Carol Philp tiene un consejo para todos los propietarios de pequeñas empresas, especialmente las mujeres: “Si su banquero no le entiende y no cree en usted, busque otro. Si constantemente tiene que demostrar lo que vale, aléjese”.

Philp, propietaria de CPI Creative, una compañía de productos y prendas de vestir de marca, trabajó arduamente para establecer su empresa y forjar relaciones con clientes destacados. Pero cuando necesitaba crédito para que su empresa pudiera seguir creciendo, se enfrentó a banqueros que no la tomaron en serio. “Cuando me reuní con los banqueros al principio, podía notar que no querían trabajar conmigo”, expresó. “Después de cada reunión sentí que nunca conseguiría el crédito que necesitaba, así que el crecimiento de mi empresa sería un proceso largo y lento”.

Lori Williams, gerente de sucursal y defensora de empresas de mujeres certificada por PNC. Williams conoció a Philp en un evento para establecer redes de mujeres, y rápidamente se dio cuenta de que podía ayudar a la propietaria de empresa. Pero Philp era escéptica. “Por mi experiencia con otros bancos, asumí que mi compañía era demasiado pequeña y nadie querría hacer negocios conmigo”, expresó Philp.

Williams pidió que se organizara una reunión de todos modos para que pudiera obtener más información sobre CPI Creative. Philp rechazó la oferta varias veces antes de finalmente estar de acuerdo. “Lori era tan persistente, así que acepté reunirme con ella a pesar de que sentía que mi empresa era demasiado pequeña para que a ella le interesara”.

Un enfoque personalizado al crecimiento

Después de reunirse con Williams en 2008, Philp tenía una nueva perspectiva y una nueva línea de crédito que le daba el flujo de caja que necesitaba para cumplir con pedidos de gran volumen y, en última instancia, hacer crecer su cartera de clientes. Hoy en día, CPI Creative es cuatro veces más grande y presta servicio a todo tipo de clientes, desde compañías emergentes hasta compañías Fortune 100.

Cuando inició CPI Creative en 1994, Philp trabajó sola para conseguir clientes, diseñar gráficos personalizados y ayudar a que los clientes se conectaran con sus clientes, pero ahora tiene 4 empleados a tiempo completo y ha visto una gran mejoría en satisfacer las necesidades de sus clientes.

“Muchas propietarias de empresas sienten que no merecen ser tratadas igual que las grandes empresas. Pero ese no es el caso en absoluto”, explicó Williams. “La empresa de Philp es como muchas otras pequeñas empresas en el sentido de que necesita tener acceso al capital y ser lo suficientemente flexible como para responder al mercado. Y, sobre todo, ella necesitaba un banquero en el que pudiera confiar”.

 

Philp (izquierda) recibió un premio del Consejo Nacional de Empresas de Mujeres por sus logros como propietaria de empresa. Llevó a Williams de PNC (derecha) como su invitada para reconocer su orientación.

Williams identificó las necesidades empresariales específicas de Philp gracias a la capacitación de defensores de empresas de mujeres. La capacitación se basa en investigaciones que demuestran que las mujeres y los hombres tienden a dirigir sus empresas de manera diferente. La capacitación enseña a los banqueros acerca de las oportunidades y los desafíos que enfrentan las personas que toman decisiones financieras para que las mujeres propietarias de empresas, como Philp, puedan desarrollar las alianzas que necesitan.

“Lori Williams entiende mi empresa y es parte de mi equipo ahora”, expresó Philp. “Sé que puedo llamarla para obtener su opinión sobre las oportunidades que tengo y ella puede ayudarme a acceder a los fondos que necesito”.

Para Philp, la relación con Williams ha cambiado la forma en que afronta las decisiones. “Me siento mucho más empoderada al saber que cuento con el respaldo de mi banco. No se trata solo del dinero, sino de saber que tengo a alguien en quien puedo confiar para aconsejarme si lo necesito”.

Mujeres empresarias

  • Hay más de 9.4 millones de empresas que son propiedad de mujeres que generan aproximadamente $1.5 billones anualmente.
  • Aproximadamente el 31 % de las compañías de propiedad privada en los Estados Unidos son de propiedad mayoritaria de las mujeres.

 

Cómo pueden las mujeres expandir sus empresas

Philp y Williams son una pareja hecha en el paraíso bancario, pero demasiadas mujeres propietarias de empresas luchan por encontrar el apoyo que necesitan.

Las empresas que son propiedad de mujeres son el segmento de empresas de más rápido crecimiento en los Estados Unidos y, a medida que más mujeres desempeñan funciones de liderazgo, se vuelve esencial entender cómo realizan negocios.

Como defensora de empresas de mujeres certificada por PNC, Williams ofrece cinco consejos para las mujeres que buscan fortalecer sus empresas:

  • Establezca contactos como si su empresa dependiera de ello: conozca a todas las personas que pueda en su sector. Expanda su círculo y pida a los contactos que le presenten a otras personas.
  • Conozca cuándo pedir ayuda: las mujeres propietarias de empresas tienden a pensar que tienen que manejar directamente todos los aspectos del negocio. Contrate ayuda y construya un equipo de expertos para que pueda concentrarse en sus áreas principales de especialización.
  • Obtén crédito antes de que lo necesites: las mujeres propietarias de empresas pueden ser renuentes a solicitar dinero prestado, lo que puede desacelerar su crecimiento. Trabaje con su banquero para obtener acceso al crédito para que esté allí cuando lo necesite; de lo contrario, podría perderse de oportunidades.
  • Encuentra un experto en negocios: los propietarios de empresas sobresalen en lo que hacen, pero no siempre están capacitados para analizar las ganancias, las pérdidas y el flujo de caja. Escuche a las personas a su alrededor que pueden ayudarle a crecer y que respondan cuando las necesite.
  • Planifique en caso de problemas: desarrolle un proceso de cómo manejará los distintos problemas que podrían surgir en su empresa. Comuníquese con los clientes afectados para que sepan que se preocupa por los problemas y trabajará para rectificarlos.