Los niños estadounidenses reciben $84 al mes en promedio como mesada,[1] lo que asciende a $1,008 al año. Lo que hagan con el dinero podría depender de las lecciones financieras que aprendan en casa. Los niños son como los adultos. Aprenden al hacer las cosas. Así que al darle a su hijo experiencias del mundo real con gastos, presupuestos, ahorros y crédito, le estará proporcionando las herramientas que necesita para ayudarlo a tomar buenas decisiones financieras a lo largo de su vida. Puede empezar con estas cuatro actividades y personalizarlas para su hijo y su familia.
Actividad n.° 1. Involucre a los niños en las compras.
Es probable que su hijo ya haya aprendido sobre su estilo de gasto por el simple hecho de acompañarle a la tienda. Ahora es el momento de involucrarlo activamente en las decisiones de compra. Puede usar dinero en efectivo real para ayudarle a visualizar el valor del dinero, y luego probar estas experiencias:
- Haga una compra para la familia con su dinero. Tal vez necesite detergente y champú. Pídale a su hijo que le ayude a calcular cuánto dinero le costará y cuánto cambio recibirá. Luego, pídale que le ayude a elegir los billetes para pagar al cajero. Involucrarlo en una transacción le ayudará a entender mejor el concepto de intercambiar dinero por bienes y servicios.
- Que tome su propia decisión sobre cómo gastar $20. Podría ser su dinero o dinero que él ha ahorrado. Dale a su hijo la libertad de elegir uno o varios artículos para comprar sin superar esa cifra. Puede hablar sobre si debe gastar el dinero en artículos que necesita o en artículos que quiere. Finalmente, deje que su hijo tome la decisión. Luego, hable con su hijo unos días después para ver cómo se siente con respecto a sus decisiones. Si seleccionó tres artículos baratos que ahora ya no tiene o están rotos, ¿valió la pena? ¿Qué hubiera pasado si hubiera gastado los 20 dólares en un artículo de mejor calidad?
Actividad n.° 2. Ayude a su hijo a aprender a hacer presupuestos.
Incluso una pequeña asignación puede ayudar a su hijo a desarrollar buenas habilidades presupuestarias, y la elaboración de presupuestos es el primer paso para ahorrar. Si quiere comprar una bicicleta nueva, ayúdele a calcular la cantidad de su asignación que necesita ahorrar y el tiempo que le tomaría. Por ejemplo, su hijo de 10 años quiere una bicicleta que cuesta $60 más que el modelo que tenía en mente. Esta es una oportunidad para practicar matemáticas y la elaboración de presupuestos. Si recibe una asignación semanal de $20 y continúa gastando $10 pero ahorra $10, en seis semanas podrá pagar los $60 adicionales. No olvide hacer esta actividad sobre un artículo o experiencia que sea realmente significativo para su hijo. Así se implicará más.
Actividad nro. 3. Defina metas de ahorro.
Algunos niños son ahorradores por naturaleza. Si su hijo no es uno de ellos, esto requerirá algo de motivación y práctica, como poner un cartel de seguimiento, una foto del artículo para el que está ahorrando o un mensaje de "no te desanimes" en su habitación.
- Establezca una meta presupuestaria tangible. Llegue a un acuerdo sobre un artículo o experiencia que su hijo necesita o quiere. Esto podría variar desde comprar un juguete nuevo de $12 por sí mismo hasta contribuir con $50 para el costo del campamento de verano. Luego ayúdele a entender cuánto tiempo necesitará ahorrar para alcanzar la meta.
- Hable sobre los diferentes artículos que su hijo puede dejar de comprar, como dulces y juguetes. Esto le ayuda a ver que ser frugal da como resultado más dinero para gastar en artículos más grandes o para ahorrar. Por ejemplo, si quiere comprar $2 en dulces cada semana, explíquele que podría ahorrar $8 al mes y comprar un pequeño automóvil de juguete, o ahorrar $16 en dos meses para donar a una organización benéfica.
- Introduzca las opciones de ahorro “automático”. Piense en ello como la versión para niños de los adultos que disponen que el dinero de su sueldo sea depositado automáticamente en una cuenta 401(k) o una cuenta de ahorros. Para los niños, esto se puede hacer depositando dólares manualmente en tarros separados, o, si está disponible, al usar las herramientas en línea de su banco en el caso de los niños que ya tienen una cuenta de cheques o de ahorros.
Actividad n.° 4. Defina el crédito en términos que los niños puedan entender.
En el caso de los niños pequeños, el hecho de que podamos obtener un préstamo para comprar un automóvil nuevo puede parecer algo mágico. Ellos necesitan nuestra ayuda para entender que no existe tal cosa como el dinero gratis, especialmente cuando se trata de crédito. Ayúdele a su hijo a entender que el crédito implica solicitar dinero prestado ahora y prometer que lo devolverá en el futuro.
En el caso de una actividad de crédito en el mundo real, regrese a la tienda. Tal vez su hijo vea un peluche que le gusta, pero no trajo dinero. Explíquele que tiene tres opciones:
- Si lo compra con su dinero ahora y promete devolverlo más tarde, eso es una compra a crédito.
- Si pide su asignación antes de tiempo para comprarlo, eso es un adelanto en efectivo.
- Si el juguete cuesta más de lo que ha ahorrado, pero promete devolverle el dinero en un plazo fijo durante las próximas cuatro semanas con su asignación, eso es un préstamo.
Explique por qué es tan importante que le pague a tiempo. Cuanto más confiable sea con el dinero solicitado en préstamo, más podrá confiar en él para prestarle dinero en el futuro. Para un niño, ser confiable con el dinero es como tener un buen puntaje de crédito.