyo tope es del 20 % en 2023.
  • Cuando el titular de la cuenta fallece, los activos de la cuenta reciben un reajuste de valor para la siguiente generación.
  • No hay reglas con respecto a cuándo se puede acceder al dinero para utilizarlo.

Desventajas

  • Los activos de la cuenta no están protegidos del impuesto sobre la renta actual. Todos los intereses, dividendos y ganancias de capital que se generan en la cuenta actualmente se gravan.
  • A menos que la cuenta sea protegida por un fideicomiso tipo spendthrift (brinda protección contra demandas de acreedores y gastos excesivos), puede estar sujeta a las demandas de los acreedores. 

Cuentas libres de impuestos

Ventajas

  • Por lo general el crecimiento de la cuenta no se grava, siempre que se sigan las leyes que permiten que la cuenta esté libre de impuestos, además de seguir las disposiciones de la cuenta.
  • Las distribuciones de la cuenta, incluidas las ganancias de capital, pueden estar libres de impuestos.
  • No hay distribuciones mínimas requeridas (RMD) adicionales a las de los planes Roth 401(k).[2]
  • Cuando una persona hereda la cuenta, aunque es posible que los activos se tengan que distribuir desde la cuenta dentro de un plazo de 10 años, las distribuciones siguen estando exentas del impuesto sobre la renta.

Desventajas

  • Las contribuciones de dinero se hacen después de impuestos, por lo que no se hace una deducción del año en curso por las contribuciones.
  • No hay un umbral límite de ingresos con respecto a las contribuciones realizadas a las cuentas IRA Roth.
  • Hay límites con respecto al monto que se puede contribuir a una cuenta IRA Roth y a una cuenta Roth 401(k).
  • Es posible que el seguro de vida sea costoso, dependiendo del estado de salud actual del asegurado, su edad y otros factores.


Ubicación de activos

¿Qué tipo de activo se debe mantener en cada tipo de cuenta? Es aquí donde la ubicación de activos se convierte en parte de la conversación. La ubicación de activos es una estrategia para reducir al mínimo los impuestos que busca determinar el tipo de inversiones que se deben mantener en cuentas con impuestos diferidos y en cuentas libres de impuestos, en comparación con qué tipo de inversiones se deben mantener en cuentas gravables. 

Esta estrategia también debe tener en cuenta otros factores relevantes para el inversionista y los activos, tales como los cambios a las leyes tributarias y los periodos de retención, así como las metas y objetivos del inversionista

Esta estrategia no sustituye la asignación de activos, la cual toma en cuenta la tolerancia al riesgo general del inversionista, así como su combinación deseada de acciones, bonos e inversiones alternativas. La planificación de la ubicación de activos se debe realizar una vez que se haya determinado la asignación de activos del inversionista. Por ejemplo, si la tolerancia al riesgo de una persona la conduce a una cartera con una combinación compuesta por un 60 % de acciones y un 40 % de bonos (lo que se denomina una cartera equilibrada), esto no significa que cada una de las cuentas se deba asignar de esa manera. Las clases de activos de cada una de las múltiples cuentas del inversionista se pueden ponderar de forma diferente de tal manera que cuando los activos de todas las cuentas sean vistos de forma conjunta, sus saldos combinados logren la asignación de activos deseada de la manera más eficiente en términos tributarios. Como resultado, la cartera equilibrada se obtendría al coordinar las inversiones en todas las cuentas gravables, con impuestos diferidos y libres de impuestos, en lugar de tener la misma asignación de activos en cada cuenta individual. 

En las cuentas con impuestos diferidos en las que los impuestos se pagan con tasas de ingresos ordinarios, como dinero que se retira de la cuenta, las ganancias de capital y los dividendos calificados pierden el beneficio del tratamiento de tasa impositiva preferencial. Las tasas de ingresos ordinarios pueden ser de hasta un 37 % (tasas de 2023), mientras que las ganancias de capital a largo plazo y los dividendos calificados provenientes de una cuenta gravable tienen tasas de impuestos preferenciales que no superan el 20 % (tasas de 2023). Mantener las acciones en una cuenta gravable permite al inversionista aprovechar el tratamiento fiscal preferencial que aplica las tasas de impuestos de ganancias de capital a los dividendos calificados y a las ganancias de capital a largo plazo.

Las inversiones que generan ingresos por interés y un flujo de caja regular, como los pagarés, los bonos (con excepción de los intereses derivados de determinados bonos municipales) y los fideicomisos de inversión en bienes raíces (REIT), se gravan como ingresos ordinarios con tasas de hasta un 37 %, sin importar el tipo de cuenta de inversión en el que se conserven (en 2023). Debido al tratamiento fiscal de estos fondos, los inversionistas quizás deban proteger los ingresos provenientes de dichos activos en una cuenta con impuestos diferidos y en general retrasar el pago de impuestos hasta que el dinero sea retirado de la cuenta. Si los impuestos no se protegieran y en lugar de ello se mantuvieran en una cuenta gravable, los ingresos provenientes de dichos tipos de inversiones se gravarían cada año como ingresos ordinarios. Las distribuciones realizadas a partir de una cuenta con impuestos diferidos se gravan como ingresos ordinarios, sin importar el tipo de fondos que contenga. Como tal, puede ser favorable tener bonos gravables y REIT en una cuenta con impuestos diferidos en la que los ingresos anuales estén protegidos de los impuestos y las distribuciones se graven de la misma manera que los ingresos ordinarios.

Las inversiones que normalmente implican una factura de impuestos más alta, como los fondos de cobertura, las sociedades de participación limitada (master limited partnerships, MPL), y las inversiones en el extranjero, o las inversiones que tienen el potencial de aumentar su valor rápidamente, se pueden colocar en una cuenta de inversión que no esté sujeta a impuestos. En estas cuentas, las inversiones reciben la oportunidad de crecer sin el obstáculo del costo de impuestos que normalmente se impone a estas. Por ejemplo, si el fondo de cobertura o la MLP se encuentra en una cuenta IRA Roth o en un contrato de seguro de vida, se permitirá que dicha inversión crezca cada año sin tener que pagar impuestos potencialmente elevados.[3]

Además, las distribuciones pueden estar libres de impuestos si se observan las leyes tributarias especiales que se aplican al activo o a la cuenta. Esto podría permitir que el inversionista tenga exposición a estos tipos de inversiones y diversifique sus valores de inversión al tiempo que se disminuye el costo de los impuestos.

Para fines ilustrativos, supongamos que los activos de acciones se asignan a una cuenta gravable y los activos de bonos gravables se asignan a una cuenta con impuestos diferidos. Con base en estos parámetros, observa cómo la estrategia adecuada de ubicación de activos beneficia al inversionista y a sus herederos:

  • Por lo general, el titular de una cuenta con impuestos diferidos debe pagar el RMD a determinada edad (según lo dispuesto en el IRC), que en ese caso provendrían de una cuenta con un riesgo menor y menos crecimiento potencial. 
  • Además, los herederos de los bienes podrían heredar una cuenta con impuestos diferidos más pequeña debido a que los bonos tienen un menor potencial de crecimiento. Esto puede ser benéfico, ya que cuando las cuentas de titulares que fallezcan después del 31 de diciembre de 2019 sean heredadas, la mayoría de los herederos (que no sean un cónyuge) deben realizar la distribución total (y pagar el impuesto sobre la renta ordinario correspondiente) de dichas cuentas a más tardar el 31 de diciembre del décimo año posterior al fallecimiento del titular, teniendo un saldo menor. 
  • Por el contrario, la cuenta gravable podría crecer para llegar a un monto más alto, teniendo en cuenta el potencial de crecimiento de las acciones. Dichos activos recibirían un ajuste de la base de costo fiscal conforme al valor justo de mercado cuando sean transferidos a los herederos tras el fallecimiento del titular de la cuenta. 
  • Por último, puede ser sumamente benéfico heredar una cuenta libre de impuestos, debido a que, cuando dichos fondos se transfieren a los herederos del inversionista tras el fallecimiento del titular de la cuenta, no se paga impuesto sobre la renta y la cuenta puede conservar su naturaleza libre de impuestos durante cierto periodo de tiempo (en el caso de los fallecimientos que ocurran después del 2019, por lo general dicho periodo es de hasta 10 años, a menos que se aplique una excepción). Aunque la base de costo de impuestos de un activo libre de impuestos no recibe un ajuste conforme al valor justo de mercado tras el fallecimiento del titular de la cuenta, por lo general no se requiere que los herederos paguen el impuesto sobre la renta correspondiente a las distribuciones de la cuenta.

La siguiente tabla presenta la visualización de la ubicación en la que los activos se podrían colocar en los tipos de cuentas descritas anteriormente.

Tabla 1. Posibles implicaciones fiscales de la colocación de activos

  Implicaciones fiscales Impuestos diferidos Libres de impuestos Gravable
Títulos valores municipales y fondos mutuos (libres de impuestos) Exentos      X
Títulos valores accionarios (de largo plazo)  Gravados conforme a las tasas de ganancias de capital de largo plazo X X X
Fondos indexados / Fondos cotizados en bolsa (excluye los REIT)  Gravados conforme a las tasas de ganancias de capital de largo plazo  X X X
Fondos mutuos y cuentas administradas (con administración de impuestos)  Gravados conforme a las tasas de ganancias de capital de largo plazo      X
REIT Gravados conforme a tasas de ingresos ordinarios  X X  
Fondos mutuos accionarios  Gravados conforme a tasas de ingresos ordinarios  X X  
Bonos y fondos de bonos gravables  Gravados conforme a tasas de ingresos ordinarios  X X  

Fuente: PNC

En resumen, la ubicación de activos tiene el potencial de beneficiar la estrategia y las metas del inversionista, aunque también puede obstaculizar la estrategia o incluso impedir que un inversionista logre dichas metas si no se administra adecuadamente.

Tanto las cuentas gravables como las cuentas con impuestos diferidos y las cuentas libres de impuestos tienen ventajas y desventajas, y pueden resultar adecuadas cuando se utilizan de manera conjunta en tu cartera. 

Para discutir el impacto que la asignación de activos tiene en tus metas e inversiones, ponte en contacto hoy con tu asesor de PNC Private BankSM  hoy mismo.