El costo de la educación superior aumenta constantemente. Y lo mismo sucede con lo que está en juego cuando se trata de la ayuda financiera.
La oferta de la crucial ayuda financiera puede tener un impacto en su vida financiera tanto durante los años en la universidad como después de la graduación. ¿Qué sucede si la asignación de ayuda financiera no alcanza? Kristin Balazentis, director de ventas de PNC de préstamos para estudiantes tiene algunas perspectivas.
“Hemos descubierto que no es común que los estudiantes obtengan un resultado exitoso al solicitar una mayor ayuda financiera. Al mismo tiempo, eso podría suceder”. Balazentis agrega, “pero aquellos que tienen éxito lo hacen con la misma preparación y actitud que lo hacen al realizar una solicitud para la universidad”.
Entonces, ¿cómo y dónde comenzar?
Para empezar, respire profundo
Es importante comprender un punto clave: Las ofertas de ayuda financiera se basan en su capacidad percibida para pagar la universidad. No se trata de una valoración sobre su potencial como estudiante. Después de todo, a la oficina de admisiones ya le ha gustado lo que vieron en usted.
Tenga esto en cuenta porque es fundamental respetar el proceso y la toma de decisiones de la universidad. Dar una respuesta que contenga palabras controvertidas puede reducir sus probabilidades de obtener una mejor asignación y llevarlas a cero. La mayoría de las universidades consideran que su asignación es justa y realista según la necesidad financiera del estudiante o simplemente lo que puede pagar la universidad.
Segundo, conozca cuánto necesita
Aquí es donde las matemáticas y la contabilidad resultan útiles, independientemente de su carrera deseada.
Sume todos sus gastos proyectados después de tener en cuenta el paquete de ayuda financiera. Comprenda cuánto le queda disponible cuando se trata de poder afrontar el pago.
Un punto importante: Determine si las ofertas de becas se deducen de su paquete de asignación de ayuda financiera general. Algunas universidades deducirán las becas externas de sus ofertas. Si usted no está seguro de esta consideración, llame a la oficina de ayuda financiera de la universidad y consulte. Después de todo, están para ayudar. También crea una relación que puede resultar útil cuando usted hace su solicitud.
Confirme si la asignación financiera es renovable. A modo de ejemplo, una asignación renovable de $3,000 por año puede ser preferible comparada con una asignación de un solo año de $6,000.
Si usted ha recibido asignaciones de parte de varias universidades, genere una hoja de cálculo que compare esas diferentes ofertas financieras. Incluso si usted no puede hacer que los números funcionen para su primera selección, es posible que existan muy buenas ofertas de parte de otras universidades que estén dentro de su capacidad financiera.
“Si usted es un estudiante, conocer el costo total de la educación es muy importante”, agrega Balazentis. “Los costos de la educación superior se extienden mucho más allá de la matrícula, que incluyen los gastos básicos, libros y mucho más que es parte de la ecuación. Es por eso que es clave tener un presupuesto tan completo como sea posible”.
Comuníquese con la Ayuda financiera
Es importante comprender que existen pautas acerca de lo que se debe y no se debe hacer al solicitar una oferta mayor. Y una de las pautas acerca de lo que no se debe hacer es solicitar más dinero inmediatamente.
En cambio, las relaciones importan. Comience un diálogo respetuoso con la Ayuda financiera al solicitar qué becas o subvenciones pueden estar disponibles para su situación. Sea amable y agradezca su tiempo y conocimiento.
Según Balazentis, cuanto más profesional usted sea, mayor será la predisposición de su contacto para ayudar.
“Los oficiales de la Ayuda financiera quieren ayudar a los estudiantes. Pero también tienen un monto limitado para trabajar. Para asegurarse de que usted sea considerado para una asignación mayor, respete su tiempo y pericia”.
Luego de solicitar las becas, es momento de consultar acerca del proceso de apelación. No se deje llevar por las emociones. En cambio, consulte cuáles son los formularios necesarios y los plazos límite. Una vez más, sea agradecido por cualquier ayuda que puedan ofrecer.
Después de realizar la llamada, escriba
Algunos oficiales de Ayuda financiera le pedirán que complete un formulario con detalles relevantes para su apelación. No obstante, otros pueden solicitar una carta de apelación. Si están abiertos a una apelación escrita, tómese el tiempo de redactar una carta que haga lo siguiente:
- Detalle cualquier cambio en los ingresos domésticos de lo que está incluido en su solicitud de FAFSA. Esté listo para mostrar la documentación
- Proporcione información sobre las asignaciones financieras de otras universidades, si corresponde. No obstante, siempre resalte que la universidad a la que usted se dirige es su selección preferida
- Evite la palabra “negociar” y el lenguaje demandante y emocional. Siempre debe ser amable e ir al grano. La persona que revise su apelación agradecerá mucho un modo profesional
- Sea preciso en todos los detalles
Espere lo mejor
Es importante ser realista. Cuando se trata de asignaciones de ayuda financiera, con frecuencia las apelaciones no son exitosas. Al mismo tiempo, se pierde el 100 % de los intentos que no se hacen.
Con esto en mente, es importante maximizar sus posibilidades. La preparación, una buena actitud y la diligencia serán sus aliados y le permitirán aprovechar al máximo sus posibilidades.