Se está produciendo una transferencia de patrimonio en los Estados Unidos, la cual abarca generaciones. Más del 20 por ciento de la población estadounidense pertenece a la generación Baby Boomer, la cual controla más del 50 por ciento del patrimonio familiar en el país y, a medida que pasa el tiempo, tendrá una población mayoritariamente compuesta por mujeres.

A medida que un mayor número de mujeres se convierten en las líderes financieras de su familia o heredan la responsabilidad de su patrimonio familiar, gran parte de los billones de dólares de activos invertibles de los Estados Unidos serán controlados por mujeres. Mientras se produce dicha transferencia de patrimonio, las mujeres están navegando un entorno que tradicionalmente ha sido controlado por los hombres.

“Existe la noción generalizada, aunque errónea, de que administrar las finanzas familiares y las relaciones financieras son cargos principalmente para los hombres”, dijo Carole Brown, jefa del Grupo de Gestión de Activos de PNC. “Dichos supuestos siempre han sido equivocados. Y en la medida que un mayor número de mujeres asumen el cargo de tomar las decisiones financieras de sus familias, es fundamental que el sector de administración patrimonial se adapte a esta demografía cambiante”.

Pese a dicha demografía cambiante y al avance que se ha logrado en el sector de administración patrimonial, las mujeres siguen enfrentando un entorno financiero sin igualdad de condiciones por varios motivos.

Ingresos y salarios

Según el Departamento de Trabajo de los Estados Unidos, las mujeres que trabajan a tiempo completo en promedio reciben apenas el 83.7 por ciento del salario que se paga a los hombres. El efecto acumulativo que esa brecha genera con el tiempo significa que las mujeres tardarían 257 años en igualar a los hombres en términos económicos, según un informe realizado en 2020 por el Foro Económico Mundial. Además, la diferencia salarial representa una menor acumulación de patrimonio y activos invertibles para las mujeres con el paso del tiempo.

En 2021, PNC realizó el lanzamiento del Proyecto 257 a fin de abordar algunos de los generadores clave de la brecha económica de género, que incluyen el acceso desigual al crédito y la baja representación en la fuerza laboral, así como para servir como un modelo a seguir para una mejor igualdad salarial.

“Las mujeres y las empresas por igual han logrado un avance formidable en cuanto a cerrar la brecha económica y de compensación de género, aunque aún falta mucho por hacer”, dijo Brown.

Patrimonio y activos

Los salarios y los ingresos solo forman parte de la brecha financiera más amplia que enfrentan las mujeres, ya que la propiedad de activos y el patrimonio total también muestran una desigualdad. Según un informe realizado por el Banco de la Reserva Federal de St. Louis, las familias dirigidas por mujeres tienen un patrimonio promedio de 55 centavos por cada dólar de patrimonio que tienen las familias dirigidas por hombres. Eso puede significar diferencias en activos de jubilación, activos inmobiliarios y apoyo para empresas de las que se es propietario.

La desigualdad en cuanto al patrimonio y activos se puede atribuir a las diferencias salariales, las responsabilidades de cuidar de niños y adultos mayores que, de manera desproporcionada, son realizadas por mujeres, y las brechas de educación financiera.

“Está bastante documentado que, a menudo, se espera que las mujeres dejen de trabajar para actuar como cuidadoras, tanto de niños pequeños como de parientes ancianos, y esto puede generar un impacto negativo en su trayectoria profesional y potencial de ingresos a largo plazo”, dijo Brown.

Cómo navegar un espacio incómodo

Debido a que la administración del patrimonio familiar ha sido históricamente designada como algo que los hombres deben manejar, y debido a que el sector de administración patrimonial en ocasiones se ha estructurado de tal manera que sigue esta línea de pensamiento, es probable que exista una brecha general en cuanto a la educación financiera y la confianza entre los géneros. Un estudio de investigación realizado en 2021 por el Global Financial Literacy Excellence Center (Centro de Excelencia de Educación Financiera Global) de George Washington University indicó que las mujeres tienen menos educación financiera que los hombres, pero que gran parte de esa brecha se puede atribuir a la falta de confianza y no a la falta de conocimiento.

Una menor confianza en torno a la toma de decisiones financieras o la administración del dinero en general en definitiva puede contribuir a las brechas de ahorros para la jubilación, participación en inversiones y acumulación de patrimonio.

Sin embargo, a pesar de los desafíos y las brechas patrimoniales que enfrentan las mujeres, los expertos coinciden en que hay espacio para el optimismo.

“No hay duda de que nos falta mucho por hacer, pero el sector de administración patrimonial está logrando un avance significativo al abordar la manera en la que los temas sobre el patrimonio o relacionados con el patrimonio se dan a conocer a nuestra clientela cada vez más diversa, incluidas las mujeres”, dijo Brown. “Sigo siendo optimista con respecto a que continuaremos cerrando las brechas patrimoniales que las mujeres normalmente han enfrentado, y que todas las mujeres tendrán un futuro financiero prometedor”.