Como recién graduado de la universidad, es probable que tengas deudas por préstamos estudiantiles. Según el Centro Nacional de Estadísticas para la Educación (National Center for Education Statistics):

“De los años lectivos 2006-2007 al 2010-2011, el porcentaje de alumnos de licenciatura de nuevo ingreso de tiempo completo en instituciones que otorgan títulos de 4 años que recibían algún tipo de ayuda financiera aumentó del 75 % al 85 %”.

Considerando un costo de matrícula promedio de 4 años de $21,000, así como el hecho de que cada vez más alumnos adquieren deudas por préstamos estudiantiles, una parte de tu salario se destinará directamente a liquidar dicha deuda. Durante algunos años después de graduarse, una parte considerable de un salario promedio se utiliza para pagar el balance de la deuda del préstamo estudiantil.

Sin embargo, si investigas las estrategias de inversión, encontrarás el mismo consejo una y otra vez: Empieza a invertir temprano y usa el tiempo a tu favor.

Empezar pronto hace que el poder de los intereses compuestos te favorezca. Eso significa que, cuanto antes empieces a ahorrar, más crecerá tu dinero, y ahorrar un pequeño monto durante la etapa inicial de tu carrera puede hacer una gran diferencia. Esto también significa que te enfrentarás a una pregunta difícil: ¿deberías pagar primero tus préstamos estudiantiles o en lugar de ello invertir el dinero?

Antes de poder responder a esa pregunta, debe evaluar su situación personal.

¿Tienes alguna otra deuda?

¿Tienes alguna otra deuda aparte de los préstamos estudiantiles, por ejemplo, deuda en tu tarjeta de crédito, préstamos de automóviles o facturas médicas? Aunque el balance de la deuda de tu préstamo estudiantil normalmente será más alto, esos otros tipos de deudas a menudo tienen tasas de interés más altas. Para poder ahorrar dinero en cargos e intereses, deberías considerar realizar primero el prepago de dichos préstamos, ya que a menudo estos tienen tasas de interés más altas. Además, los préstamos estudiantiles a menudo ofrecen mayor flexibilidad en términos de diferir los pagos. Por otro lado, lo más seguro es que, si esperas a pagar la deuda de tu tarjeta de crédito, tu puntaje de crédito se verá afectado negativamente.

¿Cuánto dinero tienes ahorrado?

Si no tienes ahorros para emergencias y surge un gasto inesperado, te provocarás más estrés del necesario. Los ahorros para emergencias equivalentes a 2 o 3 meses de gastos como mínimo indispensable te ayudarán a manejar la mayoría de los gastos inesperados, como las facturas de hospital o los accidentes automovilísticos. Date el tiempo de establecer un fondo de ahorros para emergencias antes de considerar invertir o pagar más de lo necesario para tus préstamos estudiantiles.

Si todas tus demás deudas están bajo control y ya has apartado tu dinero en efectivo para emergencias, puedes considerar si te conviene más abonar tus préstamos estudiantiles o invertir.

¿Qué tipos de préstamos tienes?

Normalmente, los préstamos otorgados por el gobierno tienen una tasa de interés fija. Si no tienes una tasa de interés fija, quizás sea más prudente abonar lo más que puedas a dicho préstamo antes de que consideres destinar tu dinero a inversiones. Sin embargo, ten en cuenta que vale la pena revisar todos los tipos de préstamos y plazos de reembolso para en verdad determinar qué tipo de deuda saldar o, en vez de ello, determinar si deberías invertir.

¿Estás listo para arriesgarte a invertir?

Invertir normalmente implica cierto nivel de riesgo y algunas inversiones son más seguras que otras. Al invertir, se hace un intercambio entre el riesgo que asumes y la recompensa que obtienes. Cuanto mayor sea el riesgo, más dinero podrías obtener como retorno sobre tu inversión, pero también asumes un mayor riesgo de perder una parte o la totalidad de tu inversión. Solo tú eres capaz de determinar el nivel de tolerancia al riesgo con el cual te sientes cómodo.

Una vez que te hayas dado el tiempo para evaluar tu situación actual y tus opiniones sobre tu deuda actual y sobre tu tolerancia al riesgo, podrás decidir si estás listo para invertir. También te puede ayudar hablar de esto detenidamente con un asesor financiero.