
Un viaje por Argentina en 2008 abrió los ojos de Shelbi Herring a una nueva oportunidad comercial. Aficionada al vino desde hacía mucho tiempo, observó la calidad excepcional de los vinos que se servían allí. “Me di cuenta de que los vinos disponibles en los Estados Unidos no representaban lo mejor de lo que Argentina podía ofrecer”, explica. “Las verdaderas joyas no se exportaban, por lo que el mercado estadounidense se lo estaba perdiendo”.
Herring, una experimentada consultora estratégica con experiencia en muchas facetas de las empresas (estrategia de crecimiento, logística, finanzas, etc.), se sintió inspirada para poner en marcha su primera aventura empresarial: Copa Fina.
“Empecé la empresa con tres bodegas y 14 vinos de Argentina, impulsada por una misión sencilla pero poderosa: poner en contacto bodegas familiares serias con gente que las apreciara. Con los años, dicha misión se ha ampliado a Chile, Nueva Zelanda, España, Italia, Francia y Uruguay”, explica Herring. “Hemos pasado de ser un proyecto personal a una empresa próspera, manteniéndonos siempre fieles a nuestros valores fundamentales de autenticidad, calidad y colaboración”.
Herring compartió sus perspectivas sobre Copa Fina y como propietaria de una empresa:
¿Cómo describe Copa Fina a la gente que conoce?
Copa Fina es una empresa boutique de importación y distribución de vinos basada en las relaciones y en el compromiso con el abastecimiento serio. Trabajamos con bodegas familiares de todo el mundo, gente que cultiva su propia tierra, elabora su propio vino y se preocupa profundamente por su oficio. Nuestra norma es llevar esos vinos al mercado de una forma que represente su integridad y los haga accesibles a minoristas, restaurantes y consumidores.
¿Qué diferencia su empresa de las compañías con las que compite?
No nos consideramos un importador o distribuidor más, sino un socio estratégico. Trabajamos con un alto nivel de servicio, seleccionando una cartera que equilibra vinos emblemáticos, como el Malbec argentino y el Sauvignon Blanc neozelandés, al igual que opciones inesperadas y vanguardistas, como el Riesling chileno. Todas nuestras bodegas practican lo que yo llamo “agricultura consciente”, centrada en métodos de baja intervención y bajo impacto. La mayor parte de los vinos con los que trabajamos son de producción limitada, lo que garantiza un nivel de exclusividad y calidad.
En el aspecto operativo de nuestra pequeña empresa, aplicamos modelos logísticos muy eficientes y orientados técnicamente que nos permiten competir con actores más grandes, al tiempo que ofrecemos un servicio personalizado. Como somos capaces de operar y ejecutar a un nivel inusual para una cartera de nuestro tamaño, podemos competir con compañías mucho mayores que atienden a muchos de los mismos clientes minoristas.
¿Existen riesgos relacionados con la atención a sus distintos clientes?
Alrededor del 95 % de nuestra empresa es mayorista (distribuidores externos, restaurantes y minoristas) y una pequeña parte de las ventas corresponde a consumidores que nos buscan. Cada segmento tiene sus necesidades, lo que puede representar un desafío, pero también una oportunidad.
Los distribuidores independientes necesitan un suministro constante y un apoyo sólido. Los restaurantes y minoristas quieren vinos que los diferencien. Manejar estas distintas expectativas requiere un enfoque a medida, lo que incluye la combinación adecuada de vinos, comunicaciones claras y organizadas y una cadena de suministro que ofrezca calidad y confiabilidad.
Trabajamos con nuestros socios para ayudarlos a desarrollar programas de vino exitosos. Somos estratégicos a la hora de posicionar nuestra cartera, garantizando que nuestros vinos sean atractivos y comercialmente viables para cada tipo de cliente. Debido a que nos centramos en las relaciones y no en las transacciones, hemos podido establecer una empresa que apoya no solo a nuestros clientes, sino también a las bodegas familiares que representamos.
¿Cómo ha crecido su compañía desde sus inicios?
Desde nuestra fundación en 2009, cuando empezamos con 14 vinos, hemos crecido hasta tener más de 200. Aunque es una cantidad pequeña en comparación con otros distribuidores, es intencionada. Nuestro crecimiento nunca ha consistido en agregar más productos por el simple hecho de agregarlos, sino en seleccionarlos cuidadosamente. Cada vino se selecciona estratégicamente para ocupar un lugar diferenciado en el mercado, garantizando que nuestras ofertas se complementen entre sí, en lugar de competir. El crecimiento estratégico de nuestra cartera ha dado lugar a un crecimiento geográfico; hemos reforzado nuestra presencia y nuestro equipo en nuestras tres ubicaciones: California, Nevada y Arizona.
¿En quién confía para recibir asesoramiento empresarial?
Tengo suerte porque he tenido muchos mentores a lo largo del camino. Algunos de mis excolegas que trabajaban en el sector vinícola me ayudaron mucho, y siempre he hablado con otros importadores, así como con colegas de toda la cadena de suministro. Pero atribuyo gran parte del mérito a nuestro equipo. El intercambio de ideas dentro de la empresa ha sido fundamental para nuestro éxito, porque los miembros de nuestro equipo son inteligentes y perspicaces. No abordamos los problemas diciendo: “¿Cuál es la norma del sector?”, sino: “¿Cuál es la forma lógica de abordar esto?” A veces hacemos las cosas de forma muy diferente, ¡y nos funciona!
¿Cómo ayuda a su compañía el tener un banquero empresarial especializado?
Contar con un banquero especializado en empresas de PNC nos ha resultado muy útil, sobre todo porque nuestro sector se mueve con mucha rapidez. Nuestro banquero entiende los matices de nuestra empresa y nos ofrece apoyo y conocimientos oportunos sobre la administración del flujo de efectivo, la preparación para el crecimiento y otros asuntos financieros. Contar con un recurso de confianza, confiable y receptivo al que recurrir representa un nivel adicional de confianza para nosotros a medida que continuamos expandiéndonos.
¿Qué consejo daría a los aspirantes a emprendedores?
Manténgase flexible. Rodéese de buenas personas. Nunca subestime el poder de un equipo fuerte. El espíritu empresarial no es lineal: se enfrentará a desafíos y contratiempos que lo obligarán a reevaluar su enfoque, pero contar con una red sólida y permanecer abierto al aprendizaje es fundamental. Más importante aún es formar un equipo que comparta su visión y sus valores.
Recuerde también que el éxito no es solo cuestión de trabajo, sino de equilibrio y satisfacción. Estoy muy orgullosa de lo que hemos construido y de lo que hacemos, pero reconozco que mi papel de madre, esposa, hija y amiga es tan importante como el de empresaria. Una parte importante de mi decisión de fundar Copa Fina fue crear una empresa próspera con una cultura que favoreciera el equilibrio entre la vida laboral y personal de todos los miembros del equipo. Aunque crear una empresa es importante, también lo es construir una vida rica y llena de sentido.