Cuando los propietarios o gerentes de empresas necesitan adquirir equipo nuevo, pueden dedicar enormes cantidades de tiempo a analizar las características, los beneficios y los costos. Sin embargo, es poco probable que dediquen tanto tiempo a decidir cómo pagar la adquisición.
Hay algunas opciones que las empresas tienen cuando se trata de adquirir equipo nuevo, incluyendo dinero en efectivo, arrendamientos o préstamos. Desde las ventajas fiscales hasta el costo total de propiedad, la elección de la opción correcta basada en el tipo de equipo, el estado financiero de la empresa y otros factores puede dar lugar a resultados importantes.
Opciones de financiamiento para adquisición
1. Pagar con dinero en efectivo
Una opción para adquirir equipo nuevo es pagarlo con dinero en efectivo. Sin embargo, el dinero en efectivo puede ser escaso y las empresas pueden tener razones estratégicas para buscar otras formas de financiar sus compras.
2. Arrendamientos o préstamos
Según la Asociación de Arrendamiento y Financiamiento de Equipo (ELFA), una de las principales organizaciones comerciales, aproximadamente el 80 % de las empresas estadounidenses optan por arrendamientos o préstamos para financiar la compra de equipo.[1]
Los préstamos para equipo son una manera sencilla de comprar equipo. Por lo general, son muy parecidos a los préstamos para un automóvil o una casa. Es posible que los prestamistas deseen ver el balance general de la compañía, el perfil crediticio y, en ocasiones, los de los propietarios o socios.
Después de la aprobación y el cierre del préstamo, la empresa tendrá la responsabilidad de hacer los pagos de acuerdo con los términos del préstamo.
Los arrendamientos pueden ofrecer una excelente manera para que muchas empresas adquieran el equipo que necesitan y al mismo tiempo minimizar el impacto en el flujo de caja. La mayoría de los arrendamientos son arrendamientos operativos que permiten a la empresa pagar por el uso del equipo durante un periodo de tiempo específico, de manera muy similar al alquiler.
3. Arrendamientos operativos o de capital
En ocasiones, los arrendamientos operativos pueden tener términos de pago flexibles basados en ingresos estacionales u otras necesidades de la empresa. Al final del arrendamiento, la empresa puede tener una opción de compra o puede elegir devolver el equipo al arrendador.
Los arrendamientos de capital están estructurados como préstamos para equipo, y por lo general tienen una pequeña compra al final del arrendamiento, a veces tan baja como un dólar.
Implicaciones financieras
Cada método de pago tiene consideraciones financieras de gran importancia.
Pagar con dinero en efectivo puede agotar los activos líquidos de la compañía, por lo que no es una opción ideal si la compañía no tiene suficiente dinero en efectivo a su disposición tanto para hacer la compra como para asegurar que el flujo de caja se mantenga estable a lo largo del tiempo.
Los préstamos para equipos están disponibles a través de una variedad de fuentes, incluyendo las opciones de financiamiento del vendedor y de los bancos u otros prestamistas. Las tasas de interés pueden variar de un prestamista a otro.
Según ELFA, un préstamo para equipo puede requerir un pago inicial, así como otras garantías, dependiendo de la estabilidad financiera y el historial de crédito de la empresa.[2]
Los arrendamientos operativos y los arrendamientos con opción de compra difieren en ciertas maneras distintas.
El arrendamiento operativo puede terminar después de algunos años, lo que permite a la empresa actualizar el equipo. Los arrendamientos operativos también pueden ofrecer pagos mensuales más bajos con más flexibilidad al final del arrendamiento.
Si tu empresa adquiere el equipo a través de un arrendamiento operativo seguido de una compra, el arrendamiento inicial te permite reducir el costo inicial de adquisición. Los arrendamientos de capital, por otro lado, actúan como una compra con un préstamo para equipo y podrían requerir pagos fijos más grandes.
Implicaciones tributarias cambiantes
También es importante mantenerse al día con las implicaciones tributarias cambiantes.
Tradicionalmente, a través de la sección 179 del código federal de impuestos, podrías reclamar el costo del equipo calificado en el año en que lo compraste, hasta un umbral de $510,000 en 2017.
Sin embargo, si el costo de la propiedad puesta en servicio supera los $2,030,000 en 2017, el monto deducible comenzará a disminuir progresivamente.
Si la adquisición se encuentra dentro de los lineamientos del Servicio de Impuestos Internos (IRS), una compra o un arrendamiento de capital podría reducir los ingresos sujetos a gravamen de tu compañía.[3]
Sin embargo, la Ley de Recortes Fiscales y Empleos de 2017 expandió la depreciación de los bonos.
Según Thomson Reuters, las empresas pueden elegir tomar una deducción del 100 % de la depreciación del primer año para las propiedades calificadas adquiridas y puestas en servicio después del 27 de septiembre de 2017 y antes del 1ro de enero de 2023 (después del 27 de septiembre de 2017 y antes del 1ro de enero de 2024, para ciertas propiedades con periodos de producción más largos).[4]
Opciones de adquisición de equipo
Las alternativas sobre qué opción de adquisición es la adecuada para tu empresa es compleja, pero hay algunas pautas básicas para cada una de ellas.
- Considera el dinero en efectivo cuando tiene sentido comprar y mantener el equipo, y cuando agotar tu dinero en efectivo a mano no afectará negativamente la empresa. Las compras con dinero en efectivo pueden permitirte negociar un mejor precio de manera más eficaz y ahorrarás en cargos, intereses y otros costos típicos de los préstamos y arrendamientos.
- Considera préstamos de equipos o arrendamientos de capital cuando quieras conservar el equipo por un periodo de tiempo más largo que un arrendamiento operativo típico. En algunos casos, una compañía de financiamiento en particular puede ofrecer solo un tipo de financiamiento u otro, dependiendo de los productos financieros que ofrece, por lo que es posible que debas elegir el que esté disponible para ti. Estas opciones pueden funcionar bien para equipos altamente personalizados que han sido construidos o modificados específicamente para tu empresa.
- Considera los arrendamientos operativos cuando tengas planes de actualizar los equipos regularmente y quieras minimizar el impacto en el flujo de caja de tu compañía, manteniendo al mismo tiempo una mayor flexibilidad al final del arrendamiento. Por ejemplo, puedes optar por arrendar copiadoras o sistemas de cómputo que pueden tener avances tecnológicos significativos en unos pocos años, cuando tu compañía puede calificar para una actualización.
La optimización de la combinación a corto y largo plazo de tu empresa puede mejorar el poder de compra de tu compañía y asegurar que pueda adquirir lo que necesita para funcionar y crecer.
También es una buena idea consultar a un profesional en impuestos o finanzas que pueda ayudarte a tomar la mejor decisión estratégica para tu compañía.
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