Ahora más que nunca, las consultas de atención médica y dental se enfrentan a la necesidad de ofrecer financiamiento a los pacientes. Y ese empuje viene desde todos los ángulos.

Por un lado, los pacientes buscan reanudar los servicios que dejaron pendientes durante el COVID-19, pero muchos no pueden permitirse pagar esas facturas en su totalidad en medio de las tensiones económicas de la pandemia.[1] Al mismo tiempo, las deudas incobrables[2] han empeorado los problemas financieros preexistentes de los consultorios médicos, y una avalancha de gigantes del pago fácil como Amazon han creado una nueva competencia[3] en todo el territorio.

A medida que estas tendencias toman forma, los planes de pago flexibles son una respuesta sensata. Pero, aunque tienen una gran demanda, pueden suponer una carga financiera para los consultorios si no se implementan de manera que se tenga en cuenta el flujo de caja de la empresa, el personal, la tecnología de RCM y otros recursos.

Aquí tienes algunos modelos a tener en cuenta que pueden ayudar a que el financiamiento a los pacientes funcione tanto para tus pacientes como para tus resultados:

1. Financiamiento interno

En este modelo, el consultorio autofinancia las cuentas por cobrar por sí mismo. De esta forma, las empresas se benefician de ser propietarias de sus cuentas por cobrar sin tener que pagar cargos a terceros.

Pero, obviamente, este modelo no funciona para todos. El consultorio asume el 100 por ciento del riesgo de las facturas no pagadas, y la carga del seguimiento y el cobro recae en el personal interno. Los modelos internos también requieren un flujo de caja suficiente para mantener las amortizaciones, aunque los propietarios de empresas pueden buscar opciones de préstamo comercial para mantener las operaciones en marcha.

Incluso dentro de este único modelo, hay muchas variantes. Por ejemplo, si la contratación de personal y la tecnología existente no pueden dar apoyo a los procesos de financiamiento interno, pero sí el flujo de caja, muchos consultorios trabajan con compañías para seleccionar entre las condiciones de pago predefinidas[4] que ofrecen soluciones de pago en línea fáciles que muchos consumidores esperan.

2. Tarjetas de crédito médicas

Algunos consultorios hacen que el financiamiento de los pacientes funcione contratando a proveedores externos que extienden líneas de crédito a los pacientes. Estos modelos son bastante populares; muchos consumidores ya están familiarizados con ellos, y la disponibilidad de financiamiento sin intereses puede ayudar a atraer y retener a los pacientes. Además, muchos proveedores ofrecen programas informáticos, materiales de promoción y otros recursos que minimizan el esfuerzo del personal interno.

Pero estos servicios pueden conllevar cargos que suponen una reducción en las cuentas por cobrar del consultorio, por lo que es importante planificar considerando esto. Algunos, pero no todos, los acuerdos exigen que los consultorios asuman el riesgo de las facturas no pagadas.

3. Pagos de conserjería

La atención directa y de conserjería es un modelo de negocio diferente que se asemeja a un anticipo para los pacientes que pagan por cuenta propia. Son especialmente populares en los consultorios dentales, pero han ganado popularidad[5] incluso entre los consultorios médicos.

Estos modelos hacen que el flujo de caja sea más predecible durante todo el año gracias a los cargos continuos por membresía. Para los consultorios dentales, los planes de membresía pueden proporcionar atención más allá de lo que permiten los beneficios máximos de los seguros dentales tradicionales.

Sin embargo, la puesta en marcha de este modelo puede ser más complicada e implicar menores ingresos al principio y dificultades para captar pacientes.[6]

4. Financiación bancaria

Esta opción proporciona financiamiento de terceros a través de tarjetas de crédito médicas o líneas de crédito, pero con la ventaja adicional de trabajar a través de tu banco[7] como apoyo complementario. Contar con el apoyo de una relación bancaria existente puede aportar determinadas eficiencias, como la incorporación y la administración continua de datos.

En definitiva, cuentan con ventajas y desventajas similares a las tarjetas de crédito médicas: Pueden implicar un cargo que disminuye el valor de las cuentas por cobrar, pero eliminan la molestia y potencialmente el riesgo de gestionar el financiamiento de los pacientes a través de un tercero.

Cómo hacer que el financiamiento al paciente funcione para ti

Si aún no has implementado un modelo de financiamiento a pacientes, este es el momento de considerarlo. Hay varios modelos a explorar entre el financiamiento interno, las tarjetas de crédito médicas, los programas de conserjería y la financiación bancaria, y todos cuentan con ventajas y desventajas.

Cuando pienses en las opciones, es importante que evalúes lo que es factible con tu personal, financiamiento y tecnología, teniendo en cuenta las tensiones actuales, como la escasez de mano de obra. Ten en cuenta también las presiones financieras, tanto para tu consultorio como para tus pacientes.

Pero no tienes que pasar por esto tú solo: Trabaja con expertos financieros y bancarios de confianza para determinar qué camino es el mejor para tus necesidades a corto y largo plazo.