Durante el tiempo que he servido como asesora financiera en la comunidad militar, he tenido la oportunidad de trabajar con cientos de personas y familias para elaborar presupuestos sostenibles que cumplan las necesidades del estilo de vida militar. Noté denominadores comunes en la estrategia de mis clientes militares (o en su falta de estrategia) con respecto a sus finanzas personales. Gran parte de mis consejos estaban relacionados con una o varias de estas cinco realidades sobre las finanzas de los militares:

El sueldo de los militares tiene sus altibajos

Claro que se puede argumentar que el sueldo base es predecible, pero ¿qué hay de los subsidios y pagos especiales? Cada vez que hay un cambio permanente de estación (PCS), tu sueldo cambia. Si te trasladas al extranjero, recibirás un COLA (ajuste al subsidio de manutención) que inevitablemente terminará una vez que regreses a los Estados Unidos. Si tú o tu cónyuge se encuentran en despliegue, habrá pagos y subsidios especiales (p. ej., el Pago por Servicio en Condiciones de Vida Difíciles o el Subsidio por Separación Familiar), y tal vez incluso la CZTE (Exención Tributaria en Zona de Combate), dependiendo de la ubicación, los cuales solo recibirán en tanto dure el despliegue o asignación. Es importante tener esto en cuenta al tomar decisiones financieras o planificar para el futuro.

No gastes el dinero extra, ahórralo

No sé tú, pero cuando me encuentro 10 dólares extra en mis jeans, hago dos cosas: 1) bailo como si me hubiese ganado la lotería y 2) de inmediato empiezo a pensar en qué me voy a gastar mi recién descubierta fortuna, que siempre resulta ser un fino café o una comida fuera (mis dos vicios del dinero).

En lugar de gastar más durante las temporadas en que tu sueldo aumenta, ahorra ese dinero para los tiempos difíciles, o mejor aún, utilízalo para liquidar tus deudas. Si te liberas de las deudas, puedes utilizar el excedente de tu sueldo para hacer crecer tu cuenta de ahorros de emergencias, guardar dinero para tu jubilación o establecer un fondo para la universidad de tus hijos.

Asegúrate que alguien en quien confíes tenga tus datos financieros

Mi esposo me mantiene vigilando nuestras finanzas personales, pero ¿qué pasa si tú no eres quien gestiona el dinero o no estás en una relación estable con alguien en quien puedas confiar para compartirle tu información financiera? Si tú o tu cónyuge se encuentra en despliegue o es asignado a un viaje sin acompañamiento (es decir, no pueden llevar a sus dependientes al viaje), es muy importante que tu cónyuge tenga un respaldo para lidiar con los contratiempos potenciales referentes a sus finanzas personales, ya sea que se trate de un asunto con una factura de un teléfono celular o un problema con su paga militar.

Vale la pena mencionar que un poder general no otorga acceso al titular para abordar o modificar asuntos relacionados con la paga militar. El miembro de servicio debe solicitar un poder específico que permite hacerse cargo de los asuntos relacionados con la paga militar.

No todos tienen en mente lo que más te conviene, especialmente los prestamistas de alto riesgo.

Justo afuera de las puertas de toda estación militar importante, encontrarás al mismo puñado adulador de prestamistas a corto plazo, casas de empeño, prestadores prendarios y negocios de compraventa fraudulentos de automóviles usados que alegremente acosan a los miembros del servicio militar y a sus familias. Para dichos prestamistas, nada resulta más deseable que un miembro de servicio joven influenciable que recibe un sueldo constante.

En caso de que estés corto de efectivo y esto te genere una dificultad financiera, cada división de servicio tiene su propia agencia de ayuda de emergencia que está lista para ayudarte a ti y a tu familia militar.

 

 

20 años pasan muy rápido. No esperes para empezar a invertir en ti.

No puedo creer lo rápido que han pasado los primeros 10 años de carrera militar de mi esposo, y estoy segura que los próximos 10 pasarán incluso más rápido. Por muy mal que me haya sentido al verlo pasar dificultades al trabajar tiempo completo mientras terminaba su maestría, estoy muy orgullosa de él por haberlo logrado. Aunque nos queda una década o más antes de que comience su siguiente etapa profesional, si vamos preparándonos para la transición, esta será mucho más fácil.

Hay muchas oportunidades para los miembros del servicio y sus cónyuges militares en educación superior, obtención de licencias y educación continua. Sería una pena dejar que 20 años se vayan sin aprovechar programas como el Montgomery GI Bill, MyCAA y otros, como la subvención para consejeros financieros acreditados de la National Military Family Association para cónyuges de militares (que yo aproveché).