A pesar del avance considerable que se ha logrado en las últimas décadas, las mujeres de todo el mundo siguen enfrentando desafíos significativos cuando se trata del acceso a los recursos financieros y participar plenamente en la vida económica. Si bien las políticas y prácticas de las compañías a menudo pueden servir como un catalizador para mejorar la paridad de género, el estado actual de la inclusión financiera de las mujeres indica que aún falta camino por recorrer. Por ejemplo, al 2021, las mujeres que trabajaban a tiempo completo en promedio ganaban 16 por ciento menos que sus contrapartes masculinos.[1]

Aunque históricamente los problemas de igualdad de género y el empoderamiento económico de las mujeres han sido abordados ampliamente por los gobiernos y organizaciones sin fines de lucro, existe una creciente opinión de que el sector privado puede jugar un papel fundamental. En este documento técnico, discutimos cómo los inversionistas pueden usar la inversión con perspectiva de género, o la incorporación deliberada de los factores de género en los procesos de análisis de inversión y toma de decisiones como herramienta para promover el empoderamiento económico de las mujeres.

Inversión con perspectiva de género

En colaboración con los esfuerzos realizados por los gobiernos y las organizaciones filantrópicas, creemos que existe la oportunidad para que los mercados de capitales mundiales hagan una contribución significativa para acelerar la igualdad de género y el empoderamiento económico de las mujeres. Las personas e instituciones que busquen específicamente usar su capital de inversión para generar un impacto positivo en la vida de las mujeres pueden invertir de una manera que incorpore deliberadamente los factores de género en el análisis de inversión y toma de decisiones. Este enfoque se conoce como inversión con perspectiva de género (GLI, por sus siglas en inglés).

La inversión con perspectiva de género toma muchas formas, incluida la inversión en compañías, fondos y demás instrumentos de inversión que tienen en cuenta el género de una manera u otra. 

  • Diversidad de género: considera la composición de la base de empleados de una compañía para promover la diversidad de género en todos los niveles de la compañía;
  • Mujeres en puestos directivos: considera invertir en compañías en las cuales las mujeres ocupan cargos en el comité ejecutivo o posiciones de liderazgo sénior;
  • Mujeres fundadoras y gestoras de fondos: considera invertir en compañías fundadas por mujeres o invertir en instrumentos cuyos gestores de cartera son mujeres;
  • Empresas con mayoría de mujeres: considera invertir en compañías establecidas para contratar mujeres como una forma de mejorar las oportunidades económicas (en particular en los mercados emergentes y mercados frontera) de sus empleadas;
  • Políticas y prácticas: considera invertir en compañías que implementan políticas y prácticas organizativas que promueven la igualdad de género (por ejemplo, la igualdad salarial de género); y
  • Productos y servicios: considera invertir en compañías que brindan productos o servicios adaptados específicamente a las necesidades de las mujeres y al impacto que estas tienen como segmento de consumidores.

En 2020, las estimaciones calcularon que las carteras que consideran los asuntos de perspectiva de género en sus decisiones de inversión ascienden a aproximadamente $868 mil millones en activos bajo administración,[2] y un estudio indicó que el número de fondos orientados a la perspectiva de género aumentó de 58 en 2017 a 206 en 2021.[3] Debido al rápido aumento de los productos de inversión disponibles, podría resultar difícil para los inversionistas evaluar e interpretar los diversos enfoques en cuanto a la inversión con perspectiva de género. Para respaldar a los inversionistas, el mismo estudio identificó tres maneras principales en las que el género suele evaluarse en los fondos orientados a la perspectiva de género:[4]

1. Consideración de género: los inversionistas pueden considerar el género como un factor del análisis, pero los criterios de género no necesariamente sirven como criterios determinantes en las decisiones de inversión definitivas.

2. Mandato de género: los inversionistas pueden usar métricas relacionadas con el género como criterios para seleccionar las inversiones. Por ejemplo, un inversionista podría considerar invertir únicamente en compañías que contratan mujeres para ocupar puestos ejecutivos o invertir en fondos en los que los gestores de cartera son mujeres.

3. Mandato de género cuantificado: los inversionistas pueden usar umbrales cuantificables para las métricas relacionadas con el género como criterios para seleccionar las inversiones. Por ejemplo, un inversionista podría buscar una compañía que tiene por lo menos tres mujeres en su junta directiva.

Más allá de la sala de la junta directiva

Aunque muchos fondos orientados a la perspectiva de género hacen hincapié en el hecho de invertir en compañías en las que las mujeres ocupan puestos en la junta directiva y/o de liderazgo, nos percatamos de que muchos inversionistas desean ir más allá y no solo evaluar la representación de género. Al basarse en un mandado de género cuantificado, los fondos orientados en la perspectiva de género también pueden evaluar las políticas y prácticas tanto de compañías públicas como privadas en las cuales contemplan realizar inversiones, o bien, pueden examinar los efectos que el producto o servicio de una compañía de inversión tienen en las mujeres y las jóvenes.

En el caso de los inversionistas a quienes les interesa comprender el efecto que las operaciones de una compañía tienen en sus empleadas, la iniciativa de impacto social de Wharton creó un marco denominado “Four for Women” que explora cómo evaluar si una compañía tiene probabilidades de generar un impacto positivo en sus empleadas. Si bien no son exhaustivas, los investigadores identifican las métricas que pueden servir como agentes basados en evidencias para cada una de las categorías que las compañías pueden monitorear. Hemos adaptado el marco como parte de nuestra evaluación de los gestores de fondos en nuestro proceso de diligencia debida. Al evaluar a los gestores de fondos, solicitamos las respuestas a las preguntas que buscan evaluar la representación, el salario, las políticas y políticas, y la satisfacción.

Usamos dichos marcos y los combinamos con datos adicionales y divulgaciones voluntarias para ayudar a nuestros clientes que desean incorporar una perspectiva de género en sus inversiones para alinear de una mejor manera sus carteras con sus metas.

UN MARCO PARA EVALUAR LA DIVERSIDAD DE GÉNERO
Representación: ¿Cuál es la composición de género de la fuerza laboral en cada una de las divisiones principales de la compañía? ¿Las mujeres tienen representación en todos los tipos de ocupaciones de la compañía?
Salario: ¿Cuál es el promedio y la media del salario por hora por género? ¿Cuál es el promedio y la media desagregados por género del salario de cada una de las principales categorías de empleo?
Satisfacción: En un escala del 1 al 5, ¿qué tan satisfechos están los empleados con su trabajo en general?[5]
Políticas y prácticas: ¿Se cuenta con un plan de seguro de salud patrocinado por el empleador? ¿Cómo se implementan y se hacen cumplir las políticas en torno a las experiencias de los empleados relacionadas con el acoso sexual? ¿La compañía ofrece permiso parental para todos los empleados?

Inversión con perspectiva de género entre clases de activos

Aunque la popularidad de la inversión con perspectiva de género ha aumentado en los años recientes, aún puede resultar un desafío implementar una estrategia de perspectiva de género en una cartera de inversión completa sin considerar detenidamente las contribuciones particulares de cada clase de activos. Los inversionistas que buscan implementar una estrategia de perspectiva de género en sus carteras tienen una variedad de soluciones entre las cuales elegir, pero la implementación requiere tener una comprensión de la medida en que cada inversión se conecta con las metas de inversión con perspectiva de género que el inversionista desea lograr. Los siguientes son ejemplos ilustrativos de cómo una perspectiva de género podría figurar en diferentes tipos de inversiones.

Acciones

Para que los inversionistas incorporen una perspectiva de género en las carteras de acciones de cotización pública, la estrategia que se emplea con más frecuencia es la que tiene en cuenta a las mujeres que ocupan cargos directivos, aunque algunos administradores de inversiones también evalúan las políticas y prácticas corporativas. Otra herramienta clave para la inversión con perspectiva de género en las carteras de acciones es la votación por representante, la cual permite que los inversionistas se involucren con las juntas corporativas y equipos gerenciales en cuanto a las prácticas comerciales relacionadas con la diversidad, la equidad y la inclusión de género.

Los inversionistas además pueden considerar los criterios de género como parte de un marco más amplio de evaluación de riesgos sustanciales (p. ej., el riesgo de litigio derivado de la discriminación o acoso en el lugar de trabajo). Para comprender cuáles son los problemas de género que podrían ser importantes para la salud financiera de una inversión, los responsables de establecer normas internacionales, como el Consejo de Normas Internacionales de Sostenibilidad (International Sustainability Standards Board, ISSB), que pertenece a la misma organización que el Consejo de Normas Internacionales de Contabilidad (International Accounting Standards Board), incluyen consideraciones de género en su evaluación de los factores de capital humano y social de un gran número de subsectores como parte de sus directrices.

De renta fija

Si bien los inversionistas de renta fija también pueden usar los criterios de género como parte de su proceso para evaluar los riesgos y la capacidad crediticia de las posibles inversiones, creemos que la manera más simple para incorporar una estrategia de perspectiva de género en la renta fija es revisar el receptor del capital y el uso de los ingresos.

Al igual que los capitales públicos, las inversiones en bonos corporativos gravables suelen enfocarse en temas de alto nivel, como la diversidad de la junta directiva y de la gerencia ejecutiva. Sin embargo, las inversiones de renta fija en proyectos financiados por entidades gubernamentales (como las agencias o municipalidades) a menudo pueden ofrecer externalidades que beneficien la vida de las mujeres. Por ejemplo, las inversiones realizadas en viviendas asequibles pueden afectar desproporcionadamente los resultados para las mujeres, ya que casi el 75 % de las familias atendidas por los programas de asistencia de alquiler son familias que tienen mujeres como jefas de familia.[6]

Inversiones privadas

Muchos de los mismos enfoques de inversión con perspectiva de género que se emplean con las inversiones tradicionales se pueden aplicar a las inversiones privadas. Por ejemplo, existen fondos de deuda privada que extienden préstamos a empresarias o exclusivamente a fondos que emplean un mandato de género en su proceso de selección de inversiones. Los fondos de deuda privada, capital y bienes raíces también se podrían prestar para generar resultados mejorados para las mujeres frente a los productos, proyectos o servicios entre las inversiones subyacentes de un fondo. Un análisis de fondos privados que daban prioridad al género como “fundamentalmente importante” o “muy importante” en su tesis, indicó que los sectores de mayor prevalencia para la inversión se encontraban en las áreas de atención médica, agricultura y tecnología financiera y, en concreto, las compañías que se centraban en la “economía de la atención” y el “futuro del trabajo”.7

Tal como diferentes clases de activos se prestan a diferentes perfiles de riesgo y rendimiento, diversas metas de perspectiva de género se prestan a diversas estrategias de inversión responsable.

Nuestro enfoque en cuanto a la inversión con perspectiva de género

Definimos la inversión responsable (IR) como una estrategia basada en metas que alinea las carteras de nuestros clientes con sus misiones y valores. Brindamos apoyo a nuestros clientes que buscan invertir usando un enfoque con perspectiva de género mediante un proceso que evalúe el universo de inversión, integre los criterios de perspectiva de género y supervise continuamente la alineación.

La inversión con perspectiva de género (GLI) no es un enfoque universal. Alinear las metas particulares de inversión con perspectiva de género de un inversionista con las soluciones de inversión es un proceso deliberado que no se debe simplificar demasiado. Desde la contabilidad para mujeres que ocupan puestos de liderazgo hasta la participación activa con compañías a fin de mejorar sus políticas y prácticas, y evaluar el impacto que los productos de la compañías tienen en la vida de las clientas, nos esforzamos por encontrar soluciones de inversión que sean lógicas y rentables para nuestros clientes.

NUESTRO PROCESO
Evaluar el universo de inversión: Llevamos a cabo una revisión exhaustiva del mercado de inversiones para encontrar y seleccionar a los mejores administradores y estrategias de inversión.
Integrar los criterios con perspectiva de género: Evaluamos a los administradores y estrategias de inversión usando criterios de género predeterminados. Las estrategias y asignaciones de inversión se pueden reajustar a fin de lograr el mandato de género específico de un cliente.

Monitorear la alineación de forma continua: Monitoreamos e informamos de forma continua las consideraciones de género de las carteras para evaluar la lealtad del mandato de género deseado de un cliente.

 

PARA UN ANÁLISIS PROFUNDO
La inversión con perspectiva de género ofrece nuevas herramientas para el empoderamiento económico de las mujeres