Ya sea que se le llame inversión responsable, inversión ética, inversión de impacto, inversión sostenible, inversión verde o cualquier otro de los numerosos nombres que circulan, fundamentalmente todos estos términos describen lo mismo: un enfoque de inversión que intenta generar resultados positivos en materia medioambiental, social y/o de gobernanza (ESG) sin dejar de buscar un rendimiento financiero.
Hay una serie de razones por las cuales los inversionistas normalmente incorporan consideraciones ESG en sus decisiones de inversión.
Entre las principales están:
- Buscan oportunidades que les ayuden a gestionar o disminuir los riesgos.
- Creen que las compañías que gestionan eficazmente las preocupaciones de ESG tienen el potencial de superar a los competidores que no lo hacen.
- Se proponen generar resultados positivos en materia de ESG junto con un rendimiento financiero.
Cómo implementar la inversión responsable
No hay un enfoque único para la inversión responsable y, dadas las motivaciones únicas y personales que cada uno aporta a sus estrategias de inversión, un enfoque que funciona para un inversionista puede no ser aplicable a otro.
Sin embargo, desde una perspectiva amplia, los inversionistas suelen adoptar uno o más de los siguientes enfoques:
- Alineación. En este caso, el inversionista trata de alinear su cartera con sus valores personales minimizando la exposición a compañías o industrias cuyas prácticas comerciales son contrarias a sus convicciones personales.
- Integración. Esto ocurre cuando un inversionista integra los factores ESG en sus decisiones de inversión para identificar y enfatizar la inversión en compañías/organizaciones/productos con prácticas ESG positivas, o que abordan ciertos desafíos ESG. Los inversionistas también pueden tratar de limitar su exposición a aquellos que creen que demuestran pobres consideraciones de ESG.
- Asignación. Es el caso en el que un inversionista destina su cartera a objetivos ambientales o sociales, como complemento o alternativa a la filantropía.
Inversión responsable: mitos e ideas equivocadas
Gracias en parte a su creciente popularidad, muchos inversionistas son conscientes hoy en día de la inversión responsable (quizás incluso estén interesados en llevarla a cabo), pero aún no han incorporado ningún tipo de estrategia de inversión responsable en sus carteras.
Mito: El estado del medio ambiente y de la sociedad, en general, tiene poco impacto en los inversionistas.
Realidad: El medio ambiente y la sociedad afectan directamente a los inversionistas y viceversa.
El desglose: los problemas sociales y medioambientales, como la salud pública, las pandemias y el cambio climático, están relacionados con el sistema financiero y, a su vez, con las carteras de los inversionistas. Basta con echar un vistazo a la historia reciente para ver que esto es así. Invertir en organizaciones y causas que abordan estos problemas puede aportar resiliencia a la economía y ayudar a impulsar el éxito financiero.
Mito: la inversión responsable no es más que una moda que a muchos inversionistas les interesa poco.
Realidad: la inversión responsable como movimiento está lista para crecer dentro de la industria de los servicios financieros y probablemente atraerá a un número cada vez mayor de inversionistas.
El desglose: según la Fundación SIF de Estados Unidos, los activos estadounidenses gestionados con una estrategia de inversión responsable crecieron a una tasa de crecimiento anual compuesta del 16 % entre 2014 y 2018, hasta los $11.9 billones. Aunque los millennials y las mujeres están mostrando un interés especial por estas estrategias, el interés es cada vez mayor en todas las franjas de inversionistas.
Mito: las estrategias de inversión responsable ahogan los resultados financieros.
Realidad: la inversión responsable no ahoga los resultados financieros.
El desglose: la inversión responsable ya no consiste únicamente en excluir a las compañías "malas" de las carteras. Los inversionistas utilizan hoy una variedad de análisis sobre factores ambientales, sociales y de gobernanza para evaluar el riesgo y el rendimiento. Es más, la investigación indica que no hay una penalización de rendimiento asociada a las estrategias de inversión responsable.
La conclusión es que:
la inversión responsable ofrece la oportunidad de generar cambios medioambientales y sociales positivos y, al mismo tiempo, permite a los inversores obtener rendimientos financieros tradicionales.
Es más, es un movimiento que muestra todos los signos de seguir creciendo en popularidad.
Para obtener más información sobre la inversión responsable o para discutir tus estrategias de inversión con más detalle, ponte en contacto con un asesor financiero de PNC Investments hoy mismo.