Los patrocinadores de planes de pensión de beneficios definidos se han enfrentado a grandes desafíos en años recientes debido a la volatilidad del mercado y de las tasas de interés. En un momento en el que los planes analizaban la posibilidad de tomarse un descanso antes de recibir ayuda de financiamiento, el aplazamiento de corto plazo de las contribuciones de 2020 proporcionado a través de la Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica por el Coronavirus no bastó para satisfacer las necesidades de los patrocinadores que siguen estando cortos de efectivo. Se promulgó la Ley de Plan de Rescate de los Estados Unidos de 2021 (ARPA, por sus siglas en inglés), lo que generó cambios radicales a las leyes en materia de pensiones, dando a las empresas que lo necesitaban un periodo más largo para recuperarse, así como la capacidad de centrarse en otras decisiones empresariales. Destacaremos los puntos y consideraciones clave que conciernen a los planes de pensión de un solo empleador.
Implicaciones referentes al efectivo
La Ley ARPA amplía las medidas anteriores de ayuda de financiamiento al extender la flexibilización de las tasas de descuento (que asegura 25 años de tasas de interés más altas) y al introducir una tasa de interés mínima que se espera que genere pasivos comparativamente más bajos. Además, el periodo para financiar los déficits de los nuevos planes aumentará de 7 años (como se introdujo originalmente en la Ley de Protección de Pensiones de 2006) a 15 años. Estos dos factores deberían dar lugar a una reducción de los requerimientos de las contribuciones. Los patrocinadores de los planes quizás deban considerar lo siguiente al momento de tomar decisiones referentes a la estrategia de contribución:
- Los planes con financiamiento insuficiente que aprovechen la ayuda pueden esperar que las contribuciones requeridas sean menores y más estables en los próximos años y que los requerimientos posiblemente sean más altos en el futuro.
- Los planes debidamente financiados deben esperar un impacto inmediato leve o nulo, pero menos requerimientos a futuro si el plan llega a no contar con el financiamiento suficiente en los próximos años.
- Se espera un aumento de las primas de la Corporación de Garantías de Beneficios para Jubilados (Pension Benefit Guaranty Corporation, PBGC) de tasa variable a futuro (hasta la tasa variable máxima) en el caso de los planes que se mantienen sin financiamiento suficiente con base en la PBGC (ten en cuenta que el estado de financiamiento PBGC se aproxima mucho más al estado de financiamiento marcado al precio del mercado del plan).
- Los patrocinadores de los planes tienen cierta flexibilidad y decisiones de corto plazo en relación con el año del plan en el que se reflejará la ayuda (algunos cambios se aplicarán desde 2019 y otros hasta en 2022). Las implicaciones se deben discutir con el actuario del plan.
Implicaciones referentes al balance general
Los menores requerimientos de contribuciones son útiles porque brindan flexibilidad y predecibilidad a los planes, pero los patrocinadores también deben tener en cuenta el impacto en sus estados de cuenta financieros.
- Las contribuciones menores generan activos comparativamente menores y con el tiempo podrían deteriorar el estado de financiamiento del balance general y aumentar los gastos de pensión.
- Los pasivos de financiamiento siguen sin reflejar el entorno actual del mercado, y las tasas de descuento que se utilizan en los principios contables generalmente aceptados (GAAP, por sus siglas en inglés) para propósitos de elaboración de informes están marcadas a precio de mercado, lo cual es un mejor indicador de la condición del plan.
Implicaciones referentes a la estrategia de inversión
La Ley ARPA está generando cambios significativos en los flujos de caja futuros esperados de los planes, lo cual puede influir en las decisiones de la estrategia de inversión. Las pérdidas futuras derivadas de menores retornos de inversión o de la disminución en las tasas de interés ahora se pueden amortizar a lo largo de un periodo más prolongado, lo cual supone más tiempo para cerrar la brecha de financiamiento. Los cambios no indican un cambio inmediato en la estrategia, ya que las metas y objetivos de los patrocinadores son los principales impulsores de la estrategia. Sin embargo, la reevaluación de la estrategia de inversión resulta adecuada al tener en cuenta las siguientes consideraciones clave:
- Los patrocinadores de los planes deberán considerar cuáles métricas son las más importantes. Si el estado de financiamiento económico ha sido un área de enfoque clave que impulsa el balance general, los gastos de pensión y las primas PBGC, la nueva ley no tiene impacto alguno efectivamente en la estrategia de inversión, ya que ninguna de estas medidas presenta cambios.
- Los planes que se preparan para la terminación futura deberían considerar el hecho de mantener sus estrategias ya establecidas de disminución de riesgos a fin de evitar posibles retrasos.
- En el caso de los patrocinadores de planes que se centran principalmente en las contribuciones de efectivo que implementan una planeación de disminución de riesgo basada en el estado de financiamiento, se puede esperar una disminución de riesgo más lenta si se reducen las contribuciones. Los patrocinadores de planes que se centran en efectivo pueden considerar aumentar el riesgo de la cartera si esto se alinea con la tolerancia al riesgo de la organización y si el impacto que esto tiene en la economía del plan no es relevante.
La COVID-19 presentó numerosos desafíos económicos, y muchos patrocinadores de planes ven con buenos ojos la oportunidad que la Ley ARPA brinda para financiar los planes a futuro en lugar de ahora. Los patrocinadores de planes deben tomar esta oportunidad para discutir las implicaciones a largo plazo y los posibles cambios de estrategia con sus asesores.
Para obtener más información, comunícate con Kimberlene Matthews, FSA, EA, CFA, directora general de soluciones empresariales y soluciones de pensión, al correo electrónico kimberlene.matthews@pnc.com.