Si Rob Stover pudiera escribir un libro para ayudar a las personas de edad avanzada a evitar las estafas financieras lo titularía: “Lo siento, no te acabas de ganar la lotería y otras estafas financieras que pueden evitarse”.

Como investigador sénior especializado en fraude contra las personas de edad avanzada y adultos vulnerables en PNC, Stover trabaja en un momento dado en docenas de casos que involucran el abuso financiero a personas mayores.

Todos los años, más de 30 millones de consumidores de los EE. UU. sufren una pérdida financiera debido a una estafa o actividades fraudulentas, lo que representa cerca del 14 por ciento de la población adulta. Las probabilidades de que una persona mayor sea el blanco se incrementan de forma significativa. De acuerdo con la Federal Trade Commission (Comisión Federal de Comercio), los estafadores robaron un total de $42 millones a los ancianos entre los años 2012 y 2014. Encima de ello, el fraude en telemarketing cuesta a las víctimas miles de millones de dólares al año, y la mayoría de ese dinero proviene de las personas mayores.

Recientemente, un cliente de 88 años de edad estuvo a punto de perder $12,000 a través de dos estafas de solicitud de ventas, cuando Stover intervino para recuperar el dinero en efectivo antes de que llegara a manos de los delincuentes.

Aunque Stover ve una gran cantidad de este tipo de estafas, la FTC (Comisión Federal de Comercio) calcula que el 84 por ciento de los casos de fraude que involucran a los ancianos no se reportan. “Veo explotación como esa todos los días”, dijo Stover, quien trabaja en PNC desde hace 27 años. “Muchos clientes ancianos son extremadamente confiados y cuando contestan el teléfono, son demasiado corteses para colgar. He visto situaciones mucho más graves en las que los delincuentes se aprovechan de la incapacidad de una persona para tomar decisiones financieras razonables”.

Con frecuencia le digo a los ancianos que se fijen en esas señales de peligro de estafa, cuando alguien que no conocen les solicite algo:
S - Sudden/Stranger
C - Contact
A - Must Act Now
M - Money in Advance

- Rob Stover

Estafa de lotería evitada

A Stover le notificaron la existencia de un posible fraude, cuando el personal de alerta en la sucursal de Mechanicsburg, Pa., creó un reporte formal, preocupados por una clienta que vive sola y no tiene hijos. El cajero reconoció que la inusual solicitud de la mujer de retirar una gran cantidad de dinero en efectivo estaba fuera de lugar y procedió a convencer a la clienta de que el retiro no era prudente. Un retiro de $14,000 se evitó en ese momento.

La revisión de la actividad de la cuenta reveló un retiro reciente de dinero en efectivo de $5,000 por parte de la clienta. En ese momento fue que Stover entró en funciones. Después de una investigación posterior, supo que la clienta había enviado el dinero en efectivo en un sobre de correo expreso de la Oficina de Correos de los EE. UU., a una dirección en la Florida. Estaba claro para él que la mujer había sufrido en una estafa de “lotería”, en la que a la víctima le ofrecen una gran suma como pago de lotería a cambio de que pague por adelantado impuestos y otros cargos de procesamiento.

Stover contactó al inspector local del servicio postal y le proporcionó la dirección en la Florida. El inspector, que cuenta con autoridad para hacer cumplir la ley dentro del servicio postal, colocó una orden de “Interceptar/devolver” correo para ese sobre. El sobre y los $5,000 fueron recuperados antes de que llegaran a su destino en la Florida.

A la segunda va la vencida

Desafortunadamente, esa no fue la última vez que la clienta fue casi persuadida de que desembolsara su dinero.

“Una vez que cae en la trampa de la estafa, es como si le pusieran un blanco en la espalda. Es solo cuestión de tiempo antes de que los estafadores vuelvan a llamar”, dijo Stover.

Un día o dos después del incidente de la lotería, la clienta recibió otra llamada telefónica de solicitación. Stover notificó previamente a varias sucursales locales de que lo alertaran si la clienta los visitaba. Como lo sospechaba, ella regresó a una sucursal de PNC y retiró $7,000.

Stover tuvo la corazonada de que ella regresaría a la Oficina de correos de Mechanicsburg para enviar el dinero vía exprés. Fue hasta la oficina de correos y el dependiente le confirmó que una mujer que se ajustaba a la descripción había estado allí durante esa hora y había enviado el sobre.

“El supervisor de la oficina de correos entendió la situación, y registramos los contenedores en la parte trasera de la oficina de correos”, dijo. “Otra vez, increíblemente, encontramos el sobre que contenía los $7,000, todavía con las tiras de papel colocadas por el cajero de PNC”.

El sobre estaba dirigido a un contacto en Connecticut, lo más probable alguien encargado de la “reexpedición”. Estas son personas reclutadas para aceptar paquetes que contienen dinero en efectivo, cheques robados y otras mercancías que son “reexpedidas” a los delincuentes como parte de la estafa. “A estas alturas, el malhechor sabía que el paquete de la Florida había sido confiscado, por lo que, le dijo a mi clienta que enviara el siguiente paquete a una dirección diferente”.

A buen fin no hay mal principio

“Los $12,000 en dinero en efectivo fueron devueltos a la persona autorizada de la clienta para ser depositados de nuevo en una nueva cuenta de PNC”, dijo Stover. “Ambos estaban muy agradecidos de PNC por obtener el dinero en efectivo de vuelta”.

Los dos cabecillas en este caso fueron identificados y acusados de fraude bancario según la ley federal en California.

Convencer a las personas mayores de que han sido víctimas de un engaño puede resultar algo bien difícil, dijo Stover. Y añadió que las habilidades de escuchar y de empatía juegan un papel fundamental en este trabajo.

“Las personas mayores son especialmente susceptibles, porque en realidad están convencidos de que han ganado algo o que están ayudando a alguien. Tenemos que explicarles que alguien está tratando de aprovecharse de ellos. Noticias que no son fáciles de comunicar, pero me siento orgulloso de ser un guardián dedicado a su protección y de decir: aquí estoy para ayudar”.