Cuando utilizas una tarjeta de crédito, lo haces conforme al acuerdo entre tú y el emisor de la tarjeta de que realizarás pagos regulares para liquidarla. No tienes que liquidar el saldo total cada mes (aunque esa es una estrategia inteligente), pero debes hacer el pago de cuando menos el mínimo a más tardar en la fecha de vencimiento. Si dejas de pagar las facturas de tu tarjeta de crédito, es posible que haya consecuencias. Dichas consecuencias se pueden multiplicar e intensificarse cuanto más tiempo pases sin hacer pagos.
A continuación se presentan algunas sanciones y riesgos comunes a los que te puedes enfrentar si no haces los pagos de tu tarjeta de crédito. Asegúrate de leer detenidamente los términos y condiciones de tu tarjeta de crédito para comprender tus circunstancias específicas.
Cargos por demora. Si no se recibe tu pago mensual en la fecha de vencimiento, se te puede cobrar un cargo por demora de hasta $29 durante el primer mes que incurras en demora, y de hasta $40 por mes en lo sucesivo (estos montos máximos son definidos por la Oficina para la Protección Financiera del Consumidor). Estos cargos realmente pueden aumentar tu deuda, especialmente porque, si no los pagas directamente, pueden estar sujetos a cargos por intereses además del resto de tu saldo pendiente.
Daños a tu informe de crédito y a tu puntaje de crédito. Una vez que tu pago esté por lo menos 30 días vencido, el emisor de la tarjeta de crédito puede reportar tu morosidad a las tres agencias de crédito: Equifax, Experian y TransUnion. Tu pago atrasado será asentado en tu informe de crédito, donde podrá permanecer por un periodo de hasta siete años. Un pago atrasado también puede provocar que se resten puntos (posiblemente 50 puntos o más) de tu puntaje de crédito, ya que tu historial de pagos representa el 35 % de tu puntaje de crédito.
Esto puede afectarte negativamente, por ejemplo, si intentas comprar un vehículo o una casa y el prestamista potencial verifica tu informe de crédito o tu puntaje de crédito. El prestamista usa esta información para determinar si te otorgará el crédito y, de ser así, con qué tasa de interés. Los consumidores que tienen historiales y puntajes de crédito sólidos tienen más probabilidades de recibir aprobaciones para préstamos u obtener tasas favorables para estos. No solo los prestamistas revisan tu crédito: Un arrendador puede verificar tu crédito para evaluar si te alquilará un inmueble, y un proveedor de servicio de telefonía puede verificarlo antes de entrar en un contrato de servicio contigo.
Una tasa porcentual anual (APR) más alta. Si te atrasas con uno de los pagos de una tarjeta de crédito, se suspenderá cualquier tasa de interés promocional que se te pudiera haber aplicado, y se te cobrará la APR estándar establecida para tu cuenta. Si tu pago presenta un retraso de 60 días, el emisor de la tarjeta puede aplicar una tasa de interés incluso más alta (de hasta un 29.99 %), que se denomina APR de penalización, a tu saldo pendiente, así como a tus compras futuras. Afortunadamente, después de realizar pagos a tiempo durante seis meses, el emisor tiene la obligación de volver a bajar tu APR a la tasa normal para tu saldo actual. Sin embargo, el emisor tomará la decisión con respecto a si elevará la APR de penalización de las compras futuras.
Llamadas de cobro. Una vez que tu morosidad sea grave (180 días de retraso), pasa al estado de incumplimiento. El emisor de la tarjeta puede cerrar tu cuenta debido a la falta de pago y vender tu deuda pendiente a una agencia de cobros. Este cierre de cuenta se reporta a las agencias de crédito, lo que puede generar daños graves a tu crédito. Aún tendrás la responsabilidad de la deuda, y los cobradores se pondrán en contacto contigo para ver qué planes tienes para resolver la deuda.
Durante esta etapa tardía, tienes las opciones de liquidar la deuda en su totalidad, ya sea mediante un pago único o un programa de pagos negociado con la agencia de cobros; intentar saldar la deuda con el cobrador por un monto menor al que adeudas; declararte en quiebra o convenir un plan de administración de deuda con el apoyo de una agencia de asesoramiento crediticio sin fines de lucro. (La Fundación Nacional de Asesoramiento Crediticio y la Asociación de Asesoramiento Financiero de Estados Unidos ofrecen recursos.)
Acción legal. El emisor de la tarjeta o la agencia de cobros puede demandarte ante un tribunal por la deuda no pagada. Si el tribunal emite un fallo a su favor, el emisor de la tarjeta o la agencia de cobros tendrá la posibilidad de tomar fondos de tu cuenta bancaria o salario, o bien, aplicar un gravamen a tus bienes, para liquidar tu deuda.
Cómo reducir las consecuencias de la morosidad de la tarjeta de crédito
Si sabes que no vas a realizar un pago de tu tarjeta de crédito, o si tus pagos ya no son manejables, puedes intentar negociar con la compañía de la tarjeta de crédito. Si tu historial de pago de facturas es sólido, la compañía podría colaborar contigo para reducir tus penalizaciones, establecer un plan de pago por dificultades financieras o incluso permitirte omitir un pago. Los emisores de tarjetas no tienen la obligación de negociar de esta manera, pero muchos lo hacen, por lo que debes intentar llamarles para explicar tus circunstancias y ver si te pueden ofrecer una solución mutuamente aceptable.
En adelante, puedes implementar medidas para reducir cualquier daño generado por los problemas anteriores con los pagos y evitar los pagos atrasados, omitidos o no manejables en el futuro:
- Retoma el rumbo haciendo tus pagos a tiempo. Quizás establecer pagos automáticos te pueda ayudar con los pagos de tu tarjeta de crédito y demás pagos mensuales.
- Debes tener cuidado de no sobrepasar tu crédito. Debes ceñirte a un presupuesto y gastar únicamente lo que puedas pagar.
- Conoce y fortalece tu puntaje de crédito.
Las tarjetas de crédito pueden ser prácticas, pero es importante que respetes los términos y condiciones que se relacionan con estas. Mantenerte al día con los pagos es una parte importante de gestionar tu crédito y tus finanzas en general.