Las colecciones de arte son curadas con pasión y cuidado. Estas a menudo representan una parte importante del legado de una familia, haciendo que su administración esté cargada de consideraciones financieras y a menudo emocionales. Las pinturas, esculturas, antigüedades y demás objetos valiosos que ha coleccionado durante su vida pueden representar una parte importante del legado de su familia. Decidir el futuro de sus obras de arte puede ser un asunto difícil, emotivo, complejo y sumamente personal.
Hay muchas maneras para transferir sus obras de arte después de su defunción. Quizás vea sus obras de arte colgadas en los muros de un museo o quizás beneficien a una organización benéfica. Tal vez quieras inculcar el amor al arte en tu familia y esperar que tus herederos se conviertan en administradores de tu colección. Cuando se trata del legado que desea crear con sus obras de arte, a continuación se mencionan algunas cosas que debe considerar y discutir con sus asesores fiscales y legales.
1. Donaciones a familiares
Antes de hacer una donación de obras de arte a familiares, es importante que tenga una conversación honesta y reflexiva con ellos en cuanto a las responsabilidades de poseer esta valiosa propiedad. En ocasiones los familiares que disfrutaban de una colección de arte y la apreciaban mientras usted se hacía cargo de su cuidado pueden sentirse incómodos de recibirla y asumir las responsabilidades de conservarla, preservarla y cuidarla. Por otro lado, es posible que algunos familiares deseen poseer su colección pero no son conscientes de los costos necesarios para albergar, asegurar, proteger y mantener la colección, ni pueden pagar dichos costos.
Hay muchos aspectos que se deben considerar al transferir activos únicos, como lo son las obras de arte, a sus familiares. Debido a que cada familia (y cada familiar) es único, no existe un enfoque universal con respecto a la transferencia de su colección. Aunque la enajenación será tan única como lo es su familia, puede considerar lo siguiente:
- Si un familiar tiene un amor más profundo por el arte que los demás (y puede cuidar adecuadamente de las obras de arte), puede ser conveniente donar o legar la colección a dicha persona y donar o legar los demás activos a otros familiares.
- Quizás cada uno de sus familiares deba recibir algunas piezas de su colección. De esta manera, cada familiar puede recibir sus obras favoritas (lo que puede dar lugar a un menor número de discusiones familiares). Asegúrese de considerar las disposiciones de resolución de disputas en caso de que dos o más familiares quieran la misma obra.
- Es posible transferir su colección completa a varios familiares en calidad de copropietarios. Sin embargo, donar una colección completa a varias personas en calidad de copropietarios puede generar dificultades administrativas, así como conflictos en la familia.
Si realiza la donación en vida de las obras de arte a sus familiares, no debe poseerlas (ni exhibirlas) después de realizar la donación si no paga al nuevo propietario la compensación justa de mercado por el uso de las mismas. No pagar la compensación por el uso de la propiedad que usted ha donado probablemente provocará que el valor de la misma se incluya en su patrimonio bruto y sea objeto del impuesto de sucesión tras su defunción.[1]
Consecuencias fiscales
Realizar la transferencia de sus obras de arte en vida mediante su donación o legarlas tras su defunción puede tener consecuencias fiscales tanto para el cedente como para el beneficiario.
Los Estados Unidos impone un impuesto sobre donaciones a las transferencias realizadas en vida y un impuesto de sucesión a las transferencias realizadas tras la defunción. El impuesto de transferencia transgeneracional es un impuesto adicional a las transferencias que se saltan una o varias generaciones. En general, las transferencias realizadas directamente a un cónyuge o las transferencias realizadas a un fideicomiso que beneficia a un cónyuge, siempre que cumplan ciertos requisitos, no son objeto del impuesto sobre donaciones ni del impuesto de sucesión.[2] En el caso de las donaciones o legados para otras personas, existe una exclusión del impuesto sobre donaciones y del impuesto de sucesión, que en 2023 asciende a $12.92 millones y en 2024 será de $13.61 millones.[3] En la medida que se utilice la exclusión en vida, no se dispondrá de dicha exclusión al momento de la defunción. Se impone un impuesto sobre donaciones o un impuesto de sucesión a las transferencias cuyo valor supere el monto de exclusión no utilizado del cedente. La apreciación de la propiedad transferida durante la vida del donante en general exenta el impuesto de sucesión tras la defunción del donante.
El hecho de que una transferencia se realice durante la vida del donante o tras su defunción puede generar diferentes resultados para los efectos del impuesto sobre los ingresos. En general, ni una donación realizada en vida ni un legado realizado tras la defunción son objeto del impuesto sobre los ingresos al momento de su recepción.[4] Sin embargo, el beneficiario de una donación realizada en vida por lo general recibe la propiedad con el valor base del donante,[5] mientras que, sujeto a ciertas excepciones, el beneficiario de un legado después de la defunción recibe la propiedad sobre un nuevo valor base equivalente al valor de mercado de la propiedad correspondiente a la fecha de defunción del finado o la fecha de valuación alternativa.[6] Por lo tanto, el beneficiario de la donación de una obra de arte de un donante en vida cuyo valor se ha apreciado no solo recibe la obra de arte, sino además las ganancias de capital no realizadas.
2. Vender tus obras de arte
Tal vez usted decida que el mejor enfoque es vender sus obras de arte. Por ejemplo, vender sus obras de arte puede evitar discusiones familiares, en particular si más de una persona desea una pieza o varias piezas en particular. Venderlas también puede brindarle liquidez, lo que puede tener una importancia particular, ya que el impuesto de sucesión federal (y quizás el estatal) vence nueve meses después de su defunción. Vender sus obras de arte también puede reducir sus gastos y aumentar sus ingresos al convertir un activo que cuesta dinero mantener en activos de inversión que pueden generar ingresos. Por último, es mucho más fácil dividir el efectivo líquido entre sus beneficiarios (incluidas las organizaciones benéficas).
Consecuencias fiscales
Las obras de arte que se conservan en una colección representan activos de capital. Si vende sus obras de arte por un precio mayor a su valor base, obtendrá una ganancia de capital. Si sus obras de arte han sido de su propiedad durante un año o menos, la ganancia es una ganancia de capital a corto plazo y sería objeto de impuestos conforme a las tasas ordinarias del impuesto sobre los ingresos. Si sus obras de arte han sido de su propiedad durante más de un año, la ganancia es una ganancia de capital a largo plazo.[7] Las obras de arte son coleccionables.[8] La ganancia de capital a largo plazo sobre la venta o el intercambio de las obras de arte es una “ganancia sobre artículos coleccionables” y es objeto del impuesto sobre ganancias de capital a una tasa de impuesto del 28 %.[9] Además, si se cumplen determinados límites de ingresos, es posible que la ganancia también sea objeto de un impuesto sobre los ingresos de inversión netos del 3.8 %.[10]
Como se describió anteriormente, si realiza la transferencia de sus obras de arte tras su defunción, esta recibirá un ajuste en su valor base, lo que hará que su valor base sea equivalente a su valor de mercado en dicha fecha o la fecha de valuación alternativa.[11] Por consiguiente, se eliminaría la ganancia de capital no realizada y la venta realizada según el valor en la fecha de su defunción (o en la fecha de valuación alternativa) no generaría un impuesto sobre ganancias de capital. Sin embargo, el valor de las obras de arte se incluiría en su patrimonio bruto y, en la medida que sus bienes gravables superen su monto de exclusión restante correspondiente, sus bienes serían objeto del impuesto de sucesión federal.
3. Donar a un museo
Una manera de crear un legado con sus obras de arte es donarlas a un museo.
- Los museos pueden existir a perpetuidad. Después de recibir la donación, el museo tiene la responsabilidad de albergar las obras de arte y cuidarlas.
- Como parte de la colección de un museo, una obra de arte se podría prestar temporalmente a otra institución de artes, lo que permitiría que más personas la aprecien.
- Un museo puede exhibir sus obras de arte en sus catálogos u otros materiales incluso antes de que realice la transferencia del título de propiedad.
Antes de donar sus obras de arte a un museo, hable de su donación con los curadores y demás administradores del museo para establecer una asociación con el mismo, conocer sus políticas y comprender lo que sucederá con sus obras de arte una vez que usted realice la donación. Si desea establecer condiciones para su donación o implementar restricciones referentes a la misma, debe asegurar que el museo comprenda cuáles son tales condiciones y restricciones y debe asegurar que el museo las acepte antes que usted realice la donación. Debe asegurar que su abogado colabore con el personal y el abogado del museo para documentar la donación correctamente, en particular si su donación va acompañada de condiciones o restricciones. Si realiza una donación sin restricciones, a continuación presentamos algunas cosas que debe tener en cuenta:
- Donar su colección de arte a un museo no garantiza que esta será exhibida. Podría ser colocada en almacenamiento, o bien, una o varias obras se podrían vender (aunque vender partes de una colección a menudo es mal visto por otros donantes, organizaciones que otorgan subvenciones y otros museos).
- Si un museo tiene una superabundancia de obras de un artista en particular, es posible que no acepte su donación si esta suma al número de obras de dicho artista. Además, es posible que su donación no sea aceptada si no coincide con el enfoque o propósito del museo.
- Ciertos tipos de obras de arte son mejores candidatas para donación que otras.
- Es posible que los museos solo deseen recibir una parte de su colección. En tal caso, solo una parte de su colección puede ser apta para donación, lo cual requiere que enajene las partes restantes de otras maneras.
- Su familia pierde el valor de las obras de arte donadas a un museo. Si las obras de arte forman una gran parte de su patrimonio neto, considere sustituir el patrimonio que su familia ha perdido con otro activo, por ejemplo, el beneficio por defunción de un seguro de vida.
Donaciones prometidas
Una donación prometida (que en ocasiones se denomina compromiso) es un acuerdo legalmente vinculante e irrevocable mediante el cual un donante se compromete a donar una obra de arte a un museo en un momento futuro. Si no desea establecer ese compromiso irrevocable con la realización de tal donación en vida, puede donar la obra de arte a un museo en particular en sus documentos de planificación patrimonial. Su testamento (o fideicomiso revocable) se puede modificar hasta el momento en que usted fallezca o esté mentalmente incapacitado.
Su acuerdo con el museo debe impedir que este venda la obra de arte que usted done durante cuando menos tres años a partir de la fecha de la donación. Una venta que se realice dentro de un plazo de tres años podría poner en riesgo cualquier deducción benéfica del impuesto sobre los ingresos que usted haya recibido. Desde luego, no se permitirá realizar ninguna deducción benéfica del impuesto sobre los ingresos sino hasta que en sí se haya realizado la donación.
Los beneficios fiscales están sujetos a reglas
Las reglas referentes a la deducción benéfica del impuesto sobre los ingresos pueden ser complejas. En ocasiones deberá corroborar sus donaciones y entregar tasaciones cualificadas al IRS.[12] No seguir las reglas al pie de la letra puede dar lugar a la pérdida de su capacidad para aprovechar la deducción.[13] Es importante trabajar con tasadores, asesores legales y asesores fiscales que tengan experiencia en la realización de donaciones a entidades benéficas.
4. Beneficiar a otros grupos benéficos
Tal vez usted desee que su colección tenga un impacto benéfico más allá de la comunidad de las artes. Si toma la decisión de donar sus obras de arte a una organización benéfica para un propósito no relacionado con las artes, considere si sería mejor donar la obra a la organización o venderla y donar el dinero en efectivo.
Si las obras de arte no se utilizan de una manera que se relacione con la misión benéfica de la organización, la donación no satisfará la regla de uso relacionado.[14] En ese caso, el monto que podrá deducir (antes de que se apliquen otras restricciones) se reducirá a razón de la ganancia de capital que habría obtenido si hubiese vendido la propiedad según su valor de mercado al momento de realizar la donación. Por consiguiente, su deducción se limitaría al valor base de la propiedad.[15]
Existe otro motivo por el cual tal vez le convenga vender las obras de arte y simplemente donar las ganancias a la organización benéfica. Si detallas las deducciones y realizas contribuciones benéficas, es posible que puedas deducir en tu declaración del impuesto sobre la renta federal el monto de dichas contribuciones, limitado por la aplicación de determinados porcentajes de tu base de contribución. Tu base de contribución es tu ingreso bruto ajustado (AGI) computado sin tener en cuenta cualquier pérdida operativa neta que se traslade al año gravable. Las contribuciones en efectivo realizadas a organizaciones benéficas públicas antes del 1ro de enero de 2026 son deducibles hasta por el 60 % de sus ingresos brutos ajustados (AGI, por sus siglas en inglés).[16]
Por lo tanto, vale la pena analizar si donar las obras de arte apreciadas o venderlas y donar el dinero en efectivo generaría un mayor beneficio fiscal.
Busca ayuda
La enajenación de sus obras de arte puede ser complicada, pues es una decisión que implica cuestiones financieras y en ocasiones emocionales. Al trabajar con sus asesores fiscales y legales, PNC Private Bank® tiene los recursos para ayudar a guiarle durante el proceso de enajenación de obras de arte, que en ocasiones es difícil, lo que incluye Hawthorn Institute for Family Success® y su estratega patrimonial de PNC Private Bank. Para más información, comuníquese con cualquier miembro de su equipo de PNC.