Benjamin Franklin una vez dio una opinión conocida por todos de que nada en este mundo es seguro, salvo la muerte y los impuestos. Sin embargo, cuando se trata de la planificación patrimonial, ¿cómo se puede separar la certeza de lo primero de la carga generada por lo segundo? El seguro de vida permanente es algo que debe considerar.

Pese al hecho de que pocas personas quieren contemplar la muerte, el seguro de vida puede ser una parte fundamental de la planificación patrimonial para la mayoría de las personas de una manera que otros productos de seguro e inversiones no lo son.

La naturaleza del seguro implica pagar por algo que usted espera no necesitar, pero que proporcione una reserva en caso de una circunstancia imprevista. Aunque jamás podría ser propietario de un automóvil o una vivienda sin contratar un seguro para ellos, el trayecto exitoso del seguro de automóvil o del seguro para propietarios de vivienda quizás signifique que jamás utilice dichos seguros ni se beneficie de estos. Sin embargo, el seguro de vida es diferente en el sentido de que todos tendremos un evento que califique, y algunas pólizas pueden acumular un valor en efectivo sobre el cual se puede solicitar un préstamo o realizar un retiro durante nuestra vida.

¿Por qué se debe considerar el seguro de vida permanente?

La mayoría de las veces, el seguro de vida se clasifica en dos categorías: de plazo fijo y permanente. El seguro de vida a término proporciona beneficio por fallecimiento al beneficiario de la póliza si el asegurado fallece durante el período de la póliza, por ejemplo, en un período de 10, 15 o 20 años. Una vez que ese plazo haya terminado, se debe renovar la cobertura al presentar evidencia de asegurabilidad, a fin de conservar algún beneficio. Sin embargo, algunas pólizas a término incluyen una disposición de conversión que permite que el titular de la póliza convierta la póliza a término en una póliza permanente durante un período especificado (es decir, hasta los 65 años) sin tener que presentar evidencia de asegurabilidad.

El seguro de vida permanente no tiene vencimiento, mientras usted pague la prima. Ambos tipos de seguro pueden ser adecuados para diferentes situaciones financieras o etapas de la vida, sin embargo, al considerar el papel que el seguro tiene en la planificación patrimonial, el seguro permanente es el más apropiado.

Considere estas ventajas del seguro de vida permanente:

  • alto valor entre el beneficio y la prima durante los primeros años de la póliza; 
  • el beneficio por fallecimiento es conocido y predecible; 
  • los beneficios se pagan en efectivo; 
  • el valor del efectivo se acumula con impuestos diferidos;
  • es posible que los beneficios no estén sujetos al impuesto sobre ingresos o al impuesto de sucesión; y  
  • riesgo bajo de incumplimiento de parte de la aseguradora. 

El seguro de vida, como la mayoría de las demás inversiones, ofrece el mayor beneficio si lo contrata a una edad temprana. Sin embargo, a diferencia de otras inversiones en las que el beneficio principal de la inversión temprana es el poder de la capitalización, quienes invierten en seguros de vida se benefician debido a que al ser más jóvenes y sanos reciben mejores primas y tienen una mejor elegibilidad para contratar pólizas. Esto también significa que en el desafortunado caso de que sea necesario pagar los beneficios por fallecimiento durante los primeros años de la póliza, el beneficio superará por mucho cualquier prima que se haya pagado.

Dichos beneficios también son exclusivos debido a que se entregan a los beneficiarios en efectivo, lo que puede ayudar a liquidar las obligaciones financieras pendientes o cubrir los gastos del fallecimiento. No obstante, los beneficios en efectivo garantizados se pueden extender más allá de las necesidades financieras inmediatas de la liquidación de bienes o herencias, y pueden evitar que un beneficiario se vea obligado a vender una empresa, bienes raíces u otras inversiones que generan intereses para cubrir los gastos de manutención. Definir a los beneficiarios también puede reducir las preocupaciones sobre el trato equitativo entre los herederos en lo que respecta a la distribución de los activos.

La forma en que sus beneficiarios usen el beneficio de un seguro de vida depende de ellos, pero la forma en que elijan recibir dicho beneficio determinará si este es objeto de impuestos y de qué manera. Los beneficios de seguro de vida por lo general se entregan como una suma global, en parcialidades programadas o incluso como pagos de anualidades. Para la mayoría, elegir el pago de una suma global permite evitar el impuesto sobre los ingresos o el impuesto de sucesión correspondiente al beneficio, mientras que recibir los beneficios con el tiempo podría dar lugar a impuestos sobre los intereses generados adicionales. Un asesor financiero puede ayudarle a evaluar cuál sería el tipo de opción de pago más favorecedor para usted o sus beneficiarios.

El seguro de vida permanente tiene beneficios que superan a los beneficios por fallecimiento que se otorgan a los beneficiarios. Mientras usted continúe pagando su prima, su póliza acumulará un valor en efectivo sobre el cual puede solicitar un préstamo. Solicitar un préstamo sobre su póliza de seguro de vida puede ser una alternativa eficaz a un préstamo bancario estándar, ya que la única garantía es la póliza en sí. Aún así, le conviene hablar con su asesor antes de considerar un préstamo sobre un seguro de vida, ya que cualquier préstamo se debe reembolsar con intereses y podría afectar el beneficio por fallecimiento de su póliza.

Algunos aspectos para considerar

Si bien el seguro de vida permanente puede ser un componente favorable de la mayoría de los planes patrimoniales, hay algunos desafíos que debe tener en cuenta. Específicamente:

  • Primas más altas para el seguro de vida permanente en comparación con el seguro de vida a término.
  • Primas más altas o denegación de la cobertura debido a la edad o estado de salud. 
  • Las pólizas no están aseguradas por la FDIC en caso de insolvencia de la aseguradora. 
  • Menor valor entre el beneficio y la prima durante los últimos años de la póliza. 

El principal desafío de un seguro de vida permanente es que se hace más difícil y más caro a medida que usted envejece o si tiene determinadas condiciones médicas. Por ello, resulta favorable contratar una póliza permanente mientras es joven y mantenerse al día con el pago de las primas para evitar que la póliza se extinga. La solvencia de la aseguradora puede ser un problema, pero se puede mitigar al investigar y prestar atención a las agencias de calificación independientes que califican a las aseguradoras.

En su comentario ocurrente que a menudo se cita sobre la muerte y los impuestos, Ben Franklin estaba opinando sobre la permanencia proyectada de la constitución estadounidense recién ratificada, no tenía nada que ver con los seguros de vida o las finanzas. Sin embargo, cuando se trata de la planificación patrimonial, vale la pena considerar la tranquilidad de un beneficio sin cargas para sus seres queridos.