En ocasiones la vida es agitada y a menudo ahorrar dinero parece una tarea desagradable. Después de todo, ¿quién tiene tiempo para comparar precios de oferta cuando tienes obsequios que comprar, comidas sanas que planificar y viajes en vehículos compartidos que organizar?

Puede ser difícil de creer, pero es posible hacer que ahorrar dinero sea divertido. Conviértelo en un juego y observa lo rápido que todos se meten en el espíritu. Estas son algunas ideas para crear tu propio reto de ahorro familiar:

  • Identifica maneras para reducir los gastos del supermercado. Haz una lista y calcula el costo de los artículos antes de ir al súper. Averigua si puedes comprar todo por un monto menor al aprovechar las rebajas, usar cupones y comparar diferentes productos y marcas. Transfiere el monto que te ahorraste a una cuenta reservada para las vacaciones.

  • Reta a tu cónyuge a planificar citas juntos de bajo costo. Tomen turnos para planificar veladas y determinar a quién se le ocurre el mejor plan por la menor cantidad de dinero. Una vez que dominen una meta de ahorros fija, averigüen qué pasa si fijan el límite en cinco dólares menos. (El costo de una niñera responsable no se incluye en este presupuesto. El plan será todavía mejor si encuentras a un familiar o amigo que esté dispuesto a cuidar a los niños sin cobrar).

  • Saca el mayor provecho de tu despensa. ¿Cuántas noches puedes hacer la cena con lo que tienes a la mano? A todos en la familia se les pueden ocurrir ideas o pueden buscar consejos en línea.[1] Si puedes hacer que la despensa dure una semana completa, recompensa a todos en la siguiente vuelta al súper con algo especial que esté de descuento y puedan compartir.

  • Reta a tus hijos a que organicen una fiesta de cumpleaños con $10. Ayúdales a hornear un pastel, elaborar sus propias decoraciones y encontrar algunos artículos básicos en una tienda de todo por un dólar. No se necesita mucho dinero para pasar una tarde encantadora.

  • Reta a tus hijos adolescentes a que reduzcan las facturas de servicios. Muéstrales tus facturas actuales y diles que dividirás los ahorros con ellos si utilizan menos electricidad y agua el próximo mes. ¡Los pequeños cambios de verdad suman![2]

Con el tiempo, los juegos y retos para ahorrar se convierten en algo automático y tu familia empezará a acumular verdaderos ahorros.  Aún mejor, ayudarás a dotar a tus hijos de las habilidades esenciales que necesitan para controlar sus finanzas propias en el futuro.