Resumen del artículo

  • Un crédito conjunto permite que varias personas combinen sus recursos financieros para calificar para límites de crédito más altos.
  • Al compartir una cuenta de crédito, todas las partes tienen un acceso equitativo y tienen la obligación de reembolsar el saldo total.
  • Las cuentas de crédito compartidas afectan el puntaje de crédito de cada uno de los titulares de la cuenta.
  • Puede ser difícil cerrar o dividir las cuentas de crédito conjuntas en el supuesto de un divorcio o la disolución de una empresa.
  • Dependiendo de las circunstancias, agregar un cofirmante o un usuario autorizado puede ser una alternativa viable a las cuentas de tarjeta de crédito.

Ya sea que vaya a hacer una compra significativa con un socio o que necesite mejorar las probabilidades de obtener la aprobación de un préstamo, solicitar un crédito conjunto puede ofrecer una solución viable. Combinar recursos financieros con otra persona tiene la posibilidad de abrir las puertas a la obtención de límites de crédito más altos y oportunidades financieras adicionales. Sin embargo, este arreglo implica responsabilidades significativas, así como posibles riesgos.

¿Qué es el crédito conjunto y cómo podría dicho crédito encajar en su panorama financiero general? Lo que necesita saber.

¿Qué es el crédito conjunto?

El crédito conjunto permite que varias personas compartan la responsabilidad y los beneficios de una sola cuenta de crédito. Es una opción común para las parejas, familiares o socios comerciales que buscan lograr metas financieras compartidas.

Al solicitar el crédito conjunto, cada una de las partes presenta su información financiera y personal como parte de una solicitud combinada. Los prestatarios evalúan la solicitud conjunta teniendo en cuenta los ingresos totales, los activos y la capacidad crediticia de todos los solicitantes. Si se aprueba un préstamo, todas las partes tienen acceso equitativo a la cuenta y asumen la misma responsabilidad para reembolsar la deuda.

El acceso equitativo significa en general que cualquiera de las partes puede cambiar la dirección postal, aumentar o disminuir los límites de crédito y hacer compras, entre otras cosas. Cada prestatario también asume la responsabilidad por el saldo total del préstamo.[1] Por ejemplo, si dos personas contratan un préstamo conjunto por $100,000, ambos son responsables por la cantidad completa en lugar de $50,000 cada uno.

Los permisos y requisitos exactos pueden variar en función de las políticas del prestamista y del contrato de cuenta. Al abrir una cuenta conjunta, es importante poner en claro estos detalles

con la institución financiera y asegurar que todas las partes conozcan sus derechos y responsabilidades.

Usos comunes del crédito conjunto

El crédito conjunto permite que las personas combinen sus recursos para una variedad de propósitos, como hacer compras importantes o acceder al crédito renovable. Estas son algunas de las herramientas financieras más comunes que pueden atender las solicitudes de crédito conjunto.

Tarjetas de crédito

Las tarjetas de crédito conjuntas permiten que varios titulares de cuentas compartan una sola cuenta de crédito. Esto permite que las personas simplifiquen la administración de los gastos compartidos, como los comestibles, los servicios públicos o los gastos de viaje al mismo tiempo que conservan la comodidad de tener tarjetas separadas para cada uno de los titulares de la cuenta. Este arreglo puede resultar útil para las parejas, los familiares o los socios comerciales que desean consolidar sus gastos y administrar los gastos de forma conjunta.

Hipotecas

Los préstamos hipotecarios son una de las formas de crédito conjunto más comunes, pues permiten que varios prestatarios califiquen para un préstamo hipotecario de forma conjunta. Las parejas o los familiares que pretenden comprar una propiedad juntos pueden darse cuenta que combinar sus ingresos e historiales crediticios aumenta las oportunidades de que el préstamo sea aprobado. Cuando se realiza la compra de una propiedad usando un crédito conjunto, todas las partes son copropietarias y comparten tanto los derechos como las responsabilidades relacionados con ser dueño de una propiedad.

Préstamos personales

Los préstamos personales conjuntos a menudo se utilizan para consolidar deudas, realizar proyectos de mejoras en la casa o financiar compras importantes. Al juntar sus ingresos e historiales crediticios, los coprestatarios pueden combinar sus recursos para lograr un objetivo financiero compartido. Esto puede brindar flexibilidad para gestionar necesidades financieras más grandes al mismo tiempo que se comparten las responsabilidades de reembolso.

Líneas de crédito

Cuando varias personas necesitan acceder a una cuenta de crédito renovable, una línea de crédito conjunta puede ofrecer una solución conveniente. Este arreglo puede beneficiar a quienes necesitan contar con un acceso flexible a los fondos para situaciones como financiar renovaciones en la casa o gestionar gastos empresariales. Brinda la comodidad de contar con fondos disponibles cuando sea necesario, además de la responsabilidad compartida del reembolso.

Préstamos para vehículos

Los préstamos conjuntos para vehículos a menudo se utilizan cuando las personas compran un vehículo de forma conjunta. Al solicitar un préstamo para vehículo de forma conjunta y combinar sus ingresos, las personas pueden calificar para un monto de préstamo más elevado, lo que permite que sea más sencillo poder pagar un vehículo nuevo o usado. Los coprestatarios comparten la titularidad del vehículo, así como la responsabilidad por el reembolso del préstamo.

Ventajas y desventajas del crédito conjunto

El crédito conjunto puede ofrecer ventajas únicas, aunque también incluye responsabilidades y posibles complicaciones. Al considerar una cuenta de crédito conjunto, es importante comparar los beneficios con los posibles riesgos.

Posibles beneficios del crédito conjunto

  • Mayor capacidad de solicitar un préstamo: Combinar los ingresos y los historiales crediticios pueden dar lugar a límites de crédito más altos, lo que permite hacer compras de mayor monto en comparación a presentar una solicitud por cuenta propia.
  • Gestión de gastos optimizada: Una cuenta combinada puede permitir que sea más sencillo gestionar los gastos conjuntos y garantizar que cada una de las partes pueda acceder a los fondos según sea necesario.
  • Oportunidades para establecer crédito: Las cuentas conjuntas pueden ayudar a las personas cuyo historial crediticio es limitado a establecer un perfil de crédito positivo.

Posibles desventajas y riesgos

  • Obligación compartida: Todas las partes asumen la misma responsabilidad por la deuda completa. Los errores financieros cometidos por un prestatario pueden afectar a los demás prestatarios.
  • Impacto en los puntajes de crédito: La falta de pago o los saldos elevados de las cuentas conjuntas pueden tener un impacto negativo en los puntajes de crédito de todos los titulares de las cuentas.[2]
  • Tensión en la relación: Los desacuerdos o dificultades en cuestiones financieras pueden generar tensión entre los coprestatarios, en particular si no se alinean las expectativas.
  • Complicaciones en una separación: En el caso de un divorcio o la disolución de una empresa, los titulares de la cuenta pueden enfrentar dificultades para cerrar o dividir las cuentas conjuntas, en particular si existe un saldo pendiente.

Alternativas al crédito conjunto

El crédito conjunto no es la única manera para compartir las responsabilidades financieras. Varias alternativas brindan distintos niveles de responsabilidad y acceso compartidos, ofrecen flexibilidad para quienes desean mantener cierta independencia financiera al mismo tiempo que siguen trabajando en el logro de metas compartidas. Estas son algunas opciones a considerar.

Usuarios autorizados

Un usuario autorizado tiene permiso para usar una cuenta de crédito sin asumir la responsabilidad de la deuda. Siempre y cuando el prestamista informe a cuando menos una agencia de informes de crédito, el historial de pago de la tarjeta puede ayudar a establecer el crédito del usuario autorizado. Sin embargo, el titular principal de la cuenta sigue asumiendo la responsabilidad de todos los cargos y debe asegurar que los pagos se realicen a tiempo.[3]

Cofirmantes

Un cofirmante acepta asumir la responsabilidad de un préstamo o una cuenta de crédito si el prestatario principal no puede hacer los pagos. Este respaldo financiero puede ayudar a las personas a calificar para el crédito que no podrían obtener por cuenta propia. Aunque el cofirmante comparte la responsabilidad de la deuda, no puede acceder a la cuenta ni a los beneficios de esta, lo que la convierte en una forma más limitada de crédito compartido.[4]

Cuentas individuales

Las cuentas individuales ofrecen una manera para gestionar el crédito de forma independiente para quienes prefieren mantener separadas las responsabilidades financieras. Este enfoque puede simplificar la administración financiera y evitar las posibles complicaciones que se derivan del crédito compartido. Las cuentas individuales son ideales para quienes desean tener el control total de sus decisiones de crédito y la responsabilidad de sus propias deudas.

Conclusiones finales sobre el crédito conjunto

El crédito conjunto puede ser una herramienta poderosa para las personas que buscan lograr metas financieras compartidas. Combinar los recursos financieros puede permitir que los solicitantes conjuntos accedan a límites de crédito más altos, lo que aumenta su poder de compra. Sin embargo, solicitar un préstamo conjunto conlleva responsabilidades y posibles riesgos, que incluyen la obligación compartida y el posible impacto en los puntajes de crédito. En algunos casos, puede resultar lógico considerar las alternativas, como agregar usuarios autorizados o cofirmantes a una cuenta.

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