Para muchos estadounidenses, el dinero es una gran fuente de estrés[1] y también puede generar sentimientos de culpa.

Esto puede comenzar por sentirte mal por permitirte una comida ocasional para llevar o derrochar en un nuevo teléfono celular, pero también hay cuestiones más significativas que pueden desencadenar la culpa por el dinero.[2]

Por ejemplo, es posible que te sientas culpable de que te vaya bien económicamente, especialmente si vienes de un entorno de escasos recursos. Erin Osterfeld, una blogera en Miss Financially Free[3], dice que se sintió culpable cuando se independizó financieramente a los 30 años por el resentimiento percibido hacia su éxito entre los miembros de su familia de clase trabajadora.

También es posible que luches con la culpa si tomas una decisión financiera de la que luego te arrepientes. R.J. Weiss, planificador financiero certificado y fundador de The Ways to Wealth[4], lidió con esto después de comprar su primera casa, lo que resultó ser un error.

Independientemente de las circunstancias, la culpa por cuestiones financieras puede ser un obstáculo en la búsqueda de tus metas financieras. Pero aprender a reconocer y manejar esos sentimientos puede ayudarte a superar la culpa.

De dónde viene la culpa del dinero y qué se siente

La culpa financiera puede desarrollarse de diferentes maneras.

Puede provenir de la mentalidad del dinero que desarrollaste de niño, por ejemplo. Si no fuiste un extraño a la pobreza durante tu niñez, puedes sentirte culpable por tener éxito como adulto, especialmente si ves que tus padres o miembros de la familia siguen teniendo dificultades económicas.

Las redes sociales y los amigos también pueden influenciar los sentimientos en torno al dinero. El miedo a quedarse fuera (FOMO, por sus siglas en inglés) podría llevarte a gastar dinero que normalmente no te gastarías para mantener el ritmo de tus amigos o de la gente a la que sigues en Instagram. Sin embargo, una vez que la diversión termina, puedes sentirte culpable por gastar tu presupuesto.

Las noticias también pueden ser un desencadenante de la culpa. Cuando una crisis global ocupa los titulares, mostrando cómo las personas están perdiendo sus trabajos y luchando por pagar sus cuentas o simplemente alimentar a sus familias, podrías sentirte culpable si tu situación financiera te separa de ese tipo de situaciones. Por otro lado, si siempre has sido financieramente independiente, podrías sentir culpa de pedir ayuda financiera (como el subsidio de desempleo o la ayuda alimentaria) durante una situación económica o financiera difícil.

Cómo manejar la culpa por el dinero

Ya sean los amigos, las redes sociales o las experiencias de la infancia las que llevan a sentimientos de culpa por el dinero, es posible superar esos sentimientos. Aquí hay algunos consejos prácticos para lidiar con la culpa financiera.

1. Identifica tus desencadenantes de culpa por el dinero

El primer paso para lidiar con la culpa por dinero es averiguar la causa. Específicamente, ¿tu culpa se basa en los hechos de la situación o en las emociones que tienes en relación con la situación?

Por ejemplo, un hecho puede ser que no tengas suficiente dinero en tu presupuesto para gastar $50 en comida para llevar para la cena. Una respuesta emocional es sentir que no deberías gastar ese dinero en comida para llevar, incluso si lo has presupuestado.

A veces, puede ser un poco de ambos. En el caso de Osterfeld, eligió enfocarse en los hechos primero para lidiar con la culpa del dinero. Eso incluía darse cuenta que ella tenía un conjunto de habilidades y antecedentes educativos diferentes a los de sus padres y otros miembros de su familia, lo que le permitió seguir una carrera profesional mejor remunerada.

El segundo paso es separar las emociones.

"Aprendí a dejar de descontar mis propios esfuerzos", dice, lo que significaba darse crédito a sí misma por el duro trabajo que hizo para hacer realidad su éxito financiero. "No debería haber ninguna razón para sentirme culpable por mis logros, aunque quisiera que los demás tuvieran un camino más fácil".

Aplicar este mismo tipo de análisis de dos partes a tu propia situación financiera puede ayudarte a reconocer si la culpa por el dinero está impulsada por hechos o sentimientos. De esta manera, puedes mirar los hechos y sentimientos individualmente para ver si la culpa asociada está justificada.

2. Obtén una visión clara de tu panorama financiero

Mantener a raya la culpa por el dinero también significa saber exactamente cuál es tu situación financiera.

Aquí es donde la banca en línea y banca móvil pueden ayudar.5 Con la banca digital, puedes ver tu cuenta de cheques y cuenta de ahorros para revisar con un solo vistazo dónde estás gastando dinero, cuánto estás gastando y qué estás ahorrando. Conocer estos montos te ayuda a crear un presupuesto realista, para que te sientas con mayor control de lo que entra y sale de tus cuentas.

También deberías tener más claridad sobre otros aspectos de tu situación financiera, incluyendo exactamente cuánto dinero estás ganando y cuánta deuda tienes, si es que la tienes. Es importante que consideres los detalles del dinero que ganas frente al dinero que debes, ya que esto dicta cualquier cosa extra que tu presupuesto te permite comprar. Saber que realmente puedes adquirir algo te puede ayudar a frenar los sentimientos de culpa al comprarlo.

3. Controla lo que puedes

Lo peor que puedes hacer cuando la culpa por el dinero asoma la cabeza es no hacer nada en absoluto. Si te sientes culpable por gastar de más, por ejemplo, centrarse en esa culpa podría llevar a gastar aún más.

La mejor opción es centrarse en lo que puedes controlar, incluso si no puedes aplacar tu culpa por el dinero. Por ejemplo, podrías:

  • Realizar un seguimiento de tus gastos mediante la banca en línea y la banca móvil.
  • Revisar todo lo que estás gastando.
  • Separar las necesidades de los deseos y reducir los gastos no esenciales.

Weiss dice que el paso más importante es vivir en el presente, "entender lo que hay que hacer ahora para mejorar tu situación financiera en el futuro".

Si perdiste tu trabajo, por ejemplo, puedes actuar buscando un nuevo empleo, iniciando una actividad paralela o simplemente revisando tu presupuesto para reducir los gastos. Si te sientes culpable porque ganas más dinero, tómate un tiempo para reflexionar sobre los pasos que diste para tener éxito. Si tomaste una mala decisión con las tarjetas de crédito que te llevó a endeudarte, considera lo que puedes hacer para manejarlo, como crear un plan de pago de deudas o consolidar tus cuentas. Cuanto más puedas hacer para trabajar activamente hacia un cambio positivo, más fácil será mantener a raya la culpa financiera.

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