Desde un brazo roto o una tos persistente hasta un padecimiento crónico como la artritis o la diabetes, pueden surgir muchas situaciones de atención médica que podrían ejercer presión en su presupuesto. Una cuenta de ahorros para la salud (HSA) ofrece una solución que combina la necesidad de ahorrar para gastos médicos calificados[1] ahora y en el futuro sobre una base con [2] ventajas fiscales.

Una HSA no solo es una cuenta de ahorros, es una herramienta de planificación financiera diseñada específicamente para cubrir los costos de atención médica. Al reservar dinero antes de impuestos para los gastos médicos actuales o futuros, una HSA puede ayudarle a gestionar eficazmente dichos costos y manejar las facturas médicas imprevistas.

¿Cómo funciona exactamente una HSA y quién califica para dicha cuenta? La siguiente guía ofrece perspectivas sobre la estructura, el uso y los beneficios de las HSA. De esa manera, usted puede decidir si esta herramienta es una buena opción para sus necesidades de atención médica y planificación financiera.

¿Qué es una cuenta de ahorros para la salud?

Una cuenta de ahorros para la salud es una cuenta con ventajas fiscales diseñada específicamente para las personas que tienen planes de salud con deducible alto (HDHP, por sus siglas en inglés)[3]. El propósito primario de una HSA es ayudarle a ahorrar fondos para pagar una amplia gama de gastos médicos que tal vez su seguro médico no cubra por completo.

Los beneficios de la Cuenta de ahorros para la salud HSA, incluyen contribuciones deducibles de impuestos a la cuenta, el dinero crece libre de impuestos[4] y no se cobran impuestos sobre los retiros si los utiliza para gastos médicos elegibles.

Los fondos que usted contribuya a una Cuenta de ahorros para la salud HSA son suyos en cuanto a su conservación[5], y los fondos que no utilice se reinvierten cada año. Además, usted tiene la opción de invertir los fondos de su Cuenta de ahorros para la salud HSA[6], el dinero que invierta puede ayudarle a generar seguridad financiera para los ahorros de la jubilación o pagar gastos médicos imprevistos. Es posible que pueda tener acceso a los saldos no utilizados para complementar sus ingresos de jubilación después de los 65 años de edad, sujeto a los impuestos sobre los ingresos aplicables. Su dinero permanece con usted, incluso si cambia de empleo, de cobertura médica, queda desempleado o se jubila.

¿Cuáles son los gastos que puede cubrir una cuenta HSA?

Las cuentas de ahorros para la salud HSA se pueden usar para una amplia gama de gastos médicos, así como para pagar los costos contraídos por usted, su cónyuge o un dependiente elegible para propósitos fiscales[8]. Los gastos médicos elegibles incluyen, entre otros, los siguientes:

  • Deducibles, copagos y coseguros
  • Medicamentos de venta con receta
  • Medicamentos de venta libre (no necesitan receta)
  • Atención de la vista (p. ej., exámenes de la vista, anteojos, lentes de contacto, cirugías correctivas)
  • Tratamientos odontológicos (p. ej., profilaxis, empastes, coronas, ortodoncia)
  • Productos de cuidado menstrual (p. ej., tampones, toallas sanitarias)
  • Equipo y suministros médicos (p. ej., vendajes, sillas de ruedas, kits de análisis de glucosa en la sangre)
  • Terapia física (p. ej., rehabilitación posterior a una lesión, manejo del dolor crónico)
  • Atención psiquiátrica (p. ej., orientación, sesiones de terapia)

Normalmente, las HSA no se pueden usar para pagar primas de seguros médicos. Sin embargo, hay excepciones notables a esta regla, que incluyen:

  • Primas de Medicare (excluyen las pólizas complementarias de Medicare, como Medigap) si tiene 65 años o más
  • Primas de seguro para cuidado a largo plazo
  • Cobertura continua de atención médica (como COBRA)
  • Primas de seguro médico mientras esté recibiendo compensación por desempleo federal o estatal

Requisitos de elegibilidad para una HSA

El Servicio de Impuestos Internos (Internal Revenue Service, IRS) establece los requisitos de elegibilidad de las HSA. Para hacer contribuciones a una HSA, se deben aplicar los siguientes factores clave.

1. Inscripción en un HDHP

Debe tener cobertura de un plan de salud con deducible alto (HDHP, por sus siglas en inglés). Para calificar para un HDHP para el año calendario 2024, un plan debe tener un deducible anual mínimo de $1,600 para la cobertura individual o de $3,200 para la cobertura familiar. El plan además debe tener un máximo anual de gastos de bolsillo de $8,050 para la cobertura individual y de $16,100 para la cobertura familiar. Los gastos personales que sean elegibles incluyen deducibles, copagos, coseguros y demás gastos, pero excluyen las primas de póliza de seguro médico[7].

2. No tener ninguna otra cobertura de salud

No debe tener ninguna otra cobertura de salud que no sea un HDHP. Esto incluye contar con cobertura bajo el plan de otra persona que brinde deducibles más bajos.

Ciertos tipos de cobertura de salud, como las cuentas de gastos flexibles (Flexible Spending Account, FSA) para salud general o las cuentas de reembolsos para la salud (Health Reimbursement Account, HRA) pueden anular su elegibilidad para una cuenta HSA. Es posible que las personas que tienen beneficios de salud para militares, como TRICARE, tampoco sean elegibles.[8]

3. No estar inscrito en Medicare

La inscripción en Medicare, que normalmente inicia a los 65 años, anula su elegibilidad para hacer contribuciones a una cuenta HSA. Sin embargo, si ya tiene una HSA, puede continuar usando los fondos acumulados de la HSA.

4. No ser un dependiente

Si lo pueden declarar como dependiente en la declaración de impuestos de otra persona, usted no es elegible para realizar contribuciones a sus propia HSA. Sin embargo, en calidad de dependiente, es posible que cuente con cobertura en el HDHP de otra persona y se beneficie de su HSA. Esto ocurre comúnmente cuando un adulto joven sigue siendo declarado como dependiente y cuenta con cobertura a través del HDHP de su padre o madre. En este escenario, el padre o madre puede usar los fondos de la HSA para pagar los gastos de atención médica elegibles del dependiente.

Para comprender por completo las posibles ventajas fiscales y los requisitos de elegibilidad, considere consultar con un profesional en impuestos.

Cómo obtener una HSA

En ocasiones las HSA se ofrecen como parte del programa de beneficios de un empleado. En este caso, el proceso para abrir y manejar una HSA a menudo es facilitado por su empleador.

Normalmente usted se inscribirá durante el periodo de inscripción abierta de su empleador o cuando usted sea elegible para recibir los beneficios y realice contribuciones mediante deducciones vía nómina.

Tal vez reciba una tarjeta de débito que pueda usar para pagar los gastos médicos directamente, y es posible que su empleador tenga un proceso específico para presentar los reclamos de reembolsos de los gastos de bolsillo.

Para inscribirse en su HSA, siga estos pasos:

  • Confirme su elegibilidad: Debe empezar al asegurarse que esté inscrito en un HDHP elegible para una HSA y que cumpla con los demás requisitos de elegibilidad.
  • Elija un proveedor: Al comparar sus opciones, considere los factores como los cargos, las opciones de inversión, la facilidad para acceder a los fondos y el servicio al cliente.
  • Abra una cuenta: Enseguida, completará el proceso de solicitud del proveedor, presentará su identificación personal y aceptará los términos de la HSA. Es posible que algunos proveedores le permitan abrir una cuenta en línea, lo que hace que el proceso sea rápido y conveniente.
  • Establezca las contribuciones: Una vez que haya abierto su HSA, podrá empezar a realizar contribuciones, lo cual se puede hacer mediante deducciones vía nómina si su empleador ofrece dicha opción, o mediante depósitos directos o contribuciones de suma total.
  • Considere opciones de inversión: Algunas HSA ofrecen la opción de invertir una parte de sus fondos en acciones, fondos mutuos u otros vehículos de inversión. Esto le puede ayudar a hacer crecer los fondos de su HSA con el tiempo, en particular si no prevé que los necesitará a corto plazo.
  • Use los fondos de su HSA: A medida que deposite fondos en su HSA, puede empezar a usar los fondos para gastos médicos calificados. Guarde sus recibos y registros de gastos médicos en caso de una auditoría de parte del IRS.

Es posible que cada institución financiera tenga un proceso un poco diferente. Considere consultar con su institución preferida para obtener más información.

Preguntas frecuentes

¿Cuánto puede contribuir a una HSA?

En 2024, las personas que tienen cobertura individual pueden contribuir $4,150 a sus HSA, lo que supone un incremento del 7.8 % respecto del máximo de 2023. En el caso de la cobertura familiar, dicho límite aumenta a $8,300, es decir, un incremento del 7.1 % respecto de 2023. Las personas de 55 años de edad, o más, pueden contribuir $1,000 adicionales por año.[9]

¿Qué sucede con una HSA si renuncia a su empleo?

Su cuenta HSA le pertenece. Por lo tanto, si renuncia a su empleo, la cuenta sigue siendo suya. Las HSA no están vinculadas a su empleador, lo que le permite conservar el control de los fondos y continuar usándolos para gastos médicos calificados, sin importar su situación laboral. Si usted aún tiene cobertura bajo un HDHP y cumple los demás requisitos de elegibilidad, puede continuar haciendo contribuciones a su HSA actual o establecer una nueva.

¿Puedo usar mi HSA para cubrir gastos médicos de mis familiares?

Aunque las HSA se abren a nombre de una sola persona, en calidad de titular, usted puede usar los fondos de su HSA para pagar los gastos médicos de bolsillo elegibles de su cónyuge y de sus dependientes calificados. Esto es cierto incluso si ellos no tienen cobertura bajo su HDHP, siempre y cuando los gastos no sean reembolsados por otra HSA o HRA.

¿Qué sucede con los fondos no utilizados de la HSA?

Los fondos de una HSA se reinvierten de un año al siguiente y no están sujetos a vencimiento ni a una política conforme a la cual los perderá si no los utiliza. Esta característica permite que el saldo de su HSA se acumule con el tiempo, por lo que puede utilizarla para cubrir los costos de atención médica presentes o futuros, además de utilizarla como un instrumento de ahorro a largo plazo. Esta característica hace que las HSA sean particularmente útiles para los gastos de atención médica durante la jubilación.

¿Qué sucede con una HSA una vez que usted cumpla 65 años?

Una vez que cumpla 65 años y se inscriba en Medicare, ya no podrá realizar contribuciones a su HSA. Sin embargo, esta se mantiene activa y puede seguir accediendo a ella. También puede hacer retiros para cubrir gastos no médicos sin enfrentar la penalización del 20 % que se aplica a las personas menores de 65 años de edad, aunque aún deberá pagar impuestos sobre los ingresos al realizar retiros.

Cómo proteger su salud y su patrimonio con una HSA

La capacidad de reinvertir los fondos de un año al siguiente, invertir el saldo de la cuenta y cubrir gastos de atención médica de una manera con ventajas fiscales hace que las HSA sean una herramienta valiosa para quienes cumplen los requisitos de elegibilidad.