Durante los últimos tres años, las compañías que elaboran, trasladan y venden alimentos y bebidas han navegado a través de un entorno inflacionario desafiante. Los operadores pagan más por aspectos como mano de obra, insumos de productos básicos, empaque, transporte y energía, y, en consecuencia, las empresas en toda la cadena de valor han incrementado los precios para proteger sus márgenes. Esta estrategia evolucionó en gran medida debido a la rígida demanda que persistió durante un extenso período de tiempo, ya que los consumidores estaban dispuestos a pagar más por una amplia variedad de bienes y servicios después de la pandemia.  

Pero el entorno operacional está cambiando, ya que los consumidores están cada vez más hartos de los precios más elevados de los alimentos y las bebidas en las góndolas de los supermercados y en los menús de los restaurantes. Desde enero de 2020, numerosos productos de alimentos y bebidas tienen aumentos de precios de dos dígitos, encabezados por huevos, jugo de naranjas, pan, galletas, café, papitas fritas y refrescos.1 Entretanto, los salarios y los ingresos disponibles no han mantenido el ritmo de la disminución en el poder adquisitivo del consumidor.

En consecuencia, los consumidores conscientes de los costos cambian las experiencias gastronómicas más caras por alternativas de servicio rápido e informales, así como renunciar a las salidas a comer fuera para comprar víveres y comer en casa. Incluso las tiendas minoristas de variedades observan cómo sus clientes se acogen a programas de asistencia de alimentos, tales como los cupones de alimentos o los bancos de alimentos, en lugar de pagar precios más altos por los bienes. La degradación en la demanda y el volumen es generalizada en todo el sector, ya que los fabricantes, mayoristas y minoristas equilibran la estructura de precios y las iniciativas de productividad para gestionar la presión de la inflación y la elasticidad de la demanda.

“En este entorno inflacionario, los precios han subido lo más que podían”, expresó Jim Kenwood, jefe del grupo de Asesoría de Alimentos y Bebidas de PNC Bank. “Los operadores necesitan ir más allá de las subidas de precios e invertir en productividad, eficiencia y automatización para gestionar la mano de obra y la productividad operativa para proteger sus productos de primera y última línea”.

Tasas de interés y Disponibilidad de capital

Las persistentes y elevadas tasas de interés es otro de los retos, ya que los equipos de financiamiento buscan financiar el mantenimiento, la productividad, la expansión de los gastos de capital y el capital de trabajo. Los equipos de administración que hasta el momento han operado exclusivamente en un entorno de tasas más bajas puede que encuentren particularmente difícil de navegar el entorno de tasas más elevadas.

Sin embargo, según Kenwood, resulta importante recordar que esto no es nada nuevo para nosotros. “Cuando pensamos en los ciclos económicos en un período de 30 a 40 años, resulta obvio que las condiciones actuales no son anormales o extraordinarias. En la medida en que las tasas de interés se han ido normalizando y posicionando en niveles más altos, las compañías vuelven a calibrar la asignación de capital sobre la base de un enfoque deliberado del retorno sobre el capital invertido”. 

Productividad operativa y mano de obra

La mano de obra continúa presentando retos para las empresas en todo el panorama de alimentos y bebidas. Aunque la mano de obra puede estar más disponible en la actualidad que en meses recientes, los niveles salariales subieron, lo que representa una presión añadida sobre las empresas que buscan crecer. En este contexto, las empresas de alto rendimiento recurren a iniciativas de productividad operativa, eficiencia y automatización en forma de inversiones en hardware y software. Para muchas, el objetivo de administración primario no es reemplazar, sino reutilizar los valiosos recursos humanos.   

Recurso de asesoría bancaria

Kenwood señaló la importancia de que los líderes empresariales recuerden que las relaciones bancarias pueden ser un importante recurso para encontrar las maneras de vencer los desafíos. “En PNC sabemos que las empresas buscan maneras innovadoras de maximizar el rendimiento en ganancias y pérdidas (P&L) de sus activos netos desplegados, y contamos con la experiencia para asesorar sobre cómo comparar sus empresas con los homólogos desde una perspectiva de P&L, balance general, estructura del capital y perspectiva de rendimientos, algo que puede ofrecer un valor real en el entorno actual”.  

Listos para ayudar

El equipo de alimentos y bebidas de PNC combina su experiencia financiera y de la industria con la administración local de relaciones para ofrecer soluciones financieras a la medida para las compañías de alimentos y bebidas de toda la cadena de valor. Para obtener más información, póngase en contacto con su gerente de relaciones o contáctenos.

Fuente: 

1. Oficina de Estadísticas Laborales de EE. UU.