El seguimiento de tus gastos diarios y el establecimiento de metas de ahorro son dos de las maneras en que puedes prepararte para un futuro financiero sólido. En la medida en que estas prácticas se convierten en hábitos, no tardarás mucho en ver cómo los pequeños cambios pueden conducir a resultados grandes y duraderos.

Cuando se trata de averiguar a dónde va a parar tu dinero, los expertos señalan una práctica clave: controla tus gastos. Si no sabes en qué estás gastando tu dinero, no sabrás dónde (o cómo) hacer los cambios.[1]

Día a día

Mantener un presupuesto mensual es una práctica común; te permite asignar dinero para los pagos necesarios como el alquiler o la hipoteca, los servicios públicos y los pagos del automóvil, así como para cosas como el entretenimiento, los comestibles y cenar fuera. Si bien es bueno tener un presupuesto mensual, uno puede mejorar sus hábitos de gastos si lleva un registro de los gastos diarios.

Mantener un registro de gastos diarios, en lugar de revisarlos mensualmente, es una forma de mantener tu balance financiero personal con saldo a favor y ajustarlo para esos días en los que gastas más de tu presupuesto para cenar fuera de lo que habías planeado. A continuación, puedes crear un plan para reducir gastos el resto del mes y así volver a encaminarte.[2] Cuando llevas un registro de tus gastos diarios, te da una idea clara de cuánto cuesta administrar tu hogar y te ayuda a identificar las áreas en las que puedes estar gastando demasiado.

Metas de ahorros

El seguimiento de los gastos marca una gran diferencia en tus hábitos financieros, pero el establecimiento de metas de ahorro específicas puede ayudar a motivarte a poner dinero en la banca en lugar de gastarlo. Cuando no tienes un objetivo específico que alcanzar, es más fácil retirar el dinero y gastar de más.[3] Muchos expertos financieros también aconsejan crear cuentas de ahorros separadas para metas a corto y largo plazo. Una meta de ahorro a corto plazo podría ser para algo como un fondo para vacaciones o un nuevo mueble, mientras que las metas de ahorro a largo plazo se enfocan en cosas como un automóvil o la universidad.

Herramientas de seguimiento

Hoy en día, no tienes que depender de complicadas hojas de cálculo para ayudarte a establecer tu presupuesto y hacer un seguimiento de tus gastos.  

Hay muchas herramientas digitales disponibles que te pueden ayudar a llevar un control de tus gastos y ahorros. Virtual Wallet® de PNC te muestra el panorama total de tu dinero. Con un claro desglose tanto de los gastos como de los ahorros, sabrás cuál es su posición. Con los presupuestos ordenados por categoría, puedes ver a dónde va tu dinero. Además, Virtual Wallet te permite configurar ahorros automatizados para que puedas tomar medidas para alcanzar tus metas a corto y largo plazo.

El uso de una herramienta sencilla puede incluso convertirse en un asunto familiar, ya que te permite enseñar a tus hijos lo esencial de la administración del dinero y lo que se necesita para dirigir un hogar. Enseñar a los niños habilidades fuertes de dinero a una edad temprana es una de las mejores inversiones que puedes hacer para su futuro, ya que esas herramientas duran toda la vida.[4]

Ningún presupuesto es demasiado pequeño para beneficiarse del seguimiento de los gastos y el establecimiento de metas de ahorro. Háganlo unidos como familia, y podrán celebrar sus éxitos juntos mientras alcanzan sus metas y enseñan algunas excelentes lecciones que beneficiarán a sus hijos por el resto de sus vidas.