Del mismo modo que conformar una junta le ofrece a los propietarios de empresas acceso a conocimientos y orientaciones valiosas, servir en la junta de alguien más les ofrece la oportunidad de compartir sus conocimientos para ayudar a otra compañía. También existen beneficios personales. El servicio en la junta te permite examinar lo que otros propietarios de empresas y gerentes están haciendo bien o mal. Además, puede ampliar tus contactos, mejorar tu reputación como líder y reforzar tu currículum para servir en juntas de compañías más grandes.

Aunque las mujeres ocupan muy pocos puestos en las juntas directivas de las principales compañías (el 19.2 % de los miembros de las juntas directivas de las compañías del S&P 500 son mujeres, de acuerdo con el grupo sin fines de lucro Catalyst), actualmente existe mucho más énfasis en torno a la presencia de las mujeres en las juntas, lo que va a aumentar dicho número.

Para prepararse para las vacantes previstas, considera servir en juntas directivas de compañías más pequeñas que cotizan en bolsa, juntas de asesores menos formales de compañías emprendedoras o juntas de organizaciones sin fines de lucro.

Si bien no hay una fórmula secreta para ser invitado a servir, la experiencia en liderazgo es claramente importante. Cuanto más destacado seas en tu campo o industria, más atractivo eres. Y servir en juntas más pequeñas puede proporcionarte una transición suave a puestos en juntas más destacadas, señala Stautberg. “El hecho de haber formado parte de una junta asesora te coloca en una buena posición”, dice.

Si bien los asesores están obligados a atender a los mejores intereses de la compañía a la que asesoran, hay incluso una mayor exigencia para los miembros de la junta directiva. Estos puestos suelen ser una posición remunerada que incluye votos formales en la junta directiva sobre las principales decisiones de la compañía y responsabilidades fiduciarias. Si la compañía se encuentra en problemas financieros o legales, los miembros de la junta directiva pueden ser considerados responsables de sus decisiones y supervisión. Pero las responsabilidades adicionales pueden ser gratificantes.

Susan D. Rector, una abogada con sede en Columbus, Ohio, sirvió en varias juntas de organizaciones sin fines de lucro antes de ser invitada en 2011 a formar parte de la junta directiva de un gran banco regional del medio-oeste de los Estados Unidos. “Creo que es un desafío personal formar parte de un grupo colaborador de personas talentosas que están en sus cargos por las razones correctas con el objetivo de aumentar el valor para los accionistas”, dice.

Si bien cualquier tipo de servicio en una junta puede ser una gran experiencia, asegúrate de entender el compromiso de tiempo antes de aceptar. Los miembros de juntas de compañías que cotizan en bolsa, por ejemplo, pueden llegar a pasar 250 horas al año preparando reuniones y asistiendo a estas. Conoce lo que implica y compáralo con tus otras responsabilidades, como mantener tu propia empresa funcionando correctamente y tener algo de tiempo para la vida personal, recomienda Rector.

Más allá del compromiso de tiempo, ten en cuenta lo más difícil de recuperar: tu reputación. Sin importar de qué institución se trate, haz preguntas, revisa los números y habla con los ejecutivos y otros miembros de la junta directiva en detalle antes de aceptar la oferta. Cuanto más vinculado te sientas con la misión, mejor posicionado estarás para servir.

Para obtener más información sobre cómo servir en las juntas, visita:
BoardSource.org, WomenCorporateDirectors.com o NACDonline.org, donde podrás encontrar recursos valiosos.


PNC se complace en ofrecer perspectivas, educación y apoyo a las mujeres que están a cargo de tomar decisiones financieras. Para obtener más información, visita pnc.com/women.