En los casi cinco años transcurridos desde el comienzo de la pandemia, los mercados recorrieron un largo y tortuoso camino, lleno de peligros y baches en todo el trayecto. La jornada ha estado llena de incertidumbre, pero con seguridad podemos afirmar que no regresaremos al punto en el que entonces estábamos.
Atrás quedan los libros de prolongados períodos de tasas de interés casi en cero y de inflación casi inexistente, a la vez que la tecnología sigue alcanzando nuevos hitos y continúa la evolución de la geopolítica. Asimismo, las fuerzas de la política monetaria, la política fiscal y la inflación continúan dando forma al trayecto futuro del ciclo económico y, en última instancia, al rendimiento de los mercados financieros.
Resulta algo extraordinario pensar que comenzamos el año pasado con una incertidumbre tan generalizada; que nos hicimos preguntas sobre la inflación, las tasas de interés, la salud del consumidor, los resultados de las elecciones, la recesión, la amplitud del mercado, y sobre el crecimiento de los rendimientos y de las ganancias. A pesar de la falta de claridad, la fortaleza del consumidor persistió, los mercados financieros siguieron adelante (y alcanzaron nuevos máximos) y la economía se las arregló para evitar la recesión. Con la inflación en gran medida controlada por el momento, los recortes en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) en marcha y las elecciones ya en el pasado, resulta natural preguntarse qué dirección tomaremos a partir de ahora. ¿Le queda suficiente energía a la economía para continuar la marcha?
El giro global sincronizado hacia la relajación de la política monetaria, puede que sea ese impulso inicial que necesita el ciclo económico para aumentar las revoluciones y acelerar la expansión en la fase final de la desaceleración. Sin embargo, continúa existiendo la posibilidad de que la inflación se reactive (por distintas razones) o que los cambios en la política fiscal saquen de curso al ciclo económico. No obstante, si estas fuerzas macroeconómicas mantienen su apoyo, creemos que el mercado podría ver finalmente cómo crecen y se amplían las ganancias más allá de la megacapitalización tecnológica, un factor necesario, desde nuestro punto de vista, para un rendimiento sostenible y positivo.
En esta edición de Strategy Insights, exploramos cómo las fuerzas clave que dan forma al mercado pueden alinearse para cambiar a una nueva velocidad el ciclo económico e impulsar a mitad de ciclo la reaceleración del mismo en 2025.