Entre la escasez de mano de obra y los desafíos económicos, el sector de atención médica ha transformado sus operaciones para satisfacer las necesidades cambiantes de los pacientes. Las instalaciones de todos los tamaños sienten la presión de reordenar las funciones empresariales de atención médica, en particular las de baja producción, como los servicios de pagos, aunque la tensión es particularmente cierta en el caso de los pequeños consultorios privados. Estas son algunas maneras en las que las pequeñas clínicas pueden plantear estrategias y diversificar sus consultorios para promover servicios de más alto valor y menor costo para los pacientes.

Subcontratar el trabajo de bajo valor

Los servicios de pago son el motor de la estructura empresarial de un consultorio, aunque son los que menos contribuyen a las ganancias. La cobranza de las deudas de los pacientes puede representar el mayor obstáculo para las ganancias. Existen varios motivos para subcontratar la cobranza a una agencia que se especialice en deudas por servicios médicos, lo que incluye orientación sobre la legislación federal y estatal que afecta la facturación de los pacientes, como la Ley para la Prohibición de Cargos Inesperados (No Surprises Act), y ayudar a redactar políticas financieras de cumplimiento normativo que obliguen a los pacientes a cumplir los términos de pago.

El hecho de contratar y capacitar personal interno de pagos le resta valor al margen de ganancias del consultorio. Los consultorios pequeños que subcontratan servicios de contabilización de pagos y reconciliación de cuentas por pagar se pueden enfocar más en la atención del paciente y disminuir sus gastos administrativos generales. Las compañías profesionales de facturación también pueden asesorar a los consultorios sobre cómo abordar los problemas de facturación y reclamos para que puedan aumentar los índices de reembolso.

Reducir o reorganizar los servicios administrativos

Los consultorios pequeños han aprendido en años recientes que el flujo de caja depende del hecho de encontrar nuevos recursos para aumentar la productividad y optimizar las operaciones. Aún así, los departamentos de soporte, como los servicios operativos y administrativos pueden impedir la rentabilidad. Los servicios administrativos conforman entre el 15 y el 30 por ciento[1] del gasto nacional en atención médica, o tres veces el monto que los Estados Unidos invierte en atención oncológica, según el Dr. David Culter, profesor de economía en la Universidad de Harvard. Las tecnologías de automatización pueden disminuir esa tasa al 18 por ciento. Las plataformas de automatización se ocupan de la contratación de personal, la administración del ciclo de ingresos, la programación de horarios, el cumplimiento, la eliminación de volumen acumulado de pagadores, la actualización de credenciales y la inscripción de pacientes. Los consultorios deben investigar el software de administración de datos diversificados que pueda gestionar varias responsabilidades administrativas de los pagadores y proveedores.

Reevaluar las estructuras de atención

Los consultorios pequeños que cambian su énfasis de los servicios de cuidados intensivos a servicios de cuidados de menor gravedad, como la atención de urgencia, los centros de emergencias y la telesalud, obtienen mayores retornos. El interés de los pacientes en los cuidados intensivos está disminuyendo, lo que se debe en parte a las preferencias de los millennials y de las personas pertenecientes a la generación Z[2] que se inclinan por los servicios sin cita, la atención primaria y el retraso de las citas con especialistas. Según una encuesta de Merritt Hawkins Survey realizada en el 2022 con respecto a los tiempos de espera de las citas médicas,[3] el tiempo de espera promedio para una cita de medicina familiar es de 20 días. La encuesta además identificó que los tiempos de espera para las citas con especialistas han aumentado en años recientes, ya que el tiempo para programar citas con cardiólogos y ginecobstetras tarda 26.6 y 31.4 días en promedio, respectivamente.

La telesalud permite que los pacientes programen citas más rápido. Los consultorios se pueden asociar con organizaciones que asumen riesgos, como las compañías de atención virtual, y utilizan plataformas optimizadas de administración de farmacia para agilizar los servicios del paciente y, a su vez, mejorar la moral clínica.

Fusiones y adquisiciones y compromiso de asociación

La investigación[4] indica que las fusiones y adquisiciones metódicas tienen más probabilidades de generar retornos más altos y de menor riesgo que las adquisiciones grandes. Los modelos de fusiones y adquisiciones o asociación son necesarios para los consultorios pequeños que desean mejorar su modelo de negocio y utilizar los servicios y las plataformas pero no pueden permitirse pagar la tecnología o los gastos generales para hacerlo.

Los estudios indican que si las organizaciones no muestran resiliencia durante las desaceleraciones o recesiones económicas, entonces será más difícil alcanzar el éxito una vez que las condiciones se hayan estabilizado. Si los consultorios pequeños se centran en uno o varios de estos objetivos, pueden mejorar tanto la experiencia de los pacientes como la de los proveedores y generar retornos financieros más altos.