El Centro de Investigación de la Jubilación del Boston College calcula que solo la mitad de los hogares estadounidenses están en camino de jubilarse. La otra mitad corre el riesgo de no tener suficiente para mantener su estilo de vida.[1] De hecho, más de 100 millones de estadounidenses no tienen activos de jubilación en absoluto.[2]

¿En qué categoría estás tú?

Paso 1: Identifica lo que necesitarás

Como punto de partida, una regla empírica es que la gente debe invertir alrededor del 15 % de su ingreso familiar bruto para vivir igual de bien en la jubilación que ahora. Pero eso es solo un cálculo aproximado, y tus necesidades pueden variar significativamente.

Es mejor pensar en lo que necesitarás para jubilarte, y luego trabajar hacia atrás. Recuerda que no es necesario determinar un monto exacto, sino que es importante tener un objetivo dado que este número afectará tu estilo de vida futuro, la planificación del legado, las opciones de cuidado a largo plazo y más.

Debido a que la situación de cada uno es verdaderamente única, no se aplica ninguna regla fácil. Qué debes considerar:

  • Tus patrones de gastos
  • El valor de las inversiones y otros activos
  • Seguridad social y otros ingresos proyectados
  • Cuánto puedes invertir de forma realista para la jubilación
  • Cuándo te quieres jubilar
  • Cuánto necesitarás para vivir cada mes
  • Tu tolerancia al riesgo
  • Las expectativas de longevidad
  • Otras metas y circunstancias individuales

Paso 2: Estrategias de apalancamiento para ayudar a aumentar tus activos de jubilación

Saber lo que necesitarás es el primer paso. Llegar allí puede no ser tan sencillo. Sin embargo, hay estrategias que pueden ayudarte a aumentar tus activos de jubilación y evitar retrasar tu jubilación o que vivas con menos.

Maximizar las equivalencias del empleador. Si tienes que ponerte al día, la primera área de oportunidad puede ser maximizar las contribuciones a los planes de jubilación si eres un participante. Muchos planes 401(k) patrocinados por el empleador igualan las contribuciones hasta un porcentaje determinado; por ejemplo, el empleador puede contribuir con 50 centavos por cada dólar que tu aportas, hasta el 6 % de tu salario. Esto es esencialmente dinero gratis, así que haz lo que puedas para recibir la máxima equivalencia.

Toma ventaja de las opciones para mayores de 50 años. Las contribuciones adicionales al plan de jubilación, llamadas contribuciones de recuperación, se permiten después de los 50 años. Tiene la posibilidad de contribuir $6,500 extras por año al plan de jubilación del empleador o $1,000 anualmente a una cuenta IRA.

Paga las tarjetas de crédito. El promedio de intereses puede llegar al 21 %, y pagar esto cada mes es como tirar el dinero. La liquidación de la deuda de la tarjeta de crédito puede abrir fondos que podrían ser transferidos a los activos de la jubilación, pero se necesita un plan.

Reconsidera pagar para la universidad. Ayudar a tus hijos puede ser una gran fuente de orgullo. Pero si viene a expensas de tu seguridad financiera futura, ¿realmente ayuda a tus hijos? Ser financieramente independiente, o incluso estar en condiciones de ayudarlos más adelante en la vida, puede ser un mejor regalo. Vale la pena explorar otras maneras de financiar su educación.

Págate a ti mismo primero, automáticamente. Ponerse a uno mismo primero requiere disciplina. Utiliza las transferencias automáticas para facilitar la planificación de la jubilación. Si no ves el dinero de entrada, no lo echarás de menos.

Aprovecha la capitalización compuesta. Generar intereses sobre intereses es la clave para hacer crecer el patrimonio. Aunque empieces tarde, puedes beneficiarte. Resiste la tentación de retirar las ganancias y los intereses generados. Reinvertir puede permitir que los activos de jubilación crezcan a una tasa cada vez mayor.

El mejor momento para comenzar es ahora

Ya lo has escuchado antes: empieza anticipadamente para que tengas años para acumular intereses y ganancias. Aunque eso puede ser cierto, no te ayuda hoy en día. Afortunadamente, nunca es tarde.

Pequeños ajustes en tus inversiones, gastos y edad de jubilación pueden tener un impacto más grande de lo que esperas. Lo importante es evitar sorpresas cuando llegue el momento de jubilarse, y la mejor manera de estar seguro es con la ayuda de un profesional de las finanzas. Incluso las personas que sienten que están bien preparadas para la jubilación pueden sorprenderse por las oportunidades que se pueden descubrir. Habla con PNC hoy sobre tu situación y cuál puede ser el curso de acción más apropiado para que alcances tus metas de jubilación.

Para obtener ayuda de planificación financiera: visita a un profesional en tu sucursal local o llama al 1-855-762-4683.