El voluntariado siempre ha ocupado un sitio importante en mi vida profesional. De hecho, uno de mis primeros casos fue dar representación pro-bono a una joven en un asunto de inmigración. La oportunidad de litigar un caso ante un juez era algo muy poco frecuente para un joven abogado, pero la gran experiencia profesional que adquirí no se puede comparar con el impacto que tuvo en la vida de la joven. El trabajo de pro-bono: en este caso, la representación legal ofrecida sin costo alguno para aquellos que de otra manera no podrían acceder a ella, representa un beneficio para todos en general. Para quienes necesitan representación legal, ofrece acceso a asesoramiento u orientación jurídica profesional. En el caso de abogados corporativos como yo, representa una oportunidad de ampliar nuestras destrezas y conocimientos profesionales, y nos permite apreciar el impacto de nuestro trabajo sobre las personas, las pequeñas empresas y las comunidades en las que vivimos y trabajamos.
Cuando inicié mi carrera en PNC, descubrí que muchos de mis colegas en el departamento legal eran entusiastas del trabajo pro-bono. Nuestro voluntariado floreció cuando, bajo el liderazgo del entonces nuevo director jurídico, Greg Jordan, se puso en marcha nuestro programa de pro-bono. Impulsado por el entusiasmo de nuestro director jurídico para la recuperación de activos, Mark Gittelman, PNC creó un consejo pro-bono para estimular los esfuerzos voluntarios y evaluar la idoneidad de los proyectos propuestos. En el consejo también surgió la idea de establecer una semana específica todos los años para el trabajo de pro-bono; este año se celebra el 11.º aniversario de ese esfuerzo.
Durante estos años transcurridos, el compromiso de PNC con el trabajo de pro-bono, en combinación con el liderazgo de Greg, Mark, y el Instituto Pro-Bono, se convirtió en el impulso para la creación del Día del Servicio Legal Gratuito (Pro-Bono) en la institución financiera, un proyecto anual global, que reunió a más de 1,100 abogados voluntarios internos para prestar servicio a más de 1,000 clientes en 2022. Además, el programa ofrece un día de capacitación de voluntarios para desarrollar nuevos recursos para las organizaciones sin fines de lucro y no gubernamentales y crear una reacción en cadena de impacto. En este día, me siento particularmente orgulloso del hecho de que nuestra asociación al ayudar a establecer este servicio, se convirtiera en un modelo para un trabajo similar en otras industrias.
Aunque muchas organizaciones optan por concentrar sus esfuerzos de pro-bono en un pequeño número de proyectos o temas “emblemáticos”, los esfuerzos de pro-bono de PNC cuentan con un enfoque diferente: Perseguir la felicidad. Con esta idea, los abogados participantes proporcionan servicios de pro-bono a docenas de organizaciones y causas únicas, sobre la base de sus intereses y capacidades. Por ejemplo, en defensa de los niños maltratados, desatendidos y en situaciones de riesgo, a través de las agencias de servicio locales; ofreciendo experiencia jurídica para facilitar la vinculación de perros de servicio médico con veteranos de las fuerzas armadas; ayudando en la protección de la propiedad intelectual de los que aspiran a convertirse en artistas; revisando casos para corregir condenas injustas; así como en casos de inmigración, asistencia comunitaria a personas sin hogar y talleres de testamentos, e incontables otros servicios.
Resulta un enorme orgullo y placer para mí trabajar con un equipo de profesionales dedicados y deseosos de poner sus habilidades profesionales al servicio de aquellos que más lo necesitan. Me siento particularmente satisfecho de trabajar para una compañía que no solo nos brinda la oportunidad de realizar ese trabajo, sino que ofrece su apoyo inquebrantable a nuestros esfuerzos para servir a nuestras comunidades.