Es una pregunta que muchos estadounidenses se hacen en algún momento: ¿Debo ahorrar más dinero o concentrarme en pagar mis deudas? En un mundo perfecto, podríamos hacerlo todo, pero desde un punto de vista práctico, el dinero discrecional (el dinero que nos queda después de pagar nuestros gastos cotidianos) puede ser limitado. Eso nos obliga a tomar decisiones estratégicas sobre cómo asignar los fondos que tenemos.
Si has solicitado préstamos estudiantiles o un préstamo para un automóvil, o si has acumulado una deuda de tarjeta de crédito, puede ser tentador hacer que el pago de esas deudas sea tu prioridad financiera número uno. Aunque sea una meta muy buena, también deberías hacer todo lo posible por ahorrar, especialmente si aún no has creado un fondo de emergencia. Tu salud financiera a largo plazo depende del desarrollo de buenos hábitos de ahorro y de la gestión responsable de tus deudas.
La respuesta a la pregunta “¿Debo ahorrar o pagar las deudas?” es sí. Tienes que hacer ambas cosas y encontrar el equilibrio adecuado para ti. Tal vez eso signifique priorizar el pago de tus deudas, o tal vez signifique priorizar el ahorro. Las siguientes consideraciones pueden ayudarte a tomar esa determinación y a situarte en una mejor posición tanto en términos de tus finanzas como de tu tranquilidad.
Qué hay que considerar para equilibrar el ahorro y el pago de las deudas
Estos son algunos factores que debes tener en cuenta para decidir cómo asignar los pagos discrecionales al ahorro frente al pago de las deudas:
Tu fondo de emergencia. ¿Tienes entre tres y seis meses de gastos cotidianos guardados en una cuenta de ahorros en caso de emergencia? Si no es así, dar prioridad al ahorro puede ayudarte a conseguirlo. No dejes de hacer al menos los pagos mínimos de tu deuda, pero destina un monto determinado a tu fondo de emergencia y luego cumple o supera esa meta cada mes o cada vez que recibas tu salario.
Disponer de un fondo de emergencia es fundamental en caso de que te surjan gastos inesperados; por ejemplo, si de repente tienes que reemplazar tu computadora, reparar tu automóvil o pagar atención médica de urgencia. Tener dinero en efectivo disponible para hacer frente a circunstancias inesperadas puede ayudarte a evitar tener que solicitar dinero prestado e incurrir en una deuda potencialmente costosa. También podrías descubrir que esta red de seguridad financiera te ofrece tranquilidad.
El costo de tu deuda. Es importante hacer una lista de todas tus deudas y asegurarse de que entiendes qué tasa de interés está pagando por ellas. Aunque los expertos no se ponen de acuerdo sobre lo que constituye una tasa de interés “alta”, si miras tus estados de cuenta más recientes, podrás ver cuánto te está costando tu deuda cada mes. Si el monto que estás pagando por la deuda supera el monto que podrías ganar ahorrando el dinero en su lugar, entonces hay un caso práctico para dar prioridad al pago de la deuda.
Es posible que desees pagar primero las cuentas con las tasas de interés más altas, para reducir el monto de intereses que estás pagando. Realiza los pagos más grandes en esa cuenta mientras continúas haciendo los pagos mínimos en tus otras cuentas y poniendo algo de dinero en los ahorros. Una vez pagada esa cuenta, puedes pasar a la cuenta con la siguiente tasa de interés más alta y continuar con este método de pago “en avalancha” hasta que hayas pagado tus deudas.
Por otro lado, algunas personas prefieren apuntar primero al saldo más pequeño para sentir la sensación de logro al pagar un saldo rápidamente y luego pasar al siguiente saldo más pequeño y así sucesivamente. Al igual que el método de la avalancha, este método de “bola de nieve” te ayuda a tomar impulso para pagar tu deuda.
El programa de contribución 401(k) de tu empleador, si lo ofrece. Si tu empleador ofrece un plan de jubilación que iguala los fondos hasta un determinado porcentaje (en promedio, del 3 % al 6 % de tu salario), eso es esencialmente dinero gratis que puedes ganar simplemente por contribuir a tu cuenta. Este es un caso en el que hay que dar prioridad al ahorro. Mientras no te impida pagar tus gastos cotidianos o cumplir con otras obligaciones financieras, haz todo lo posible por contribuir al menos lo suficiente para obtener la máxima contribución del empleador.
Hay otro motivo para asegurarse de que estás ahorrando para la jubilación hoy. El interés compuesto que se gana en un plan de jubilación ayuda a que crezca con el tiempo. Si esperas a contribuir a tu plan de jubilación hasta que esté libre de deudas, habrás perdido un tiempo precioso durante el cual tu dinero podría haber crecido.
Tus metas de ahorro de corto plazo. Probablemente, ahorrar para las emergencias y la jubilación no son tus únicas necesidades de ahorro. Tal vez estés planeando comprar un vehículo en los próximos años, o desees hacer algún viaje el próximo verano. Calcula cuánto dinero necesitarás tener ahorrado para alcanzar cada una de estas metas y luego dedica también parte de tus ingresos discrecionales a estas metas de corto plazo.
Consejos para ahorrar y pagar las deudas
Una vez que hayas determinado el equilibrio ideal entre el ahorro y el pago de tus deudas, ten en cuenta estos consejos para mantenerte en el camino hacia tus metas:
Incorpora tus metas de pago de deudas y de ahorro en tu presupuesto mensual. Incluye los depósitos de ahorros y los pagos de las deudas en tu presupuesto, de modo que te comprometas a pagarlos cada mes al igual que pagas el alquiler, los servicios públicos y otras facturas.
Elige la cuenta de ahorros adecuada. Busca una cuenta de ahorros con una tasa de interés que haga crecer tu dinero más rápidamente.
Automatiza tus depósitos y pagos. Si estableces depósitos automáticos en tu cuenta de ahorros cada vez que recibas tu salario, estarás “pagándote a ti mismo primero”, una estrategia que muchos expertos financieros recomiendan. Si nunca tienes el dinero disponible, no tendrás la tentación de gastarlo, sino que irá directamente a tu cuenta de ahorros. Establecer pagos automáticos en tus cuentas de crédito también es una estrategia inteligente, ya que te ayuda a asegurarte de que nunca dejes de pagar.
Realiza al menos el pago mínimo de cada una de tus cuentas a tiempo cada mes. Incluso si decides dar prioridad al ahorro, debes cumplir con tu compromiso de pagar los préstamos y la deuda de las tarjetas de crédito realizando los pagos a tiempo. Los pagos atrasados o no efectuados pueden dar lugar a intereses y cargos adicionales, así como a daños en su puntaje de crédito e historial crediticio.