Los propietarios de pequeñas empresas deben mitigar los riesgos específicos de su compañía al mismo tiempo que ofrecen un producto o servicio completos al mercado a un precio de venta al público competitivo para su base de clientes objetivo. También se deben dirigir estrategias de flujo de caja, contratar empleados, realizar el pago de facturas, y tener en cuenta muchas otras consideraciones para llevar adelante una empresa exitosa.

Gestionar estos detalles puede ser particularmente abrumador para los propietarios de empresas emergentes. Las pequeñas empresas pertenecientes a una amplia gama de industrias obviamente tienen un buen rendimiento y mantienen su rentabilidad. Aun así, el 18 % de las pequeñas empresas fracasan durante su primer año, y el 50 % quiebran en un lapso de cinco años. Aproximadamente el 65 % de las pequeñas empresas no llegan a su décimo año de operaciones.[1]

Una vez que se aborda cualquier riesgo financiero, personal, competitivo, de mercado u operativo, los propietarios de pequeñas empresas pueden disfrutar de las recompensas únicas del espíritu emprendedor. Dichos beneficios varían desde las oportunidades de generar ingresos ilimitados, la posibilidad de “ser su propio jefe” y el orgullo de ser un propietario que conlleva el hecho de establecer una compañía propia.  

5 razones por las cuales fracasan las pequeñas empresas

Para prepararse de la mejor manera para la rigurosidad de abrir y dirigir una empresa sostenible, los emprendedores deben ser conscientes de los posibles riesgos, determinar cuáles de estos son más relevantes para su situación personal y, después, planificar en consecuencia. Estas son cinco razones por las que la mayoría de las pequeñas empresas fracasan, así como algunos consejos con respecto a cómo evitar tales riesgos:    

  1. Falta de un plan de negocio sólido. Ben Franklin una vez dijo, “si no planifica, está planificando fracasar”, y esto no es más evidente que en el ámbito empresarial. De hecho, la Federación Nacional de Empresas Independientes (National Federation of Independent Business, NFIB) afirma que las compañías que implementan un plan desde el principio tienen más oportunidades de tener éxito. Los emprendedores utilizan sus planes de negocio para describir sus metas y objetivos, obtener fondos, identificar sus mercados potenciales, monitorear el avance y hacer ajustes en consecuencia. “Es común que los nuevos emprendedores establezcan una empresa que tenga relación con su área de experiencia y su empleo anterior, o con su afición o pasatiempo favorito”, menciona la NFIB. “Sin embargo, la investigación detallada del mercado y la evaluación exhaustiva de sus competidores se deben realizar durante el proceso de planificación, y las empresas deben estar preparadas para adaptarse a los cambios del mercado sobre la marcha”.[2] Como mínimo, el plan debe incluir un resumen ejecutivo, la descripción de la empresa, la estrategia de marketing y las proyecciones financieras.
  2. No pueden encontrar el financiamiento que necesitan para establecerse o crecer. Según Skynova®, un proveedor de plantillas de facturas, la mitad de todas las empresas emergentes fracasaron en 2022 debido al financiamiento insuficiente o al interés insuficiente de los inversionistas. “Casi al mismo número de propietarios de empresas simplemente se les terminó el dinero en efectivo”, dice la compañía.[3] La NFIB concuerda y menciona que la falta de fondos para establecerse o el hecho de no ser capaz de conseguir el financiamiento adecuado son dos razones comunes por las cuales fracasan las empresas. “Si no tiene el dinero en efectivo o los activos para establecerse por cuenta propia, tendrá que solicitar un préstamo al igual que la mayoría de las empresas”, menciona.    
  3. Flujo de caja deficiente. Según SCORE[4], el 82 % de todas las pequeñas empresas fracasan debido a problemas con el flujo de caja. Cuando el dinero escasea, puede resultar sumamente difícil pagarse a sí mismo, al igual que pagar sus facturas, la nómina y demás obligaciones financieras. Es por ello que las compañías de todos los tamaños vigilan de cerca el flujo de caja, es decir, el dinero en efectivo neto o los equivalentes de dinero en efectivo que actualmente entran y salen de su empresa. Las estrategias de SCORE para evitar los problemas de flujo de caja incluyen el desarrollo de un presupuesto mínimo viable, proteger su crédito (es decir, en caso de que necesite un préstamo para cubrir lo básico una vez que el dinero escasee), gestionar su inventario de manera efectiva (en el caso de las compañías de productos) y mantener reservas de dinero en efectivo para las épocas de escasez. 
  4. Administración inadecuada. No es del todo inusual que una pequeña empresa sea dirigida por la misma persona que imaginó la idea, abrió la compañía y luego trabajó arduamente para promover y hacer crecer la entidad con el tiempo. A lo largo del camino, dicha persona probablemente tuvo que desempeñar varias funciones: propietario, gerente, contador, comercializador y la lista continúa. Desafortunadamente, dicha mentalidad de encargarse de todas las funciones puede llevar a otra de las razonas por las cuales fracasan las pequeñas empresas: la falta de un buen liderazgo y una buena administración. “Si bien es posible que el propietario cuente con las habilidades necesarias para crear y vender un producto o servicio viable, a menudo carece de los atributos de un buen gerente y no tiene el tiempo para supervisar a los demás empleados correctamente”, señala Investopedia. “Al no contar con un equipo de administración dedicado, el propietario de una empresa tiene más posibilidades de manejar incorrectamente ciertos aspectos de la empresa, ya sea en cuanto a las finanzas, las contrataciones o el marketing”.[5] 
  5. En ocasiones, la vida simplemente pone pruebas. Este riesgo “leve” que tal vez no siempre aparezca en una encuesta o informe empresarial puede afectar la vida útil de una empresa. Debido a que los propietarios de pequeñas empresas dedican gran parte de su tiempo y esfuerzo a sus compañías, los eventos determinantes de la vida, como los problemas de salud, un divorcio, la llegada de un nuevo integrante a la familia o el fallecimiento de un familiar pueden tener un impacto adverso en la empresa como tal. De hecho, cuando Michael Tasner de No Joke Marketing preguntó a más de 100 emprendedores por qué sus empresas habían fracasado, casi el 70 % de ellos dijeron que sus compañías perjudicaban su vida personal, o viceversa. Para mitigar este riesgo, él sugiere que su empresa coincida con su personalidad única (por ejemplo, él estableció una agencia de marketing de estilo de vida y diseñó sus estrategias de crecimiento en torno a su estilo de vida). Evitó sacrificar el éxito empresarial por las experiencias importantes de la vida y adquirió el apoyo moral de otros propietarios de empresas que tal vez estén lidiando con problemas o desafíos similares. “Hay que conectar con personas que tengan una mentalidad similar y compartir sus dificultades personales y profesionales”, añade Tasner.[6]  

Si sabe lo que los propietarios de pequeñas empresas han atravesado para mantener sus compañías a flote y dirigirse en la dirección correcta, puede planificar de una mejor manera su propio camino hacia el éxito. Al comprender las complejidades financieras, de planificación e incluso las complejidades personales relacionadas con ser propietario de una empresa, usted estará mejor preparado para abordar los desafíos de frente, superarlos y aumentar sus probabilidades de tener éxito a largo plazo.